CABIMAS. Cada 7 de octubre, la feligresía de Cabimas y de toda la Costa Oriental del Lago, se une con los lazos del amor y de fe para celebrar con gozo mariano el día de su Santa Patrona, Nuestra Señora del Rosario, elevando plegarias y oraciones a la madre de Dios.
Actividades para el Día de la Virgen
Desde las ocho de la mañana de este miércoles 7 de octubre se realizará una solemne misa, a puertas cerradas, en honor a la Santa Patrona del pueblo de Cabimas y de la Diócesis de la COL, presidida por el obispo monseñor Ángel Francisco Caraballo, en un acto a puertas cerrada que sólo contará con un grupo de sacerdotes y de algunas personas que fueron invitadas, tomando en cuenta el protocolo de bioseguridad por el tema de la pandemia, según manifestó el padre Gustavo Lizcano, encargado de la Catedral de Cabimas. El Párroco expresó que a las nueve y media de la mañana estará la imagen de la virgen expuesta en el altar de la iglesia para la veneración de la feligresía hasta las dos o tres de la tarde y a las cinco de la tarde se hará la misa con otro grupo de files que básicamente son parte de la vida de la catedral.
Los pobladores han venerado a la santísima Virgen María en su advocación de Nuestra Señora del Rosario desde el siglo XVII. Según algunos relatos, la imagen venerada apareció en un barco abandonado a las orillas del Lago de Maracaibo y fue merecedora de cultos en una pequeña ermita de palmas de coco, justo en el espacio donde está la plaza Bolívar.
En 1829, la señora Juana Villazmil, donó la iglesia de Nuestra Señora del Rosario que fue la primera iglesia de Cabimas. En 1840 dicha iglesia fue elevada a parroquia y en 1965 a catedral con la creación de la Diócesis de Cabimas y la ordenación de su primer obispo. El 26 de julio de 1990 fue coronada como reina y madre de todos los pueblos de la Costa Oriental del Lago por el papa Juan Pablo II y monseñor Oriano Quillici.
Festividades
Cada año los devotos de la Virgen del Rosario acuden con gran regocijo a las fiestas patronales en su honor, sin embargo este año ha sido diferente por la pandemia del Covid-19. El 26 de septiembre bajó de su altar, en una ceremonia que se llevó cabo de manera virtual.
Hisotria de la Virgen del Rosario
En el año 1208 la Virgen María se le apareció a Santo Domingo y le enseñó a rezar el Rosario para que lo propagara. El santo así lo hizo y su difusión fue tal que las tropas cristianas, antes de la Batalla de Lepanto (7 de octubre de 1571), rezaron el Santo Rosario y salieron victoriosas.
El Papa San Pío V en agradecimiento a la Virgen, instituyó la fiesta de la Virgen de las Victorias para el primer domingo de octubre y añadió el título de “Auxilio de los Cristianos” a las letanías de la Madre de Dios.
Más adelante, el Papa Gregorio XIII cambió el nombre de la Fiesta al de Nuestra Señora del Rosario y Clemente XI extendió la festividad a toda la Iglesia de occidente. Posteriormente San Pío X la fijó para el 7 de octubre y afirmó: “Denme un ejército que rece el Rosario y vencerá al mundo”.
Rosario significa “corona de rosas y, tal como lo definió el propio San Pío V, “es un modo piadosísimo de oración, al alcance de todos, que consiste en ir repitiendo el saludo que el ángel le dio a María; interponiendo un Padrenuestro entre cada diez Avemarías y tratando de ir meditando mientras tanto en la Vida de Nuestro Señor».