VOTAR ES NUESTRA LEGÍTIMA DEFENSA

POR: ING. GOLFREDO DÁVILA

Suele decirse que la política es muy dinámica por los cambios constantes que se presentan tanto de la realidad, como entre los actores políticos. Pero actualmente en nuestro país ese dinamismo no se le adjudica sólo a los activistas políticos, es la sociedad entera la que está marcando el rumbo de la política. Hemos visto procesos electorales muy intensos y otros con alta abstención en los que se desestima el voto, lo cierto es que para el 28 de julio el voto pasó a ser una necesidad de primer orden, porque se dirime democracia vs dictadura, o si continúa el saqueo, la destrucción y el hambre o se apuesta al cambio para reconstruir el país.

Siempre hemos dicho que el voto es una de las tantas formas de lucha que contribuye a renovar y fortalecer la democracia, pero en esta circunstancia histórica rebasa ese objetivo porque pasó a ser la esperanza de vida de toda una Nación. No sólo estaremos sustituyendo un mandatario por otro, sino que votamos en legítima defensa, es un acto en defensa de la vida.

Se supone que votarán los que rechazan al régimen, los que aspiran un cambio de rumbo, pero más allá de ellos hay que motivar a los abstencionistas. Para estos últimos van estas reflexiones, algunos se abstienen porque rechazan la política, otros por no importarles lo que ocurre en el país. Muchos no saben que hoy la abstención o el voto nulo favorecen a la dictadura, o que se están desentendiendo de algo que por una u otra vía le afecta y, a eso le ha sacado mucho provecho la cúpula mafiosa. Igual sucede con los que hacen política renegando de la política, no han entendido que la misión y fin de la política es asegurar la vida en el sentido más amplio y que es necesario un cambio para que retornen los más de 8 millones de venezolanos que tuvieron que abandonar el país, a causa de las erráticas políticas.

Es la hora de romper la mayor marca del voto histórico en elecciones presidenciales que ha sido del 70% y conquistar el 80% de participación. Eso sucederá si todos decidimos dedicarle ese día al país. Romper ese récor es la mejor coraza en defensa del voto, así blindaremos el proceso y no habrá trampa que pueda doblegarlo. ¡Ojo! decir que la mejor defensa del voto es el voto, no significa desconocer lo vital que es tener los mejores testigos en todas las mesas electorales, y más por conocer lo tramposa y ventajista que es la dictadura. Si lo decimos es para evitar el triunfalismo, la clave es votar para ganar, además de impedir que nos usurpen el voto.

Ahora bien, el asunto no es solo votar y defender el voto, el país clama votar bien, eso significa descartar las candidaturas promovidas por el dictador para fracturar el voto opositor, la única alternativa destinada a cambiar el rumbo del país, es la que encarna el candidato unitario de la oposición Edmundo Gonzáles Urrutia.

Ing. Golfredo Dávila de Vanguardia Popular