DESTACADOPENSAR CON CRITERIOS

La era arcoíris Ser o no Ser

 

El ser humano por naturaleza es sugestivo a sus creencias, a sus deseos, a lo que da por sentado. Es un ser de ver para creer y crear; de allí que hoy lo vemos creyendo y creando, entre tantas cosas, conductas; que, si no son bien moldeadas, van camino a transformar las sociedades en un completo absurdo, donde nadie sabrá quién es realmente. Esto es alarmante, sin embargo, nadie parece estar viendo la paja en el ojo ajeno.

En esa cuestión indecisa del «ser o no» del que habla Shakespeare, aunque se refiera a cuestiones existenciales, pudiéramos relacionarla con el género del ser humano; de allí que nos encontramos con una parte de la población que paso a paso está logrando sus objetivos descifrando ese mundo confuso de la existencia, que ya no es invisible y ahora pinta, ligero y libre, su vida de finos modales y brillos labiales o viceversa transforma su delicadeza en un recio andar con voz de trueno.

Sí, hablo de la homosexualidad, pero no sólo en lo referente a la cuestión de nacer con inclinaciones sexuales contrarias a tu género sino de la evolución que estamos viendo basado en la moda.

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Esta condición humana basada en la orientación sexual y desarrollo mental distante a lo que aspira un templo de vida, está jugando su juego, y en esa “era arcoíris”, que notamos agrandada, fortalecida en derechos y la que nos arropa acercándonos a su terreno; nos está llevando a que pronto no sepamos quién es quién. De repente, muchos salen del closet tomándonos por sorpresa, porque antes alineaban su apetencia sexual al género contrario, es decir eran heterosexuales, puede que siguiendo estereotipos mal interpretados; y no me refiero solamente al mundo artístico sino en todos los ámbitos de la sociedad. La cuestión, no la de Shakespeare sino la del fondo de esa forma; es lo que debemos detenernos a mirar y a reconocer que las cosas no están yendo en la dirección correcta.

Hay que hacer un alto en el camino para que entendamos que debe haber una comprensión clara sobre esta cuestión, y sobre todo desenredar ese enjambre de conjeturas que la envuelve, para sencillamente definir paradigmas sociales y genéticos, dejando así de confundir la chicha con la limonada. Una cosa es la apetencia sexual, cualquiera sea, y otra la autotransformación, por presunción o moda, en un género que no es el tuyo, o al menos sentirte atraído y entrar en ese mundo de postizos y plumas sin una definición exacta de lo que se desea al tomar esas nuevas y diferentes vidas.

Si Alicia fuese andando por sus caminos de fantasía toda confusa, confiaría en su conejito del reloj para que le indique el camino, sin embargo, en el mundo real somos nosotros mismos que debemos determinar con precisión temprana “si somos o no somos”, y sin pretender que las sociedades se conviertan en lugares de perjuicios sociales tan graves y de consecuencias inimaginables, rechazando o aceptando este tipo de enredo social, donde debe haber un límite. Retomemos el cauce porque la enajenación humana amenaza con blandir su espada en nuestro costado y obligarnos a creer en espectros y no en seres reales, sin que nos demos cuenta dónde comienzan sus derechos y dónde terminan los nuestros.

La homosexualidad data desde que el mundo es mundo, pero no orientado hacia un disfraz sexual sino hacia el disfrute carnal. Si escudriñamos en la historia encontraremos la verdad sobre cómo era y qué era el deseo carnal en nuestros antepasados, para así establecer un punto de partida de esta condición humana que tanta tela tiene para cortar.

Quién empezó el desmadre… el sexo libre, la bisexualidad, la homosexualidad, las ganas de experimentar nuevas experiencias sexuales; no lo sabemos, pero intentamos averiguarlo.

Parece que la detonación que provocó Ricky Martin al declararse abiertamente “gay” en 2010, fue más fuerte que el discurso de Martin Luther King Jr. “I have a dream” (Yo tengo un sueño), cuando habló de su deseo de un futuro en el cual la gente de tez negra y blanca pudiesen coexistir armoniosamente y como iguales, ese 28 de agosto de 1963 desde las escalinatas del Monumento a Lincoln durante la Marcha en Washington por el trabajo y la libertad. Fue un momento definitorio en el Movimiento por los Derechos Civiles en Estados Unidos. Discurso considerado como uno de los mejores de la historia y del siglo XX.

Por qué se trae a colación esta situación, porque, el que se tratara de alguien como Martin, reconocido, asediado por a un montón de mujeres y considerado un icono sexy, desencadenó o desinhibió a muchos que querían salir del closet, o que se encontraban atrapados en el límite de ser o no ser de nuestro amigo Shakespeare. Fue su referente más visible.

Desde hace varias décadas se vienen dando de una u otra forma otros casos que han sido referencia para la comunidad homosexual, al menos en Latinoamérica, y aunque su repercusión ha sido discreta, sí han sido detonantes motivacionales para atreverse a mucho más, dando un matiz más popular a lo referente a libertad de género.

