viernes, marzo 29, 2024
PENSAR CON CRITERIOS

Carpe diem: Aprovecha el día

Quién no recuerda las lecciones del profesor de la academia Welton, Jhon Keating, en la célebre película “La Sociedad de los Poetas Muertos”. Recuerdo que cuando estudiaba la carrera de Comunicación Social en la ilustre Universidad del Zulia, la proyectaban como mensaje inspirador para los estudiantes de periodismo, y así poder guiarlos hasta convertirnos en librepensadores. Alguien que no tenga claro que las reglas siempre terminan rompiéndose, porque el accionar de la vida no es lineal, no podrá ser nunca un librepensador.

“Cuando lean, no consideren sólo lo que el autor piensa, consideren lo que ustedes piensan”, refería Keating a sus alumnos. Estas palabras son lo que se podría llamar la clave de la libertad. En estos tiempos de sumisión en el mundo, donde muchos nos rendimos ante la opulencia, ante la modernidad, nos tocaría pensar con libertad, qué estamos haciendo para cambiar al mundo, por qué no interpretamos de forma diferente lo que los poderosos quieren que pensemos.

Nos dicen que la izquierda, por ejemplo, es la panacea de la inclusión social para los más desposeídos; ahorita en el recién electo gobierno izquierdista de Colombia le dicen “los Nadie», Karl Marx le llamaba proletariado, la lumpen; otros los pobres, los sin techo, y paremos de contar; pero los nadie, nunca piensan que ese sistema de gobierno no es tan inclusivo como dicen, aunque miren sus costuras, porque piensan de forma adoctrinada; igualmente se dice que es el régimen democrático el que te garantiza las libertades civiles que necesitas, y lo aceptas, nunca piensas diferente, no le das otro matiz a lo que nos está pasando en todo el mundo, donde en estos regímenes democráticos también se violan las libertades civiles. Somos unos dominados sea cual sea el régimen que ostentemos. Si llegáramos a convertirnos en librepensadores otra sería la realidad de nuestros pueblos, por eso nuestra educación venga de donde venga, tenga las reglas y doctrinas que tenga, siempre será sesgada a favor del que domina. A nadie le interesa transformarnos en librepensadores. Tengamos nuestras propias convicciones y así seremos libres de pensamiento, alejando de nosotros el conformismo.

Si no estamos de acuerdo con nuestro sistema social, pues sencillamente pensemos y actuemos para cambiarlo. Caminemos diferente. Elijamos nuestro propio camino, no aceptemos imposiciones.

Nunca olvidaré sus palabras profesor Keating: recojan rosas mientras puedan.

Esa invitación que el extinto actor Robin Williams, personificando al insigne profesor, para que hagamos que nuestras vidas sean extraordinarias, debió estar enquistada en nuestros cerebros, al menos en el mío así fue. Por qué debió ser así, porque éramos para ese entonces, cuando se nos proyectó en el auditórium de la Facultad de Humanidades de LUZ esa aleccionadora película, aspirantes a periodistas, esa carrera que llamaba la atención de muchos por su prestigio, y no precisamente por el aspecto económico, sino por ser garante de una presencia activa en la sociedad. Nos apasionaba la idea de ser protagonistas de esa gran película social que se filmaba en Venezuela, y que es una producción diaria, sin fin. Una producción enserie que lleva más temporadas que el popular programa de TV estadounidense “La Ley y el Orden”.

“El rostro del pasado no es diferente al de ahora”, así se dirigía Keating a sus alumnos, para hacerles entender, que, en nuestro ayer reciente, cada uno de nosotros tenía sus ojos llenos de esperanzas, las mismas que ahora tienen nuestras generaciones de relevo; sin embargo, yo digo que nuestros ojos tienen una esperanza eterna, que nunca se marchita, que es la misma de ayer y será la misma de mañana. Aunque Keating decía “recojan rosas mientras puedan”, creo que siempre podremos, los periodistas no disipáremos nunca la esperanza de nuestros ojos, y nuestra palabra nos permitirá seguir recogiendo rosas temporada tras temporada, y solo cuando estemos tres metros bajo tierra se borrará la esperanza de nuestros rostros.

Aunque John Keating siga siendo el profesor que todos hemos querido tener, que despierte en nosotros la pasión, la inspiración, que nos convierta librepensadores y a lograr lo imposible, por el siempre hecho de aprovechar cada día, queda de los que seguimos su ejemplo darle continuidad a ese legado.

Sin duda alguna este maestro fue alguien de quien aprender creativas e interesantes lecciones. Fue y sigue siendo el mentor de los mentores. John Keating es un referente dentro del séptimo arte, y por supuesto nos enseñó uno de los mejores lemas que se pueden aprender en la vida: «Carpe Diem»: aprovecha el día.

Para hacer que nuestras vidas sean únicas y extraordinarias, antes que dejemos de respirar y nos pongamos fríos, como  Keating, solo debemos pensar, pero haciéndolo bien, y veremos que nuestros pensamientos direccionados hacia la libertad social cambiarán al mundo: no nos conformemos con lo ordinario.

John Keating: En mi clase aprenderán a pensar por ustedes mismos. Aprenderán a saborear la palabra y el lenguaje. Porque, a pesar de lo que les digan, la palabra y las ideas pueden cambiar el mundo.

 

 “Hay un momento para el valor y otro para la prudencia. El que es inteligente, sabe distinguirlos”.

Jhon Keating

 

Foto/Internet