Al mes unos mil venezolanos se regresan desde Argentina por la inflación
BUENOS AIRES.- La inflación y la inseguridad en Argentina han sido el detonante para que miles de venezolanos que emigraron a ese país hoy decidan regresar a territorio nacional.
Según una reciente publicación del diario argentino Clarín, el primero de enero de 2022, unos 30 venezolanos abordaron un avión en Ezeiza, para regresarse a Venezuela.
El medio de comunicación afirma que al menos 1.000 venezolanos regresan a su país mensualmente.
«Tras mucho pensar, muchas noches de desvelo y llanto de impotencia, de tantas veces postergar la decisión pensando que podríamos revertir la situación, nos volvemos a Venezuela. La ‘misión Argentina’ fue suficiente, no encontramos lo que veníamos a busca», dijo una pareja venezolana, tras 3 años en Buenos Aires.
Relatan que la inflación y el precio de los alimentos apuró su retorno: «No imaginábamos que sería tan compleja la economía argentina».
Aunque no hay datos oficiales, dos agentes de turismo que solo venden boletos a venezolanos explicaron a Clarín que muchos se regresan a Venezuela «y otros buscan mejores alternativas en Chile o Uruguay… Desde noviembre pasado calculamos que se están yendo unos 1.000 venezolanos por mes».
En el reportaje del diario argentino, también citan el caso de Dubraska Zurit (31) quien es abogada y lleva tres años en Argentina junto a su marido Carlos Romeo (41), ingeniero mecánico. Tiene dos hijos de diez y cuatro, y alquilan un dos ambientes en San Isidro. “Nos vamos, nos cansamos de remarla, regresamos a Venezuela con frustración, no era lo que imaginábamos, pero no podemos seguir aquí, ya no es vida esto”, explica la mujer, que se está recuperando de un tratamiento médico.
Hoy es Carlos quien trabaja y percibe el único ingreso: 55 mil pesos trabajando en una empresa de desinfección. “Tenemos un alquiler de 25 mil, más los impuestos, nos quedan un poco más de 20 mil pesos para comer y viajar cuatro personas el resto del mes. ¿Cómo se hace? Yo hice de todo, trabajé como encargada en una zapatería, tenía un cargo de mucha responsabilidad, me tenían en negro y me terminaron debiendo tres meses de un sueldo que ya era bajo: 25 mil pesos. Tuve tanto estrés que me enfermé con una pancreatitis”, describe Dubraska.
Por El Clarín
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