Para entenderlo hay ejemplos: Frida Kahlo, pintora mexicana que dio abiertamente a conocer su tendencia bisexual. Ella amó intensamente a su gran amor Diego Rivera, pero eso no la cohibió de disfrutar del sexo de Chavela Vargas, la Dama del Poncho rojo, y otras tantas; sin embargo, la diferencia está en que su conducta era dirigida sólo hacia la satisfacción en la cama, más no hacia su personalidad, que siempre fue vista con aires feministas.

Asimismo, el boxeador profesional puertorriqueño Orlando Cruz, que se mantuvo invicto durante nueve años. Llegó a participar en los Juegos Olímpicos de Sidney en el año 2000. En el año 2012, se convirtió en el primer pugilista profesional de élite en declararse abiertamente homosexual. Cruz emitió un comunicado dónde decía: “Siempre he sido y seguiré siendo un orgulloso puertorriqueño. Siempre he sido y seguiré siendo un orgulloso hombre gay”. La polémica que causó al salir al ring usando los colores de la bandera de la comunidad LGBT+, en vez de la bandera de Puerto Rico, aún es tema de discusión, aunque posteriormente se disculpó, ya que los espectadores se sintieron ofendidos por considerar una falta de respeto a la bandera de Puerto Rico.

La cuestión cada vez se torna más confusa, porque ser gay se ha ido transformando en un cambio no sólo mental sino físico. Por qué si se desea mantener relaciones carnales con alguien que nos atrae, y que es de nuestro mismo sexo, tenemos hasta que cambiar nuestro aspecto y llegar a transformarnos en pantomimas de hombres o mujeres.

El problema no es la libertad de género, sino que el incremento de la diversidad de género se está convirtiendo en una moda, no en una condición humana, no criticable. El incremento de esta parte de la población, disminuida y segregada por muchos años, es preocupante, porque está provocando cambios existenciales y de personalidad en muchos individuos, entre ellos, niños y jóvenes, que, si no son atendidos con seriedad y realidad de contexto, en poco tiempo no se sabrá si nacemos hembras o varones.

La lista es larga a la hora de ejemplarizar casos anormales relacionados con este tema en este mundo actualmente abierto a la diversidad de género.

El caso de Angelina Jolie, a quien su hija, que nació hembra, desde muy chica se comportaba como varón. Esto sucedió hasta su adolescencia, momento en que retomó el sendero de la feminidad. Esto nos deja en la palestra pública la pregunta: ¿Qué hubiese sucedido si la decisión no hubiese sido esperar a que ella, con la libertad que le da la vida, decidiera si quería ser hembra o varón? Aquí está claro que sí es cuestión de darnos tiempo para definir cuál es nuestra atracción a la hora de satisfacer nuestras creencias de género en cuanto a nuestra sexualidad.

Otro caso que nos llama a la reflexión fue el caso del canadiense David Reimer, quien fue usado como conejillo de indias en un experimento sobre identidad de género, para determinar la influencia de la sociedad en la identidad sexual, llevada a cabo por el doctor Jhon Money, en la Universidad John Hopins de Boltimore, quien actúo con el consentimiento de sus padres.

David descubrió a los 15 años que nació varón y que fue transformado en mujer antes de cumplir un año de vida. Abrumado y confundido pidió revertir todo el tratamiento hormonal y la cirugía de resignación de sexo que se le había practicado, llegando a intentar llevar adelante una vida normal. Se casó, pero no pudo concebir hijos, comenzando a sufrir una fuerte depresión que a los 39 años de vida lo llevó al suicidio. El resultado del experimento del doctor Money, que al principio fue calificado de exitoso, fracasó.

David tenía un hermano gemelo y la idea era realizar un estudio comparativo utilizando la crianza de los dos niños. David recibió además de la terapia hormonal y la cirugía de resignación de sexo, sesiones psicológicas que le hicieron mucho daño. El doctor Money estaba seguro de que las creencias de los padres y la sociedad era lo que dictaba la formación de la identidad sexual, y esta se iba creando en las diferentes etapas del crecimiento.

El trauma ocasionado a Reimer, a quien le hasta cambiado el nombre por Brenda, fue tan severo, que desarrolló esquizofrenia tras soportar una terrible depresión. El único resultado obtenido con los experimentos de Money fue: lo que se hace con la mente es peor que lo que se hace con el cuerpo.

La idea de reflexionar sobre este tema, es ayudar a la causa instando al ser humano a no seguir creando pantomimas de hombres o mujeres, y por otra parte a que dejen de lado la intención de jugar a ser Dios.

Este ir y venir en lo que se refiere a la homosexualidad conocida desde la antigüedad, sólo se espera que quienes, por análisis o presunción, lleguen a expresar nuevas teorías sobre el tema, no corran la misma suerte que el filósofo griego Sócrates, ejecutado por envenenamiento, siendo acusado de corromper la moral de la juventud en el año 399 antes de Cristo, al tratar según sus verdugos de introducir nuevas deidades a la sociedad griega y alejar de los principios democráticos a los jóvenes, al tratar abiertamente el tema de la sexualidad.

