LA IMPORTANCIA DE UN PROPÓSITO
POR: ESTÉFANO LOBRACE FONTANA
La vida está llena de constantes desafíos que debemos enfrentar solo confiando en nuestras capacidades y talentos. Aún cuando pases toda la vida preparándote para alcanzar algo, puedes sentir constantemente que fallas, que por más que intentas avanzar solo tienes la percepción de que retrocedes, como si estuvieses en un estado de involución del que no puedes liberarte.
A menudo vemos como otras personas son capaces de lograr su realización personal, convirtiéndose en personas de éxito reconocidas y apoyadas por sus comunidades. Nos llenamos aún más de dudas sobre lo que podemos estar haciendo bien o mal, lo que no está funcionando e incluso llegamos a dudar o minimizar nuestras habilidades; cuando lo que realmente debemos determinar es si estamos enfocados en la dirección correcta, si lo que estoy persiguiendo representa realmente lo que deseo y si está alineado con mi propósito de vida.
Siempre nos han dicho que todos en esta vida tenemos un propósito por lo que es pertinente preguntarnos si ya encontramos el nuestro. Si no es así, no importa hacía donde vayas ni todo el esfuerzo que le pongas en aprender, ni todo el tiempo que le dediques en alcanzarlo: si no sabes a dónde vas, nunca llegarás.
Nos hemos acostumbrado a justificar el éxito de otras personas pensando en que son personas con habilidades extraordinarias y que han tenido algún tipo de apoyo para llegar a donde lo han hecho. La verdad, es que toda persona que tenga su propósito claro, sea capaz de confiar y creer en el mismo y desarrollar sus talentos y habilidades, seguramente logrará alcanzar el éxito. Al contrario de lo que muchos creen, el éxito no está en contar con recursos financieros; si bien estos son importantes a la hora de emprender un modelo de negocios, el éxito está asociados más a la creatividad, innovación, disciplina, preparación y estudios, constancia, seguridad y capacidad de mantener una actitud positiva a pesar de las adversidades.
Deja de culpar a otros por tus errores, de creer que no sales adelante porque el éxito te ha dado la espalda, de refugiarte en quejas y lamentos y date la oportunidad de entender que el éxito se logra después de una cantidad de fracasos que solo servirán para aprender a llegar a ese propósito que te has trazado. El propósito está ligado a tu vocación de vida, a tu pasión de existir y a tu necesidad de realización personal; y será el motor que te guiará y motivará a lo largo de todo el recorrido. Sólo el tener claro tu propósito de vida, te permitirá la serenidad y paz interior necesaria para abrazar los logros obtenidos en cada paso dado para lograr el propósito.
Si hablamos de éxito entonces hablamos de alcanzar tu propósito, y por supuesto hablamos de alcanzar el tan anhelado estado de felicidad con el que soñamos todos los seres humanos. Si estás de acuerdo con esto, la primera pregunta con la que te deberías enfrentar es qué es para ti la felicidad. No estamos hablando de lo que debo hacer para complacer o lograr la aceptación de otros, estamos definiendo cuál es la pasión que mueve tu corazón, cuál es esa razón por la que diariamente te levantas a luchar y a vivir a plenitud. Una vez que sientas que ya lo tienes, entonces debes preguntarte acerca de qué es lo que quieres lograr exactamente y cómo te has preparado para eso. Conoces tus limitaciones y debes esforzarte por superarlas, eso implica estudios y desarrollo de conocimientos, que requieren dedicación y sacrificio. Cada barrera que encuentres no puede frustrarte o hacerte claudicar, debes ser capaz de sortearla y seguir; si es tu pasión, nada puede detenerte.
Todo esto se resume en una sola palabra “claridad”. Tener la claridad en tu propósito te permitirá disfrutar de todo lo que haces, te hará esforzarte al máximo y lo harás de manera placentera sin que sea un peso, te llevará a ser proactivo, buscarás equilibrio entre lo que has vivido, lo que vives y lo que escogerás vivir y poco a poco, casi sin darte cuenta, estarás construyendo la mejor versión de ti.
El propósito no esta ligado a la necesidad de hacer dinero, sino a la condición de realización humana. Puede estar ligar a ser exitoso en tu modelo de negocios como un reto personal de demostrarte a ti mismo de lo que eres capaz de lograr, pero también puede estar ligado a una causas sociales, culturales y ecológicas. El propósito no está ligado solo a lo que yo quiero ser, sino también a corregir todo lo que amenaza mi existencia. El propósito está ligado a crecer como ser humano, a humanizarnos en una sociedad consumida por la tecnología, a corregir todas las amenazas que atentan contra nuestra existencia por el mal uso de los recursos disponibles y a crear un estado de justicia y equidad que garantice la vida, el progreso y el desarrollo consciente y sustentable.
La búsqueda de tu propósito implica mucha reflexión, auto investigación y descubrimiento; necesitas enfrentarte a ti mismo y descubrir dónde está lo que te apasiona y cuáles son tus fortalezas. Es importante soñar en grande, solo eso alimenta nuestras esperanzas y te ayuda a seguir adelante. Pero debes ser lo suficientemente inteligente para darle forma a cada uno de esos sueños en objetivos que te permitan actuar y alcanzarlos. Si no actúas, te quedas solo viviendo en la ilusión de lo que creíste podías lograr. Los sueños deben servir como un catalizador para actuar.
Muchos creen que sus actos no van cambiar al mundo, pero cuando empiezas a ser referencia positiva para tus hijos, familiares, vecinos, colegas entre otros, ya estas cambiando el mundo. Cuando otros perciben que tu has logrado ir detrás de tus sueños y alcanzarlos, te conviertes en inspiración y referencia para ellos, generas conductas positivas y esperanzadoras tan necesarias en esta sociedad tan consumida por la frustración.
Cuando actúas en la búsqueda de tu propósito sientes la libertad de elegir, es tu lucha, nadie te limita, nadie controla lo que sientes, haces o piensas. Es una sensación de tener el control sobre algo, pero más grande aún es la sensación de satisfacción cada vez que acumulas un éxito a tu lista en la búsqueda del propósito. Debemos hacer las cosas según contribuyan a lo que creamos o sentimos, no hay otra forma de cambiar el futuro; solo siendo comprometidos y auténticos con nuestros ideales es que puedes ser un factor de cambio.
El propósito no tiene nada que ver con la apariencia o la vanidad, debe nacer desde tu corazón; nace en tu interior y lo proyectas desde ti hacia los demás. Debemos comprometernos con lo que sentimos, nos hace más fuertes, aumenta nuestra capacidad de vivir a plenitud, nos permite amar y ser amados, aprender y educar; pero sobre todo nos permita dejar un legado que deje huellas por las que otros que se identifican con nuestra causa, puedan empezar a caminar.
Lo más difícil de trazar un propósito está en la humildad con que enfrentas cada etapa para alcanzarlo, la forma en que te reconoces frente a tus semejantes y el agradecimiento siempre serán tus mejores herramientas para lograr tu propósito.
Estéfano LoBrace Fontana
Ing. Industrial
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