OPINIÓN

CAP: ABSUELTO POR LA HISTORIA    

POR: IRAIDA JOSEFINA VILLASMIL

No puedo menos que calificar de plausible la  idea de celebrar el Centenario del nacimiento del ex presidente de la República, Carlos Andrés Pérez,  por parte de un destacado grupo de emprendedores ciudadanos  quienes fueron sus amigos y seguidores.

Asistimos a un foro previo al gran evento central, llevado a efecto en el auditorio del Colegio de Médicos del estado Zulia, con el título de » Los jóvenes ante el futuro» que conformaron un grupo de panelistas de las nuevas generaciones en cuyas exposiciones reconocieron el significado histórico de la figura de quien,  hoy día, es considerado uno de los mejores Presidente que ha tenido Venezuela, porque tuvo una visión de progreso y desarrollo.

Todas las exposiciones de los panelistas fueron interesantes, pero me llamó supremamente la atención la intervención del joven Procurador General del estado Zulia, Dr. Daniel Ávila,  cuando inició  con una frase que calificó de dolorosa y fue la pronunciada por el ex Presidente Pérez cuando fue defenestrado por la entonces Corte Suprema de Justicia: «Hubiera preferido otra muerte» en lo que consideraron un dramático discurso de despedida en el cual se describió como «ni vencido ni derrotado».

Carlos Andrés Pérez acató el fallo del máximo  tribunal de justicia del país,  aun cuando sabía que se trataba de una conspiración política para sacarlo del poder por el cobro de viejas facturas, y desatendió, como lo expresará el Procurador en su exposición, la propuesta de las Fuerzas Armadas Nacionales que le ofrecieron respaldo absoluto para q siguiera gobernando si lo sacaban del poder pues sabían que se trataba de una perversa jugada política.

Pero CAP demostró  el respeto que sentía por las instituciones que soportaban el sistema democrático por el que tanto luchó al lado de Rómulo Betancourt y otros batalladores sociales contra la dictadura , acatando la sentencia de una institución que utilizó la justicia como un garrote político.

A Pérez le reconocen hoy día,  luego de analizar estas dos décadas perdidas de una tal revolución, como el mejor Presidente que ha  tenido Venezuela y, particularmente,  reconociendo la obra de los otros mandatarios  de lo que han dado por llamar la IV República,  también comparto esa opinión.

Sus reflexiones de ese momento tan difícil y crítico, fueron premonitorias. «Espero que esta crisis sirva para iniciar una rectificación nacional de las conductas  que nos precipitan  a impredecibles situaciones  de consecuencias dramáticas  para la economía del país y la propia vigencia del sistema democrático».

Nuestro Gobernador del Zulia, Manuel Rosales, gozó de la confianza de ese gran presidente que fue Carlos Andrés  Pérez y me atrevo a expresar que fue su aventajado alumno. De allí su energía para trabajar incansablemente y su creatividad para la promoción de obras sociales e infraestructura en beneficio de las comunidades zulianas.

Su obra en materia de salud no tiene parangón.  Se cuatriplicaron las camas hospitalarias durante su primer gobierno. Adelantó la nacionalización de  la industria petrolera anteponiéndola a la Ley de Reversión propuesta por Rafael Caldera porque sabía  que al llegar el momento estipulado para la reversión, el país recibiría pura chatarra porque nadie iba a invertir en obras para una industria que pasaría a manos del Estado venezolano en un tiempo perentorio.

Lo criticaron porque en su segundo gobierno se rodeó de los mejores técnicos en promoción del desarrollo, muchos de los cuales se habían formado en ese maravilloso programa que el Plan de Becas Gran Mariscal de Ayacucho. Los calificaron de tecnócratas,  pero andaban por el camino correcto.

A CAP se le debe   que hoy los venezolanos escojamos por vía del voto a los Gobernadores de estado. Un decreto suyo acabó con la elección a dedo por parte del Presidente de la República.

Fue el padre de la descentralización  otorgándole a los estados el manejo de infraestructuras como puertos, aeropuertos, puentes,  peajes carreteros, minerales no metálicos y piedras no preciosas.

Podríamos pasar mucho tiempo detallando su gran obra en beneficio del desarrollo de Venezuela y del pueblo. La historia, muy temprano, lo absolvió.

Iraida Josefina Villasmil

Legisladora /Presidenta del Clez        

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