Lo que sí está bien claro en este parte del cuento es que la crianza nunca se impone a la naturaleza. Si naces con apetencias sexuales distintas a tu género, pues ese será el camino, sólo que la idea es no convertirse en un gay aspirante a hombre o mujer. El deber ser es asumir nuestro género humano por disposición divina, de lo contrario, asumamos la consecuencia de ser distinto dentro de una sociedad en gran parte heterosexual.

El Poder en la Roma, Grecia o Egipto, antiguos, habló primero. Llevó a la normalidad la relación carnal entre iguales, pero eso no impidió a que Alejandro Magno ganara decenas de batallas y sea conocido como uno de los más fuertes guerreros de la humanidad ni que concibiera dos hijos y tuviese tres esposas, pero también un amante hombre a quien amó con locura. ¿Qué pasó entonces con la condición humana de sostener relaciones carnales con nuestros iguales? Pues muchas cosas, pero más aún, creencias, que llevan a esta parte de la población a mantenerse contrario a su género ante el mundo.

La no pecaminosa ni vergonzosa «historia homosexual”, es sólo una historia que incluye la orientación sexual del individuo. Las relaciones del mismo sexo eran consideras como otra simple expresión de la sexualidad humana en la cultura de civilizaciones antiguas, que, según estudios relacionados al tema, cambió un poco con la llegada del cristianismo, inquisidor de estas relaciones, no porque estuvieran «erróneas» sino porque estaban asociadas con otras creencias y prácticas.

Se puede leer en los análisis sobre el tema, que «en el mundo antiguo no había necesidad de distinguir la actividad sexual con el mismo género de la del sexo opuesto, ni tampoco se atribuía ningún oprobio social al género; en cambio, la ignominia estaba reservada para los actos sexuales pasivos. No había necesidad de una palabra como homosexualidad, porque el concepto de ella no existía».

Citando referencias bibliográficas sobre esta cuestión, “los términos homosexual y heterosexual, de hecho, no fueron acuñados hasta el siglo XIX en 1869, ambos por un hombre homosexual, el escritor austríaco Karl-Maria Kertbeny (v. 1824-1882), quien ideó el término en un intento por normalizar y defender las relaciones entre personas del mismo sexo que habían sido criminalizadas por el gobierno prusiano. Sin embargo, antes del surgimiento del cristianismo, nunca se había hecho ninguna distinción, cuyo argumento habría parecido absurdo para el mundo antiguo y precristiano, porque ya eran ampliamente aceptadas».

El escritor inglés Colin Spencer comenta en uno sus artículos relacionados a la historia de la homosexualidad, que las dos primeras parejas homosexuales provienen de la literatura y la mitología griega y, por lo tanto, no son históricas, pero sugieren el paradigma de la aceptación generalizada de las relaciones entre personas del mismo sexo sin ningún indicio de prejuicio o juicio. “Homero en su descripción de la relación entre Aquiles y Patroclo no los detalla explícitamente como homosexuales, pero proporciona suficientes señales en el contexto que, alrededor de los siglos IV y V a. C., serían considerados como tales por los escritores”, dijo Spencer.

Explica Spencer en su texto, que “Aquiles y Patroclo son dos personajes muy bien conocidos por la Ilíada de Homero (siglo VIII a.C.) en la cual son descritos como amigos muy cercanos quienes crecieron juntos y se unieron a la expedición de los griegos micénicos en la guerra contra Troya. Cuando Agamenón líder de los griegos, se lleva a Briseida amante de Aquiles sin su consentimiento, Aquiles se retira de la batalla, entonces los griegos sufren derrotas, hasta que Patroclo se pone la armadura de Aquiles y dirige a sus hombres a la batalla. El príncipe troyano Héctor mata a Patroclo y Aquiles venga su muerte matando a Héctor y deshonrando su cuerpo. Patroclo se le aparece a Aquiles en un sueño y le pide que sean enterrados juntos; el dolor que muestra Aquiles por la pérdida de su amigo sugiere una conexión muy íntima. En la época de Platón (v.428/427-348/347 a. C) se creía que los dos eran amantes como lo dejo claro Platón en los diálogos del Simposio. La relación de Aquiles con Briseida se ha interpretado en la actualidad como si él fuera bisexual, pero esto es un concepto moderno. Las relaciones sexuales con personas de ambos géneros o, en algunas culturas, un tercer género se consideraban simplemente sexo”.

Vayamos al fondo del asunto, sabemos que el poder; saberte apto y libre para tener sexo cómo y con quién desees, es el iceberg de esta historia, aunque como suele suceder, un poder mal manejado nos lleva a padecer de la crueldad de su mala aplicación, eso lo sabemos, pero ahora el poder, en este caso el político, juega otro papel y no es otro que ejemplarizar. Así tengas poder no puedes manifestar conductas contrarias a tu género genético, mientras que en la antigüedad no importaba como llevaban los políticos sus vidas sexuales en la actualidad es señal de respeto e imagen adecuada ante la sociedad.

