Vibrante montaje de Una Décima Paraute para celebrar el Día del Teatro
Dos motivos de trascendencia, enmarcaron, este lunes, el Día Mundial del Teatro, celebrado en el municipio Lagunillas, en el estado Zulia, con la puesta en escena de Una Décima Paraute, obra en homenaje y reivindicación al pueblo originario, que pobló, con sus palafitos, las orillas del lago hace más de diez mil años y, además, una forma de festejo hacia esta manifestación artística.
Con la sobriedad del negro, predominante en el vestuario y, los rostros evocando el colorido étnico en su maquillaje, los docentes, cursantes de la II Corte del Diplomado La Didáctica y Organicidad del Actor, entraron a escena, ante la vista curiosa de alumnos y la expectativa del personal de la UEN Francisco Antonio Zea, el lugar, donde esta pieza teatral, escrita por el decimista Dixón Rivera, dejó de ser inédita para convertirse en un registro histórico y teatral.
Desde lejos, una palma en vaivén, revelaba un gran cuerpo, los intérpretes, cual enredadera haciéndose paso en el camino, recitaban sus frases, mientras la décima, en cuentagotas de voces y gestos, se dibujaba. Y en el centro, firme y concentrado en el rasgado armonioso del cuatro, Rivera, el autor y también participante del montaje, presentado como parte del IV Festival Nacional de Teatro Escolar César Rengifo.
“Me sentí orgulloso de que hayamos podido escenificar con los valores, los elementos emotivos, del contenido histórico, antropológico, originario de esta obra, que reivindica, el derecho del pueblo añú Paraute a existir. Que nos recuerda la actuación de los sectores opresores, explotadores, que exponen su visión positivista respecto a la fundación de la ciudades que fueron, realmente, invadidas, saqueadas y víctimas de genocidio y etnocidio”, destaca Rivera, al revelar el sentir plasmado en su creación dramatúrgica.
Él no fue el único rebosante, tras la presentación, el director de la obra, Jhonathan Camacaro, recogía ese día, en vivo, cosecha por las horas de enseñanzas que, como facilitador del diplomado, le permitían en esos instantes ver agradables frutos en las actuaciones de sus estudiantes.
“Es una sensación de placer, disfrute. Ser facilitador me ha permitido conocer a los docentes, darles algunas técnicas, que podrán utilizar para impulsar el teatro en el municipio. Ha sido un trayecto muy importante, aún tenemos dos clases por terminar, dramaturgia y cuentacuentos, pero hemos dado la batalla, enfrentando nuestros miedos. Hemos construido, en equipo y edificado esta propuesta descolonizadora y teatral”, describía Camacaro, aún con el júbilo de un logro alcanzado.
También sonriente, Richard Nava, Enlace Intercircuital de Cultura de la Red Lagunillas I, resumía, en una frase, sus primeras impresiones. “Una excelente puesta en escena”. Después amplió sus comentarios “el montaje emotivo, de verdad bien significativo, bien hermoso. Mucha expresión corporal. Muy buen dominio de las voces, la puesta en escena bien impecable”.
Observar a los docentes desenvolverse en el escenario, causó su impacto en Meliana Moreno, de 13 años, estudiante de la UEN Francisco Antonio Zea, e integrante del grupo que, como anfitriones, abrieron el Festival Escolar.
“Me parece una obra muy bonita que los docentes formen parte. Es una obra linda que tuvo muchos detalles indígenas, maquillaje, mucho movimiento. Me gustó mucho sus participación”, expresa la jovencita.
Otra espectadora, Lourdes de Nava comenta los minutos tomados para apreciar la obra Una Décima Paraute. “Quedé encantada de la participación de la obra, sobre todo porque es importante conocer la idiosincrasia y los momentos históricos, que pueden vivir los habitantes. Estuvo muy interesante. Los felicito”.
Al cierre, los estudiantes de la UEN Blas Valbuena, invitados, presentaron un regalo musical con toque zuliano, exhibiendo un potencial vocal y en ejecución instrumental, digno de aplaudir.
Prensa Comisión de Educación y Cultura
