“Desde el punto de vista humano lamentamos la muerte de cualquier persona, sin embargo, yo en este momento quisiera rendirle un homenaje solidario a las mujeres que no se tapan la cabeza, a las mujeres que no bajan la mirada, a las mujeres que quieren estudiar, a las mujeres que quieren ser iguales. Hasta aquí mi intervención”. Bruno Gallo, diputado de la Asamblea Nacional chavista venezolana.
Pausa larga, ojos furibundos, respiración profunda, risa cínica, arrecha… a flor de piel. Imagen: El rostro de Jorge Rodríguez, presidente de la seudo Asamblea Nacional chavista.
“Yo voy a solicitar por groseras, por inoportunas, por inadecuadas, por absolutamente ausentes de solidaridad hacia una tragedia ocurrida a un pueblo hermano que ha sido solidario, generoso y compasivo con Venezuela; que se retire del acta correspondiente la grosera intervención del diputado Bruno Gallo- aplausos- y esta junta directiva se reserva, tal como está establecido en el Reglamento Interior de Debates de la Asamblea Nacional, sanciones correspondientes a los derechos de palabras del citado diputado. Diputado Jorge Rodríguez.
Así fue el momento en el cual el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Jorge Rodríguez, ordena censurar y sancionar al diputado Bruno Gallo por rendir un homenaje a las mujeres oprimidas en Irán, durante el debate de un acuerdo sobre la muerte del presidente iraní, Ebrahim Raisí.
Que les puedo decir que no se imaginen ustedes…
El régimen de Nicolás Maduro es defensor a ultranza de sus aliados e Irán es uno de ellos. Con el país en manos de un liderazgo autocrático que ha firmado con Irán convenios de cooperación a cambio de apoyo ideológico, armas y especies; pues no se esperaba una reacción diferente, pero de allí hasta llegar al punto de que la disidencia dentro del mismo chavismo sea vapuleada, censurada y amenazada de esta forma; es grave y violatoria.
Hay una línea muy delgada entre lo que Jorge Rodríguez llama respeto a los reglamentos internos de este órgano deliberante y la violación flagrante del derecho de los diputados de exponer sus puntos de vista sobre los acuerdos que se vayan a discutir para su posterior aprobación dentro de la Asamblea.
No se puede explicar de otra forma que no sea una acción dictatorial. Es igual a cuando el perverso Kim Jong-un, el dictador y líder supremo de la República Popular Democrática de Corea del Norte, ametralla a su tío en la plaza pública por que sospechaba que podía intentar serrucharle una patica del trono.
Así actúan los autócratas a quienes no les importan las consecuencias de la aplicación de su poder; además de siempre asegurar que lo hacen apegados a las leyes.
Podría decirse que la intervención de Gallo fue inoportuna; pero él está en su derecho de no apoyar a un régimen como el de Irán, al que evidentemente el diputado Gallo considera violador de los derechos humanos.
A viva voz y por escrito se sabe que los ayatolás mantienen una obcecada prohibición de libertados a su población, siendo la femenina la más afectada. Creo que el diputado Gallo realizó su intervención pensando en sus hijas, en su esposa y hasta en su mamá, cuando quiso rechazar la propuesta de exaltar a un dictador religioso que tanto daño a hecho a su gente solo porque fue llamado a otro reino. La muerte no lo exime de sus atrocidades.
O es que nadie se acuerda que la periodista y activista por los derechos humanos iraní Narges Mohammadi, ganadora del Premio Nobel de la Paz, quien está privada de la libertad en una cárcel de Teherán, y a quien el régimen de los ayatolás la ha arrestado 13 veces, la ha declarado culpable en cinco ocasiones y la ha condenado a un total de 31 años de prisión y 154 latigazos, por su lucha contra la opresión de las mujeres en Irán y por promover los derechos humanos y la libertad para todos.
O acaso olvidan la muerte de la joven kurda Mahsa Amini bajo custodia de la policía moral iraní, apresada antes por violar reglas de vestimenta al no usar el hiyab.
El caso del futbolista profesional iraní Amir Nasr-Azadani, condenado a 26 años de cárcel por supuestamente haber atentado contra tres funcionarios de seguridad durante las protestas en su país a favor de los derechos de la mujer, y que, tras la presión internacional se le revirtió una pena de muerte por este delito; es un recuerdo muy cercano.
Si los demás lo olvidan el diputado Bruno Gallo no lo hace; sin embargo, creo que no era el momento de hacer enojar al todopoderoso “Jorgito”, quien tiene siempre su daga afilada de poder en la Mano para enterrarla sin compasión a quien ose contradecir su ideología barata sacada por los pelos de una revolución que, lejos de cambiar paradigmas sociales, destruyó el sentir patriótico de un montón de venezolanos.
Las autoridades iraníes, según Amnistía Internacional apenas en el 2022 aprobaron la pena de muerte para al menos 21 personas en simulacros de juicio destinados a intimidar, que participaron en el levantamiento popular que lleva agitando Irán, y a disuadir a otras personas de unirse al movimiento, a quien se les niega el derecho a acceder a un abogado de su elección desde el momento de la detención y mientras duren la investigación y los procedimientos judiciales.
Queda entonces esperar cuales serán esas duras sanciones que recibirá el diputado Gallo por atreverse a recordar que la justicia no solo es terrenal sino también divina, y el presidente y sus sequitos muertos en ese terrible accidente aéreo no era precisamente hermanitos de la caridad.
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