Desde la época de la Roma antigua con Nerón a la cabeza, se creía que, si tienes poder, puedes elegir con quien acostarte, es entonces que los poderosos regían tu capacidad de elegir con quién se esté o se lleve a la cama. Ahora la sociedad está tan lejos del manejo de las conductas humanas, que vemos al poder dando luz verde a la transgresión del género, y a padres metiendo la cabeza como tortugas cuando ven actitudes diferentes desde un inicio en sus niños, negándose a atender y entender con claridad si sus hijos son o no gays. Cuando lo descubren casi siempre se arropan con la triste referencia de que una buena orientación pueda sacarlos del trance de creerse atrapado en un cuerpo ajeno, sin darse cuenta de que el problema es tan complejo por llevar inmersos aspectos culturales, de creencias, de gusto, de modernidad, y en un muy pocos casos, biológicos.

Pero también sabemos que hay homosexuales sin poder y sin dinero suficiente; pues resulta que el poder no es solo financiero, también es emocional, y ahí vamos al bumerang Ricky Martin. Desde que nacen y comienzan a madurar asumes tu opción de elegir. Naces libre y tú escoges, seas pobre o un rey egipcio.

Un niño que comienza a madurar sus creencias, puede ver a su alrededor que los modales suaves y apacibles de una mujer, bien sea su madre, hermana, vecina o una hermosa marcianita, son más placenteros para él, y como carga o alinea sus pensamientos hacia esa parte de la balanza, olvida llenar lo que por ley divina le fue asignado como sexo, pues !zass¡ la revienta por el lado contrario.

Una ley universal es la polarización. Si utilizamos el argumento que define esa ley encontramos que la vida cotidiana está polarizada entre el polo que acata las reglas sociales y lleva un hilo conductor entre lo que vino a ser al nacer, que es desarrollar su género adecuadamente; y el que cree que su libertad divina le da el derecho a ir contra su género y escoger el contrario, por placer o por moda, y quizás por desajustes biológicos. Entonces os digo, como decía nuestro mesías Jesús; quién hace o dice quién eres: Tú decides, y es así como vemos a muchos, siendo sin ser.

Como lo podemos ver no es un tema nuevo, no es cuestión de saber qué hacer, porque no es mucho lo que se puede hacer, pero la cuestión sí es, ser o no ser.

Vemos en el mundo un gran movimiento “Arcoíris” que cada vez toma más fuerza. Están con mucha frecuencia moviendo la vela a su favor, ganando mucho terreno diría yo.

Es un rol individual saber qué hacer con el tipo de atracción sexual que manejes, dado por el Universo para tu regocijo interno, pero aquí las creencias juegan un rol muy importante, llegando a convertir esa atracción, en una atracción de iguales.

Esa fina línea entre la heterosexualidad y la homosexualidad es difícil de atravesar, pero en estos tiempos modernos, lo atrayente ante el bum de la vida pública canalizada a través de los medios digitales, está convirtiendo a la humanidad en metaversos futuros, cuyo avatar será una nueva especie sin definición de género, aunque parezca exagerado o fantasioso pensar que esto llegue a ser una realidad.

Esta historia, la del joven Rómulo, habla mejor sobre ese «ser o no ser» en el que muchos están inmersos.

Rómulo, un estilista venezolano que salió del closet a los 18 años, y quien se identifica ante sus familiares y amigos como la Diva Ro, intentó ocultar su condición sexual por temor a sus padres, que eran muy conservadores. En su familia, antes de él, no había miembros con esos gustos, sin embargo, era evidente ante los ojos de algunos miembros de su familia que algo “raro” pasaba debido a la atracción desmedida que la Diva Ro sentía por la belleza. Solía criticar la forma de lucir de su prójimo. Se creía hermoso, y lo era. Le gustaba cantar y tenía gestos muy femeninos al hablar. Acostumbraba a peinar a su mamá con frecuencia. Tuvo varias novias, que según comentó después, lo hacía para convencerse de que en realidad no sentía profundamente el amor con ellas. Cierta vez contó una de sus tías, con apenas con 4 añitos, Ro se vistió con una bata de su mamá y se montó sobre unos zapatos de tacón altos, correteaba por la casa con los enormes zapatos sin caerse y delante de su mamá, que lo veía con gracia. “Ese niño ya decía lo que sería de grande”, comentó la tía.

Cuando sus padres, sospechando que algo pasaba con su comportamiento, decidieron increparlo, a él no le quedó más nada que aceptar ante ellos de que era gay.

