La implosión de un sueño
Cuando uno comienza a soñar, siempre se ve en ellos haciendo lo que le gusta, siendo reconocido por su sueño y sobre todo sonriendo en medio de ese sueño. A la periodista y escritora ucraniana Victoria Amelina, ese sueño fue coloreado con sangre, cuando en medio de la alegría de saberse cerca de lograr su objetivo: transmitir la verdad sobre los crímenes de guerra que se cometían en el corazón de Ucrania; una esquirla de guerra implosionó su sueño entre gritos de terror y desesperación.
Victoria había resultado gravemente herida en el ataque ruso contra la ciudad oriental Kramatorsk, en medio de la guerra que el Kremlin sostiene contra el pequeño país de Ucrania desde hace un año y cinco meses. Días después se notificaría su deceso. Victoria Amelina perdió una guerra con la que soñaba acabar.
Amelina estaba cenando en una pizzería junto a una delegación de periodistas entre los que se encontraban dos colegas colombianos Catalina Gómez y Héctor Abad Faciolince, que salieron entre los escombros casi ilesos, y el ex comisionado de paz Sergio Jaramillo, entre otros, cuando cayó el misil.
La escritora de 37 años, especializada en la investigación de crímenes de guerra, fue la 13ª víctima mortal de ese ataque.
Parece una coincidencia normal que cuando los periodistas venezolanos celebraban su día nacional, el pasado 27 de junio, Victoria comenzó a batallar por su sobrevivencia, aupada con la firme idea de darle un final feliz a sus sueños de documentar y escribir en su libro sobre los crímenes de guerra que Wladimir Putin está cometiendo en todo el territorio ucraniano contra civiles indefensos.
El exconsejero de paz comentó tras el ataque en Caracol Radio: “Nos encontramos bien. Héctor no tuvo golpes. Yo sufrí uno fuerte en la pierna por una viga, pero no fue nada grave, solo un hematoma. Catalina está bien, pero Victoria está en un estado crítico en el hospital”.
Mientras Héctor Abad indicaba, “esto fue espantoso. Yo estoy bien. Salí ileso completamente, tenía muchas manchas en la ropa, pero no tuve ninguna herida. La explosión a mí me tiró al suelo, parecía muy herido, pero Victoria estaba sentada, limpia, impecable, pero no nos respondía. Uno entiende que las esquirlas van a la loca y pueden caerle a uno en la cabeza”.
La noticia de la muerte de la escritora fue difundida por PEN ucrania, una organización pública cultural que protege la libertad de expresión y los derechos de los periodistas, escritores y científicos ucranianos, entre otros profesionales, publicando en un comunicado con gran consternación: Con gran dolor, les informamos de que el corazón de la escritora Victoria Amelina dejó de latir el 1 de julio en el Hospital Mechnikov de Dnipro. Su vida terminó debido a lesiones que la pusieron en peligro, causadas por un ataque con cohetes por parte de los ocupantes rusos en un restaurante de Kramatorsk el 27 de junio».
El PEN ucraniano y Truth Hounds han asegurado que, según testigos de la tragedia, los rusos utilizaron un misil tipo Iskander de alta precisión para el ataque, asegurando «sabían con certeza que estaban disparando en un lugar donde habría una gran concentración de civiles”.
Antes en otro ataque el periodista francés Arman Soldin, de la agencia de noticias AFP, murió tras un ataque con un cohete mientras cubría los fuertes enfrentamientos en Bakhmut, en el este del país.
Un equipo de cuatro personas de AFP se encontraba acompañando a un grupo de soldados en su labor cuando fueron sorprendidos por cohetes Grand el 9 de mayo.
Todo el equipo de la agencia resultó ileso, excepto el periodista visual Soldin de 32 años, quien recibió todo el impacto. Sus compañeros reporteros presenciaron todo el incidente y fueron los encargados de narrar los detalles.
Asimismo, el cuerpo de la periodista ucraniana Vira Hyrych, quien trabajaba para Radio Free Europe/ Radio Liberty, un medio financiado en su totalidad por el Congreso de Estados Unidos, fue encontrado entre los escombros de uno de los edificios residenciales impactados por los bombardeos en Kiev. Radio Liberty confirmó el trágico fallecimiento a través de un comunicando y destacaba que Hyrych será recordada por su profesionalidad y dedicación.
