DESTACADOPENSAR CON CRITERIOS

Venezolanos de costumbres

 

Si Aristóteles tuvo la certeza de que el hombre es un animal de costumbres, yo la tengo aún más de que el venezolano sí es un animal de costumbres, certificando aquello que para el filósofo griego era una certeza… tengo la plena seguridad de que el venezolano en la actualidad vive su vida de costumbres al dar por sentado que ya es su realidad carecer de libertades sociales y económicas hasta el punto de que no les hacen falta, por lo que desistieron de intentar cambiar esa oscura realidad.

Ahora todos hablan de una posible recuperación económica del desastroso aparato productivo venezolano, algunos con seriedad, otros como fieles repetidores de las falacias del desgobierno que los domina desde hace un buen tiempo; pero asimismo unos, con el patriotismo escondido en su raíz capilar, lo toman a chanza; sin embargo no se necesita explicar con opiniones algo sesgadas esta cacareada apreciación, basta con escribir unas cuantas cifras, y ustedes amigos lectores decidirán qué pensar de todo este berenjenal en el que se ha convertido el caso venezolano.

El salario mínimo venezolano se sitúa en medio petro (alrededor de 126 mil bolívares soberanos, es decir, 24 o 25 dólares). Agrego la conversión en dólares porque la economía del país, mírenla por donde la miren, está dolarizada. ¿Es suficiente este monto para medio subsistir en un país económicamente paralizado?

Lea también:
Presidente de la CEV, monseñor Jesús González de Zárate, reiteró críticas al gobierno de Maduro

Su paralización o su supuesta recuperación no tiene nada que ver con el incremento de alrededor de 350 mil barriles de petróleo de producción diaria a unos 700 mil, lejos de los 3 millones que se producían antes del ataque despiadado contra el aparato productivo y social del país; pues Venezuela tiene la mayor parte de su petróleo comprometido con Rusia, China e Irán, cuando en años anteriores, antes de la caída severa de su producción de crudo, firmó acuerdos de venta de crudo a futuro. Si no sabes lo que esto significa: el petróleo fue vendido y cobrado antes de producirlo.

La esperanza se vio en los ojos de los venezolanos cuando se anunció un alivio de las sanciones económicas impuestas por el Gobierno Estadounidense debido a la violación  del Estado Venezolano de los derechos humanos y sus evidentes nexos con el narcotráfico, aunque este anuncio estaría condicionado a los resultados del diálogo en México entre el régimen y la diezmada oposición del país sudamericano. La propuesta está en la mesa y poco a poco se va enfriando, solo quedó en bullicio hasta ahora, porque la misma consiste en darle luz verde a la petrolera estadounidense Chevron para operar en Venezuela y así apostar a la posibilidad de elevar la producción petrolera a unos mil barriles de petróleo diarios, sin embargo, nada de esto se ha dado hasta el momento.

No está fácil que la propuesta pueda concretarse a corto plazo, si vemos las aristas de esta esperanza: una empresa petrolera abandonada cuyas instalaciones son poco operativas, una Rusia en guerra con Ucrania presionada por la OTAN y EE UU, por lo que Rusia no permitirá que su as bajo la manga se caiga solo porque Caracas lo necesite. Si Rusia tiene en mente un enfrentamiento bélico mundial no le conviene una Venezuela aliviando la compra de petróleo a Washington. Venezuela está en manos rusas, y eso no es un secreto. Así que esta posibilidad, creo, es otra cortina de humo del régimen para avivar la esperanza del pueblo venezolano y darse tiempo a esperar el proceso electoral previsto para 2024.

Es increíble escuchar como el régimen chavista se jacta del aumento aproximado de 25 dólares mensuales en el poder adquisitivo de su pueblo, cuando la mayor parte del empresariado nacional se ve obligado a pagar desde 20 dólares semanales a sus empleados para poder mantenerlos en sus empresas. ¿Y cómo subsisten con ese salario? Pues porque a este se le suman las bonificaciones del Estado y las remesas del exterior; así el venezolano de a pie sigue vivo, pero acostumbrado al silencio, al hambre y a la falta de esperanza en una salida a corto plazo de la hecatombe social que lo arropa.

¿Se acostumbraron los venezolanos a sobrevivir y no a vivir? Pues creo que sí.

Ahora está en el tapete la expresión… “si aún no lo has hecho, devuélvete que Venezuela se arregló” o “me devolví porque ya la cosa cambió”. ¿Qué hay de cierto en estas supuestas decisiones? Manipulación. Creo que es una bola de humo lanzada por el régimen para lograr respirar un poco entre tanto estiércol gubernamental y ante tantas ganas de seguir jugando un partido con 18 jugadores de su lado, mánager y árbitros pagados por ellos y para colmo novios de la madrina.

¿Cómo se da este fenómeno? Es digno de un estudio profundo.

Los venezolanos siguen haciendo largas colas desde horas de la madrugada para lograr tanquear con gasolina sus vehículos, y así poder movilizarse o para prestar el poco servicio de transporte público y privado que queda operativo en este país. Los servicios públicos principales como electricidad, agua y gas están colapsados. Reciben desde 25 dólares y en algunos casos hasta 300 dólares mensuales para subsanar sus gastos familiares cuando, según Oscar Meza, director del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM), el precio de la canasta alimentaria con 60 rubros se ubicó el pasado mes de abril en mil cuatro dólares con setenta y un centavos.

Los jóvenes venezolanos se divierten. A muchos de ellos se les ve en las redes sociales departiendo en reuniones familiares. ¿Cómo le hacen? Es la gran pregunta. Puede que se trate de una estrategia difundida por las redes sociales e ideada por un gracioso venezolano, donde muestran el supuesto arreglo del país a sus amigos, con vídeos consumiendo licor, bailando y degustando apetitosas carnes asadas, para instarlos a regresar de esos países donde trabajan sin descanso buscando una mejor calidad de vida para ellos y sus familias, por supuesto que el final de los vídeos colgados en las distintas plataformas digitales, se observan las burlas, ya que su objetivo es animar a sus connacionales migrantes a regresar para que los que se quedan en Venezuela tengan ahora con quién llorar sus desgracias.

Los venezolanos caminan lento, como Jesús cuando cargó su propia cruz, su pesada carga la llevan con resiliencia, pensando en la esperanza de que su sacrificio servirá para cambiar su destino, magullado por un comunismo cubierto con una manta elaborada de socialismo del siglo XXI, y que llegó para quedarse a punta de muerte, manipulación, odio, mentiras y desunión.

Se acostumbraron al silencio, como los animales de los que habla Aristóteles, a la poca alimentación, a la falta de libertades, a la conformidad con su nueva forma de vida. Ojalá el nacionalismo venezolano sea semejante a un volcán dormido, y pueda que despierte con un leve ruido, para así retomar la senda de la libertad, del crecimiento económico y de la productividad a mano propia; sin misiles, sin granadas, sin tiros y sin los intereses oscuros de otros regímenes que dominan el planeta y llevan a sus pueblos a la sumisión voluntaria para sobrevivir físicamente, aniquilando su espíritu de hombres libres para transformarlos en animales de costumbres.

 

Foto/Tomada de la Internet

, , , , , , , , , ,
LOGO EL REGIONAL DEL ZULIA - BOTON PRINCIPAL

Suscríbete a nuestro boletín

Reciba nuestro resumen con las noticias más importantes directo a su buzón.