Todo el hogar de la Diva Ro se estremeció tras la confesión. Sus hermanos lo aceptaron con recelo, advirtiéndole que sólo le pedían que no se convirtiera en una “Loca” más del mundo. Qué le trataban de decir; que respetará las reglas sociales, que no fuese el hazme reír de la familia, ya que su apetencia sexual no le daba derecho a degenerar el género sexual que se le asignó en su gestación. Nacer hombre y sentir atracción por otro hombre, o nacer mujer y amar a otra, no quiere decir que tengas que profanar tu género y transformarlo en una parodia humana. Por otro lado, sus padres entraron a vivir un duelo sin parangón, pues sentían que Rómulo había muerto para darle vida a lo que a la postre sería la Diva Ro. El resto de la familia lo tomaba con frescura, casi al unísono les decían a los afligidos padres, “véanlo del lado positivo, ahora tendrán quien les arregle el cabello, montará una peluquería, se hará rico y les dará mucho dinero a ustedes”. Los padres fueron aconsejados por sus familiares cercanos, ya que habían entrado en depresión. Pasaron a vivir todas las etapas de un duelo; primero buscaron culpables y empezaron a odiar a todos los amigos “raros” de su hijo, investigaron a ver si había sufrido algún abuso de niño, y encontraron un indicio de unos 10 años atrás, cuando el joven les confesó que un vecino le tocaba sus genitales y le obligaba a tocar los de él. El asunto despertó la furia del padre, que en su etapa de negación creía que su hijo fue inducido a vivir esa situación tan vergonzosa. El padre llevó al niño al psicólogo, ante un pastor evangélico que aseguraba haber curado ese tipo de desviaciones mentales, que según respondían a ataques satánicos del mismo mal para contrariar al noble pueblo de cristo. Pasó el tiempo y los padres fueron entrando en sosiego y aceptando la nueva condición de su hijo. El muchacho que estaba cursando el cuarto semestre de medicina, abandonó la universidad, para finalmente graduarse de enfermero, profesión que no ejerció para cumplir la profecía de algunos de sus familiares: montar una peluquería, ser famoso y ayudar económicamente a su familia.

Una tía muy cercana a la Diva Ro hablaba con él para tratar de guiarlo un poco en la nueva vida que asumiría.

-Mira que, si tomaste esta decisión, que no tiene nada que ver con tu estructura biológica, tienes que asumir las consecuencias, y entre ellas está que eres diferente ante el mundo, y no tienes derecho a imponerte ante él. Tampoco tendrás la oportunidad de tener hijos.

-Sí los tendré, porque los adoptaré.

-Pero volvemos a los que son los derechos de los demás, esos niños no tienen derecho a vivir una vida diferente sólo porque tú decidiste vivirla así. Ten en cuenta también que digas lo que digas y digan lo que digan los grandes estudiosos del comportamiento humano, el mundo por creación divina o biológica se creó para nacer, reproducirse y morir, y para eso la creación sólo se puede lograr entre un hombre y una mujer, ir contra las leyes sociales y universales es contra natura.

Nadie te quita tu derecho a elegir con quien te acuestas, uno puede escoger llevar a la cama a una negra, una albina, una indigente, una catira o en tu caso a un hombre, pero nadie te da el derecho a imponer tu forma de comportamiento social, si eres hombre porqué comportarte como una mujer, es que acaso quieres ir en contra de la creación humana, o contra el destino divino que une un óvulo con un espermatozoide para definir de qué genero serás. Si vas a protestar por eso tendrías que hacerlo contra los millones de cromosomas “X” que perdieron la carrera por tu vida como mujer.

-A bueno tía no sé, pero yo no voy a ser una “loca más del mundo”, pero eso no quiere decir que no me guste ser hermoso, bien vestido y peinado, que mis labios brillen y que me sienta como una verdadera Diva.

-Amanecerá y veremos Rómulo, mi sobrino maravilloso.

Los dos se fundieron en un abrazo amoroso. Hoy Rómulo, de 30 años, sigue siendo la Diva Ro, aún no se empareja con nadie oficialmente, ni ha adoptado hijos, y a veces se hunde, según él, en un letargo abismal donde se pregunta si esa fue la mejor decisión de su vida, aunque luego abra sus hermosos ojos bajo unas perfectamente delineadas cejas, se mire al espejo y se diga para sí, “eres una ‘divaza’ Ro”.

Qué hay de los hijos, ellos también nacieron con el derecho divino del libre albedrío Divino, por qué negarles ese derecho llevándolos a enfrentar la dura tarea del “ser o no ser”. Son obligados a ser más fuertes que el resto de los niños. Por qué ponérselas más difícil, quién nos da ese derecho.

Es como el caso de la eutanasia, por qué es el Estado con sus leyes, es quien se da el derecho de decidir quién deja de sufrir una enfermedad incurable y quién no.

Estamos cerrando los ojos ante la evidente inducción de creencias bajo la legalidad.

Es una decisión de cada individuo, sino quieres seguir sufriendo pues muérete y ya, no tiene a bien el Estado castigarlo o darte luz verde para que mueras. Aquí viene la comparación, por qué el Estado se da el derecho de otorgar a una pareja homosexual la posibilidad de adoptar hijos. Puede parecer crudo y despectivo, pero estamos obligados a hacernos responsable de las decisiones que se tomen; si quieres pareja de iguales, se una, pues nadie te quita ese derecho, pero no puedes condenar a la confusión a un niño, que en vez de estar viendo sus comics favoritos está recibiendo charlas psicológicas y leyendo libros que le permitan entender por qué su familia es diferente, y obligar al resto de los niños que no tiene padres iguales a indagar sobre estas situaciones. Se preguntarán quién tiene la razón, cuál es el verdadero criterio de familia que existe, qué es libertad de género y tantas otras cosas. Como la vida se rige por las creencias, estamos convirtiendo a futuro a la humanidad al libertinaje, estamos creando nuevas Sodomas y Gomorras, desde el poder, desde lo interno y desde la naturaleza misma.

