PENSAR CON CRITERIOS

Cuando el pobre lava… llueve

Un fenómeno meteorológico que tiene en ascuas varios países sudamericanos, entre ellos Venezuela y Colombia, se está convirtiendo en una amenaza seria para las comunidades más vulnerables de estas naciones.

En Venezuela las torrenciales y constantes lluvias han dejado hasta ahora 92 víctimas mortales y una gran cantidad de familias damnificadas, sin hogares y sin algún miembro de sus familias, y hasta un caracol gigante africano amenaza con desatar contagios de meningitis, encefalitis, trastornos gastrointestinales,  inflamación de tejidos y hasta la muerte a quienes tengan sin precaución contacto directo con estos moluscos; y que según han reportado autoridades sanitarias, es uno de los caracoles más dañinos del mundo.

De acuerdo con las autoridades venezolanas, se trata de una “peste” de caracoles gigantes africanos que fue detectara en el oeste del país tras las fuertes lluvias que se registran en la zona. En Colombia el molusco ha sido avistado en los municipios: La Mesa, Mesitas del Colegio, San Antonio de Tequendama, Apulo, Anapoima, Viotá, Tocaima, Girardot, Guataquí, Ricaurte, Agua de Dios, Nilo, Fusagasugá, Pandi, Villeta, Sasaima, Nocaima, Quebradanegra, La Vega, Útica, La Peña, Guaduas, Caparrapí, Puerto Salgar, San Juan de Rioseco y Topaipí.

Las primeras «colonias» de este caracol (Achatina fulica) originario de la región subsahariana, fueron detectadas a principios de noviembre a orillas del Lago de Maracaibo en el estado de Zulia, y tras la alerta aparecieron otros focos en otras regiones ganaderas de la zona. También se han reportado en el vecino estado Táchira.

El alcalde Maracaibo Rafael Ramírez Colina a través de un tweet colgado en su cuenta @RafaelRamirezC advirtió: ¡Atención Maracaibo! Hago un llamado a la calma ante la alarma generada por la presencia de caracoles gigantes africanos en algunos puntos costeros de Maracaibo.  Los invito a no tener contacto con el animal, ya que a través de la piel transmite algunas enfermedades. ¡Atentos!

Se recomienda a los vecinos que observen la presencia de estos caracoles:

– No toque, ni manipule con las manos desprotegidas.

– Haga una adecuada disposición de los residuos orgánicos.

– Mantenga jardines, pastos y parques podados.

– No transporte ni comercialice estos animales.

– Lave con agua potable los alimentos que va a consumir.

– Enseñe a sus hijos los peligros de esta especie y cómo reconocerlos.

– Reporte su presencia ante la autoridad más cercana.

Como si no bastara con tener que lidiar con estos moluscos, a la emergencia se suma lo ocurrida el 17 de octubre en Maracay cuando se desbordó el río El Castaño arrasando todo a su paso, con saldo de 4 muertos y decenas de familias sin hogares; además de que 9 días antes se había registrado una tragedia más grave cuando al menos 54 personas perdieron la vida en un sorpresivo deslave en Las Tejerías, en la zona central de Venezuela, cuando debido a las fuertes precipitaciones se desbordaron los afluentes cercanos dejando casi sepultada bajo el lodo esta ciudad. Asimismo, hace apenas una semana al menos siete personas murieron a causa de un deslizamiento de tierra ocasionado por las fuertes lluvias en la localidad de Puerto la Cruz, en el estado de Anzoátegui, en el norte-este del país.

Las lluvias han causado daños de variada intensidad en, al menos, 14.000 viviendas -algunas multifamiliares- de Venezuela desde el 1 de abril, cuando comenzó el período de precipitaciones que ha incluido numerosos derrumbes, según el último reporte del Ministerio de Interior y Justicia.

En lo que las autoridades meteorológicas ven como un año «atípico», el fenómeno La Niña está afectando a Venezuela desde inicios de año y por ello llovió durante la temporada de sequía (enero-marzo). Las precipitaciones se intensificaron en abril, cuando arrancó la temporada de lluvias y a ello se han sumado vaguadas, tormentas y coletazos de huracanes, como Julia.

Expertos del departamento de Meteorología e Hidrología de la Universidad Central de Venezuela (UCV) estiman además que este año será el «quinto o sexto» más lluvioso de los últimos 70 años.

El Estado a través de distintas instituciones, informa en una nota de prensa oficial que cita declaraciones del ministro de Interior, Remigio Ceballos, que ha atendido en los últimos siete meses a más de 26.000 familias que resultaron afectadas por inundaciones y deslaves en 14 de los 23 estados del país.

Bien lo dice el refrán: cuando el pobre lava, llueve.

Venezuela que venía registrando una leve recuperación económica, ahora una fuerte arremetida de la naturaleza mantiene en zozobra a todo su población, y para colmo de males el régimen de Nicolás Maduro que estaba a punto de inclinar la balanza hacia una elección presidencial adelantada, lo que daba una instantánea esperanza de que en este país sudamericano pudiera lograrse el cambio que muchos esperan, ahora está presentando la situación provocada por las lluvias como excusa para recibir ayuda de los grandes organismos internacionales que sabemos a dónde va a ir a parar todo ese dinero: a una nueva campaña de engaño y de cambio de dádivas por votos.

En Colombia la ola invernal ha obligado a decretar la emergencia nacional debido a que las fuertes precipitaciones mantienen en riesgo a gran parte del país. Las lluvias no cesarán hasta final de año e incluso, principios del 2023. El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales colombiano (Ideam), advierte que las lluvias, provocadas por la crisis climática, está afectando seriamente al país, donde se contabilizan hasta el momento 268 muertos, 765 poblaciones afectadas, 281 heridos y 37 personas desaparecidas; y los derrumbes en las principales vías de acceso a algunas de sus regiones están a la orden del día. Poblaciones completas navegan entre las aguas para poder recorrer sus calles. Tanto en vías como en zonas rurales se han reportado deslizamientos, además, afluentes hídricos del occidente y norte del territorio nacional han crecido en su caudal, obligando a las autoridades a continuar con una vigilancia constante.

Las alertas naranja y amarilla han sido emitidas por las entidades colombianas responsables, pues se busca mantener alerta a la ciudadanía ante cualquier reacción, esto con el fin de evitar riesgos en la comunidad.

Las afectaciones más severas se han registrado en gran parte de la región pacífica colombiana, en sectores del sur del Chocó, en Valle del Cauca y Nariño, en la Región Andina, en Caldas, Risaralda y Quindío, en sectores de Antioquia, Norte de Santander, Cundinamarca y también se han venido intensificando en Tolima y el Huila.

Aunque la idea es no dejar de lavar por temor a la lluvia sí hay que estar alerta y evacuar las zonas de riesgo ante cualquier amenaza climática. Se espera que el sol salga para todos luego de este ataque natural que amenaza sin clemencia a una gran parte de las poblaciones más vulnerables.

Foto/ Redes Sociales

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