Creación del Distrito Lagunillas… la anhelada autonomía municipal
De acuerdo a la Historia Regional, en 1884 se funda el Distrito Bolívar, conformado por tres (3) pueblos: Santa Rita, Cabimas, y Lagunillas, determinándose que la Villa de Santa Rita sería la Capital Distrital.
La era petrolera fue modificando el incipiente paisaje de estos pueblos y para la década de los años sesenta el Municipio Lagunillas contaba con una infraestructura comercial e industrial en pleno desarrollo que tenía perspectivas de crecimiento sostenido, a pesar de todo esto seguía adscrito al Distrito Bolívar al que tenía que rendirle cuentas y pagar tributos que escasamente se invertían para beneficio de sus habitantes.
En este orden de ideas, es necesario señalar que a partir de 1965 comienza a hablarse de la creación de un nuevo Distrito en la Costa Oriental del Lago, ello se producía a raíz de la Constitución en Municipio de la Comunidad de Bachaquero y sectores circunvecinos.
Pero será a comienzos de los años setenta, donde un grupo de ciudadanos, entre los que se encontraban dirigentes sindicales, líderes políticos, empresarios y benefactores, comienzan a asomar la idea de buscar la autonomía político territorial de Lagunillas.
El 27 de enero de 1972 en una reunión promovida por ACIL, importantes miembros
de la comunidad del municipio Lagunillas, representativos de diversos sectores, se
reunieron en la sede del Sindicato de Trabajadores Petroleros de Lagunillas, con el propósito de coordinar acciones para gestionar la conformación de un nuevo distrito
con los municipios Lagunillas y Valmore Rodríguez. De dicha reunión se conformó un Comité Pro-Nuevo Distrito Lagunillas, presidido por Pedro Gauna y cuyo secretario fue Omar Bracho.
En 1974 se decide que es necesario hacer mayor presión ante la indiferencia, falta de respuesta y resistencias que se seguían presentando. Ante tal situación Ezio Rinaldi, presidente de ACIL para la época, sugiere la creación de lo que se denominó el Comité Central Pro Distrito Lagunillas. Este comité logra establecer a fuerza de dialogo y estudios socio económicos los consensos necesarios ante los actores e instancias políticas que se oponían a la idea de convertir a Lagunillas en Distrito.
Con el transcurrir del tiempo Lagunillas demostró que estaba lista para ser autónoma. Fue así como un 4 de Agosto de 1978, la Asamblea Legislativa del Estado Zulia aprueba una nueva reforma, a la Ley de División Político Territorial, por la cual los municipios Lagunillas y Valmore Rodríguez, del Distrito Bolívar, fueron agrupados en un nuevo Distrito denominado Lagunillas con la autonomía administrativa correspondiente a dicha figura.
Al día siguiente, de alegría, entusiasmo y hasta euforia colectiva, el entonces gobernador del Zulia, doctor Guillermo Rincón Araujo, firmó el ejecútese a la reforma en acto público celebrado en la Calle Trujillo de Ciudad Ojeda.
La autonomía municipal significo la materialización de un derecho de la comunidad a participar a través de órganos propios en el gobierno y la administración de cuantos asuntos le correspondía. Pero mucho más allá, esta fecha simboliza el hecho más extraordinario protagonizado por la colectividad lagunillense, en ejemplo de unidad comunitaria, desprendida de otra pretensión o interés distinto a la justa aspiración de evolución y mejoramiento de nuestra calidad de vida.
Tal vez Lagunillas no se convirtió en el Municipio que soñaron aquellos que la anhelaban autónoma o dista un poco de ser lo que pretendían aquellos que festejaron en agosto de 1978, pero seguramente todos los que la han conducido, han puesto sus ideas y su esfuerzo para lograr hacer un mejor Municipio para los lagunillenses.
Considero que ha sido un gran desafío para nuestras autoridades conducir un Municipio donde el principal recurso económico que mueve la economía del país está acá, en estos lugares, en estos pueblos, en estas tierras y que ha sido de vuelto a cuentagotas.
Hoy día Lagunillas es mucho más que una porción de territorio en la Costa Oriental del Lago de Maracaibo. Lagunillas somos nosotros, con nuestras costumbres, con nuestra cultura y con nuestras buenas intenciones. Divulguemos nuestra historia. Eso nos hará sentir orgullosos de lo que somos y de dónde venimos, para decir con euforia donde sea que estemos ¡Soy Lagunillense!
Por Francisco Chávez
Cronista del Municipio Lagunillas