Por qué se llama familia, porque es la unión de dos seres que procrean a otros seres para darle perpetuidad a la humanidad, no en vano llevamos existiendo un poco más de 60 siglos (6 mil años), antes y después de Cristo, pero debe haber reglas porque si no ocurrirá como al inicio. Dios colocó reglas que fueron incumplidas y la consecuencia fue el destierro. Por qué protegerla: para que exista una sociedad sana de igualdad de derechos y deberes.

Sentimiento vs Libertinaje

Una cosa si deben tener claro esas mentes de atracciones sexuales diferentes a la media razonable; el libertinaje no tiene cabida en sus vidas, porque es allí donde caen en la degeneración de la vida humana, de la sociedad y de las relaciones interpersonales. Ser gay no debe afectar la verdad para dar paso la falsedad, a las dobles tintas, a los claroscuros en la personalidad. Esta no puede ser dual, querer vivir como una mujer no es ser homosexual, la homosexualidad tiene que ver con tu atracción hacia la implantación de sentimientos a tu mente advirtiéndole que juegas a la igualdad, pero asumiendo la consecuencia principal que es la no procreación y el aspecto físico. La exageración en la gestualidad femenina o viceversa en la masculina, no es el deber ser, cada quien con cada cual; naciste hombre compórtate como tal, tu atracción sexual va dirigida a tu igual, pues diviértete, disfruta, vive tu felicidad íntima. Ve y actúa, pero sin cambiar el libreto.

Hasta aquí refiero que estamos tergiversando el verdadero sentido de la homosexualidad, creando entonces payasos de circo a cuya función van sólo los interesados en reír y no en admirar las acrobacias o la inteligencia de los elefantes.

No busquemos ese Mundo de iguales donde no debemos. No volvamos a las malas combinaciones de Sodoma- Gomorra o la Roma–Grecia antigua.

La defensa a ultranza de la diversidad de género ha sido dura y ha logrado avanzar por varios flancos, uno de ellos las leyes, pero no confundamos derechos sociales e individuales con degeneración social, con libertinaje, con dudas existenciales. Pertenecer a una era donde el género ya no es azul y rosado sino multicolor, tiene que ser encaminado por el sendero justo, sin desviaciones; y para eso también las leyes tienen que ser las adecuadas.

La organización ILGA -Asociación Internacional de Gays, Lesbianas, Bisexuales, Trans e Intersexuales, con sede en Suiza, pero con miembros en todo el mundo, lucha abiertamente contra el rechazo hacia estas condiciones de vida humana. Estudia minuciosamente los avances en derechos de sus miembros, que han pasado las de Caín por defender sus formas de vida. En el informe Homofobia de Estado 2019, la asociación maneja con claridad la situación legal de esta parte poblacional del planeta, destacando lo referente a lo que se conoce como crímenes de odio en los distintos códigos penales.

Por qué se cita esta información, porque hay que distinguir en los derechos que tiene la comunidad gay como seres humanos. Su vida tanto física como social debe ser garantizada, y para eso las leyes avanzan de forma vertiginosa. Repito una cosa es el hambre y otra las ganas de comer.

En 2019 países como India, Trinidad y Tobago y Angola suavizaron sus leyes contra la comunidad gay desde la última revisión, de 2017. Sumando al matrimonio igualitario a países como Australia, Malta, Alemania y Austria, mientras solo 26 países están en el podio de la equiparación de derechos.

La organización destaca también como símbolo de una mayor protección, que nueve naciones hayan incluido en su constitución la mención explícita de que la orientación sexual no debe ser motivo de discriminación. Entre ellos Portugal, Ecuador, Bolivia o Sudáfrica, una isla de igualdad en el panorama africano.

El peligro de morir por mantener relaciones homosexuales no ha disminuido respecto al último informe. Seis países lo castigan con la pena capital: Arabia Saudí, Irán, Yemen, Sudán, 12 Estados que conforman Nigeria y parte de Somalia. Además, un gay puede ser condenado a muerte en Mauritania, Emiratos Árabes Unidos, Catar, Pakistán y Afganistán. El informe resalta que, aunque Irak ha desaparecido de la lista “por la eliminación del Estado Islámico, queda como un país que criminaliza de facto debido a que persigue a los homosexuales utilizando leyes de escándalo público, prostitución y otras”.

Según sus estadísticas en 42 países están penados específicamente los crímenes de odio o se consideran un agravante las motivaciones de odio. En América Latina son Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Perú y Uruguay.

En México no existen disposiciones que consideren estos delitos como agravantes a nivel federal, pero sí en algunos códigos penales locales, como el de Michoacán o Querétaro.

Mientras que en el otro lado están los 70 países donde las relaciones sexuales consensuadas entre personas del mismo sexo son ilegales o están penalizadas de facto. De ellos, de los 11 países que castigan con la pena de muerte estos casos, 26 castigan solo a los varones. Otros 26 países tienen penas que van desde los 10 años de cárcel a la cadena perpetua. 31 países las castigan con hasta 8 años de cárcel. 2 países criminalizan de facto este tipo de relaciones.