«Simbólicamente, en este momento, el secretario general de las Naciones Unidas está en Kiev. Esto es el ‘saludo’ de Vladímir Putin», dice en tono irónico, tras el ataque, el alcalde de Kiev,Vitaly Klitschko, refiriéndose a los bombardeos. «Putin le sacó el dedo a António Guterres disparando y destruyendo nuestras casas. El objetivo de Putin no son los edificios, su objetivo es la vida de la gente, pero aguantaremos», aseguró.
Al menos 50 periodistas y personas ligadas a la profesión periodística han fallecido durante la actual guerra de Ucrania, indicó la ONG Campaña Emblema de Prensa (PEC por sus siglas en inglés), que hace un seguimiento actualizado de los asesinatos de profesionales de los medios en todo el mundo.
Catorce de los periodistas fallecieron mientras cubrían informaciones en zonas de hostilidades, mientras que los otros 36 eran reporteros reconvertidos en soldados o voluntarios al encontrarse en las áreas más castigadas del conflicto, como el sur o el este de Ucrania.
Entre los fallecidos citados por PEC se encuentra Eugene Bel, un veterano periodista de 78 años que murió en las cercanías de Mariúpol el 2 de abril de 2022, después de ser secuestrado y torturado por militares rusos durante tres días.
El primer periodista asesinado del que PEC tuvo noticia fue Dilerbek Shakirov, del semanario «A tu alrededor», muerto por disparos de soldados rusos en un control en las afueras de la ciudad de Jersón el 26 de febrero de 2022, dos días después del inicio de la invasión.
Lo que está sucediendo en Ucrania con el ataque a objetivos civiles que arrastran consigo innumerables víctimas inocentes, tiene que ser atendido con rapidez por los organismos internacionales garantes de los Derechos Humanos en el mundo, no se debe esperar que los casos aumenten y que casos como los de Amelina se repitan. Está en riesgo el libre ejercicio del periodismo en estas zonas hostiles.
Ahorala ucraniana Victoria Amelina será parte de los crímenes que ella trataba de documentar para su libro. Lamentablemente pasará a ser protagonista de su propia historia.
Quién era Victoria Amelina
Victoria Amelina nació el 1 de enero de 1986 en Leópolis y de pequeña vivió con su padre en Canadá. En 2007 estudió tecnologías informáticas en la Universidad Politécnica de su ciudad natal y hasta 2015 trabajó en empresas tecnológicas internacionales.
En 2014 se publicó la primera novela de Victoria, «El síndrome de noviembre u Homo Compatiens». En 2015 abandonó su carrera en informática para dedicarse a la escritura.
En 2016 se publicó su primer libro para niños «Alguien o corazón acuoso» y al año siguiente 2017 se publicó la segunda novela, «Home for Home». Este libro fue preseleccionado para premios nacionales e internacionales como el «LitAccent of the Year – 2017», Premio Ciudad de Literatura de la UNESCO y Premio de Literatura Europea.
Los textos de Victoria Amelina fueron traducidos al polaco, checo, alemán, holandés e inglés. Recientemente se tradujo al español la novela «Home for Home».
En 2021, Victoria se convirtió en la ganadora del Premio Literario Joseph Konrad-Kozhenovsky. Ese mismo año fundó el Festival Literario de Nueva York en el distrito de Bakhmut de la región de Donetsk.
Debido a la guerra de Rusia contra Ucrania, según la organización PEN, la escritora Victoria Amelina se unió en el verano de 2022 a la organización de derechos humanos Truth Hounds para documentar crímenes de guerra en los territorios desocupados del este, sur y norte de Ucrania, en particular en Kapitolivka en la región de Izyum, donde encontró el diario del escritor Volodymyr Vakulenko, quien fue asesinado por los rusos. Al mismo tiempo Victoria comenzó a trabajar en su primer libro de no ficción en inglés, «War and Justice Diary: Looking at Women Looking at War», que pronto se publicará fuera de Ucrania. En él la escritora habla sobre las mujeres ucranianas que documentan los crímenes de guerra y sus vidas durante la guerra.
La exitosa escritora participó en el llamamiento a los gobiernos de otros países para que proporcionen armas a Ucrania, y también para la creación de un tribunal internacional especial para los crímenes de guerra rusos contra Ucrania.
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