Especial.- La proliferación de vídeos generados por Inteligencia Artificial (IA), que imitan a periodistas entrevistando en situaciones de emergencia, está generando una profunda preocupación en el ámbito informativo y social, debido a la evidente precisión con la realidad.
Estos vídeos generados en procesos creativos con la IA, que ya son muy virales y que revolucionan las redes, demuestran que se está sobrepasando las barreras de lo imposible, mientras se achica las posibilidades de perceptibilidad del ojo humano para diferencial lo real de lo falso.
Herramientas como Veo de Google DeepMind, permiten crear estos clips hiperrealistas con presentadores virtuales, escenarios urbanos y diálogos sincronizados. Estos vídeos pueden parecer auténticos noticieros, pero son completamente fabricados. Diríamos que estamos frente a un realismo convincente, pero engañoso.
En los clips se ven supuestos periodistas en la calle, reportando cosas como huecos en las vías. Y de un momento a otro aparece una señora, como pasa a veces en la vida real. Se cae y queda tirada en plena escena. Cuesta diferencial la realidad sintética que se muestra.
Lo preocupante es que parece un noticiero real. Hasta el tono, la forma de hablar, las expresiones, son iguales a las de los reporteros. Aunque lo único que permite saber su veracidad son los aspectos graciosos o muy exagerados, que podrían pasar a convertirse rápidamente de una broma a un intento de estafa.
Estas imágenes fueron generadas con VEO 3, una nueva herramienta de IA que crea imágenes súper realistas. Con una calidad visual impresionante. A diferencia de otras, no son imágenes congeladas, ni videos mudos.
Esto es el combo completo. Caras que parecen de verdad, movimientos precisos, boca sincronizada con el audio, ambientación, todo.
Aunque sea una innovación de locura por parte de la IA, también asusta, ya que se observan y se piensan muy reales, pero no lo son.
Esto plantea un riesgo serio cuando se usan para difundir narrativas falsas durante crisis o elecciones, manipular emociones con escenas de “emergencias” que nunca ocurrieron y generar confusión entre sátira, ficción y realidad.
¿Afianzan las Fake News? Absolutamente sí
Estas herramientas no solo refuerzan las noticias falsas existentes, sino que las profesionalizan. Ya no se trata de un texto mal escrito o una imagen borrosa: ahora son “noticieros” con presentadores creíbles, escenografía y narrativa convincente.
Son reporteros falsos, de esos que preguntan ¿qué opina usted? Y aunque los vídeos falsos no son nuevos, el nivel de exactitud que han alcanzado ahora, sí lo es.
La línea entre lo real y lo artificial se vuelve cada vez más difusa. Esto provoca una erosión de la confianza pública, al desconfiarse de los medios tradicionales, ya que el público duda de todo lo que ve, además de generar una fatiga informativa, donde las personas se desconectan por no saber qué creer, sintiéndose vulnerados ante la manipulación, que pueden llevar a cambios de opinión, especialmente en contextos polarizados.
Motivaciones económicas y virales
Muchos creadores usan estos videos para monetizar la indignación. Al abordar temas sensibles como migración, guerras o política, logran viralidad y ganancias por visualizaciones. Las plataformas sociales, al priorizar contenido emocionalmente cargado, amplifican este fenómeno.
Definitivamente, la desinformación se nos está metiendo por los ojos.
¿Ya los habías visto?
Estos vídeos son una poderosa herramienta que puede ser usada para informar o manipular. Todo depende de la intención detrás.
¿Qué se puede hacer?
Lo esencial sería iniciar una campaña de educación mediática, para enseñar a identificar marcas de agua, inconsistencias visuales o fuentes dudosas, realizar una verificación activa en plataformas como DW Verifica y AFP Factual, que están monitoreando estos contenidos e impulsar una regulación ética donde se discuta la necesidad de etiquetar obligatoriamente los contenidos generados por IA.