ILGA también recogió datos sobre las conocidas como «terapias de conversión». Solo tres países del mundo las prohíben explícitamente: Brasil, Ecuador y Malta.

La muerte y la prisión son los casos extremos de una violencia que, desde la cumbre del poder, se inflige con las leyes. Al menos 32 países, recalca el informe, han impulsado medidas para limitar la libertad de expresión (incluidas leyes de propaganda que prohíben la promoción de la homosexualidad o las relaciones sexuales “no tradicionales”). En 41 naciones se imponen trabas a las organizaciones LGTBI para ser legalizadas o trabajar, «lo que incrementa el peligro al que se exponen los activistas».

Además, en América Latina, Argentina prohíbe a los psiquiatras que puedan proporcionar «servicios» para cambiar la orientación sexual de las personas y Uruguay prohíbe cualquier diagnóstico de salud mental sobre la base exclusiva de la orientación sexual y la identidad de género.

Asimismo, jurisdicciones que no pertenecen a Estados miembros de la ONU también castigan estas conductas, como Gaza, las Islas Cook y ciertas provincias de Indonesia”.

La situación de Chechenia se califica de «crítica» y refleja las torturas y persecuciones infligidas por las autoridades a gays y lesbianas.

Aunque más lento de lo deseado, para la ILGA, hay buenas noticias para sus miembros. Quizá lo más evidente sea, como se destaca en la edición de este informe, es que India, un país de gran envergadura e influencia, haya acabado con una ley victoriana que prohibía las relaciones homosexuales, castigadas con una pena máxima de cadena perpetua. Tal medida ha supuesto que baje dramáticamente el número de personas sometidas a leyes homófobas, hasta el 27% de la población mundial. Desde septiembre de 2018, 1.300 millones de ciudadanos indios no están en ese grupo.

En 28 naciones se permite adoptar a gays y lesbianas.

La mayor asociación de defensa del colectivo LGTBI del mundo dibuja este croquis periódicamente que muestra cómo decrecen los lugares donde se persigue a las personas por su orientación sexual y emergen nuevas amenazas, como la llegada al poder de líderes homófobos.

 

A pesar que existe un mapa del mundo que impregna de rojo púrpura a 70 países, donde ser gay o lesbiana es ilegal, incluso letal, mientras tiñe las 123 naciones restantes de múltiples colores surcando sobre sus cielos un hermoso y tolerante arcoíris al dejar sin castigo el hecho de mantener relaciones sexuales con personas del mismo sexo, en una historia muy cercana aún quedan vestigios de lo que fue la pesadilla más oscura para quien osara desear sexualmente a alguien de su mismo sexo: Cuba.

Quién no recuerda a la Cuba homofóbica desde la llegada de la revolución, que, desde aquella oscuridad cultural y social de más de 50 años, castigaba severamente a quien se atreviera a salir del closet. Esa época fue terrible y aún está intacta en la mente de los isleños, aunque hoy, acertadamente se muestre una pequeña lucecita en el túnel, para aupar una verdadera tolerancia de género.

Si hay algo que un latinoamericano no debe olvidar es el inhumano experimento de ingeniería social, practicado por Cuba al inicio de su revolución castrista-comunista contra la comunidad gay, que sufrió la crudeza y la intolerancia de quienes pretendían construir un nuevo Estado.

Fidel Castro dijo en su discurso del 13 de marzo de 1963. “Nuestra sociedad no puede dar cabida a esa degeneración”.

El Gobierno ordenó entonces enviar a los homosexuales sin cargos ni juicio y sin ningún tipo de explicación o justificación, a las Unidades Militares de Ayuda a la Producción, las UMAP, donde eran sometidos a trabajos forzados, y siendo maltratados y vejados, junto a otros sectores considerados inadaptados sociales, desviados, extravagantes o contrarrevolucionarios.

El experimento buscaba lograr con un régimen estricto de trabajo duro poder rehabilitarlos, pero solo sirvió para desatar contrariamente una ola de persecución y marginación contra la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales (LGBTI) en la isla. El Estado decidió cerrar estos campos de concentración en 1967 a consecuencia de las protestas internacionales y las disidencias internas.

En 1971, el Congreso Nacional de Cultura y Educación lapidó la homosexualidad al declararla como una desviación incompatible con la revolución, y prohibir por ende que esta parte de la población laborara en las áreas de la educación y la cultura, por lo que no permitían a los homosexuales impartir clases para evitar dar mal ejemplo a los jóvenes por muy afines que fueran a la revolución, institucionalizando así la sistematización de la homofobia, desatando una represión sin cuartel contra la homosexualidad. El colectivo LGBTI fue marginada, viéndose envuelto en el peligro y la prostitución, incluso a pesar de que en 1979 el Gobierno inició el proceso de despenalización para las relaciones entre personas del mismo sexo, buscando enmendar gradualmente algunos de sus errores tanto a nivel político como social. No fue hasta 1997 cuando se modifica el Código Penal cubano y se eliminan las últimas referencias discriminatorias hacia la homosexualidad.

En el ámbito legal, durante las décadas de 1970 y 1980 el Código Penal fue modificado de modo que no se consideró más a los homosexuales como “figuras delictivas”, y además se eliminó la temible “Ley de Ostentación Homosexual”. Hacia fines de los 80 y principios de los 90, también se experimentó un cambio de ambiente en la esfera cultural. Entre los signos más evidentes de esta nueva orientación están la premiación, en 1989, del poema “Vestido de novia”, de Norge Espinosa, la publicación de escritores antes marginados, como Virgilio Piñera, y el estreno, en 1993, de la película Fresa y chocolate, producida por el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic), que se convirtió en un éxito nacional e internacional.

 

Lo vivido en la Cuba castrista es aberrante, y deja clara la delicadeza con la que se debe tratar esta situación, que como dije antes, tiene demasiada tela para cortar.

La historia reciente de un gay cubano entrevistado en un trabajo periodístico publicado en las redes sociales, lo explica muy bien, luego de que pasara, en 1966, once meses en uno de aquellos campos de trabajo de La Habana, cuando apenas contaba con 18 años, después de ser detenido por “peligrosidad social”, dijo no olvidar esas jornadas bajo el sol cortando caña, recibiendo a la par charlas de orientación y tratamientos para revertir su condición sexual. Aseguró que era estudiante de educación cuando fue detenido por llevar depiladas las cejas. Amparado por un vecino que era guardia de seguridad en el recinto recibió protección, ayuda que le sirvió para a la postre poder contar su historia. El experimento era muy peligroso debido a que no clasificaba a los detenidos, mezclando homosexuales, disidentes o traidores con gente de las artes y la cultura. Dos compañeros de prisión del entrevistado se suicidaron por la humillación diaria que recibían, los tratamientos de choque y las malas condiciones de vida.

Desde los años noventa la población gay de la isla es menos perseguida, pero aún se mantienen en las sombras, ya que sigue existiendo una severa discriminación. Los gays cubanos se sienten diferentes, y saben que la gente suele rechazar todo lo raro. Aunque siga habiendo agresiones en Cuba existe un poco más de tolerancia ante este tipo de situaciones, y eso es loable.

Muchos en la Isla y en otros lugares del mundo son rechazados hasta por su misma familia. Son lanzados a la calle y muchos terminan prostituyéndose. En el caso de Cuba, las noches en el malecón de La Habana Vieja están llenas de estas historias, donde pulula la prostitución y las enfermedades de transmisión sexual, entre ellas la más severa: El SIDA.

El mismo Fidel Castro moderaría su discurso cuando en 2010 en una entrevista al periódico mexicano La Jornada expresara: fueron momentos de una gran injusticia, ¡una gran injusticia!

La comunidad LGTBI de La Habana ha recibido un gran respaldo del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), institución pública creada en 1989 dedicada a la educación e investigación sobre la sexualidad humana, cuando a partir del 2000, comenzaron a aplicar iniciativas dirigidas hacia las personas con orientaciones no heterosexuales. Un enfrentamiento a la norma político social establecida por la revolución, pero que se está consiguiendo implementar sin hostilidad ninguna. Gracias al Cenesex, el Gobierno cubano aprobó en 2008 una ley que permitía la cirugía de reasignación sexual y los tratamientos hormonales financiados por el Estado.

Una línea de trabajo propuesta a nivel mundial desde la UNESCO, asegura que la discriminación por orientación sexual e identidad de género en las escuelas constituye una problemática que afecta a todos los países sin excepción y que obstaculiza la calidad de los procesos de enseñanza y aprendizaje. Vitit Muntarbhorn, el primer experto de Naciones Unidas contra la violencia y la discriminación a las personas LGBTI de la historia, defiende que, para evitar actitudes de odio, violencia y discriminación, es imprescindible actuar desde sectores como el de la enseñanza y la educación. En este sentido, entiende que hay que “formar a los niños en actitudes correctas desde una edad temprana”.

Cuba es signatario de los Principios de Yogyakarta aprobado por la ONU en 2008, que extienden explícitamente la Declaración Universal de los Derechos Humanos a las personas homosexuales, bisexuales, transexuales y transgénero, y avanza a cuentagotas con pequeños, pero continuos logros. Aún queda mucho trabajo por delante, especialmente a la hora de combatir la persistente homofobia en la sociedad cubana, aunque la lucha sea difícil, la idea de los activistas cubanos es ir ganando espacios en la sociedad de la Isla.

Respecto al matrimonio igualitario en Cuba, aún no existe consenso político, ya que aún se ve como un desafío a las limitaciones de las viejas estructuras de poder.

Cuba fue y sigue siendo ejemplo de lo que no se debe hacer en estos casos tan diversos en cuestiones de ser o no ser. Hay instituciones haciendo cosas para defender esta «era Arcoíris» que tanto ha ganado, pero que también tanto ha perdido. Recordemos, llamemos a todo por su nombre. No brillemos con luz ajena, procuremos defendernos no destruirnos socialmente.

 

 

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