PENSAR CON CRITERIOS

La libertad es irrenunciable

Vivir libres, tomar nuestras propias decisiones y asumir sus consecuencias, con la misma libertad que fueron tomadas, es tan placentero, que por ley divina son derechos irrenunciables.

El poder mal administrado lleva a atentar interna y externamente con el sagrado derecho de ser libres. Los pueblos latinoamericanos lo han escuchado de numerosos hombres y mujeres de letras y acción, sin embargo, se ensordecen al escuchar la palabra opresión.

Las cadenas de nuestros nuevos y sumisos pueblos parecen no malestar para nada, y bien sea a cuenta propia o por imposición, cada día somos más esclavos, como lo dijo nuestro Simón Bolívar, la esclavitud es la hija de las tinieblas.

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Si traemos a colación las palabras de nuestro Libertador, vigentes hasta siempre, “un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción”; evidenciamos que es lo que pasa en Región: la falta de pensamiento crítico nos esclaviza, nos hace depender de otros para avanzar. Estamos como decía Facundo Cabral “viviendo el invierno con la leña que recogemos”.

La libertad pertenece a la clase de los derechos humanos fundamentales, que son inalienables, necesarios e inherentes al ser humano, de allí que su posesión no se puede enajenar o transferir porque están unidos por la naturaleza. Es un derecho colectivo, cuyo fin es asegurar la calidad de vida y el bienestar social de las personas, que no son otra cosa que un medio para realizar una vida humana digna.

La democracia se sustenta en la libertad, que es la única capaz de garantizar los derechos sociales, económicos y culturales que conforman una sociedad sana, complemento indispensable para alcanzar bienestar social.

Qué falta para que este Continente despierte y ponga los intereses colectivos antes que los personales, no lo sé, porque el poder en cualquier instancia es siniestro y embriagador, y para obtenerlo se valen de las tretas más injustas y oscuras que pueden existir.

Acertado el pensamiento de Cabral cuando aseguraba que “el que acepta un halago comienza a ser dominado”, en eso se basa el poder, es regocijarse en el halago y hacer hasta lo inimaginable para hacer eternos esos halagos, que al final los transforman en semidioses, opulentos y poderosos.

A lo que más se acostumbraron los pueblos latinoamericanos es al populismo, y para ser parte de el, llevan al poder a líderes insanos, que solo piensan en mantener ese poder perpetuándose con el a través del abuso, la opresión; donde el oprimido halaga para seguir recibiendo dádivas, y el opresor cínicamente se regocija en su poder sobre el oprimido, disfrazando sus intereses personales con falsos intereses colectivos.

Lo más lastimoso de todo es el arsenal de manipulación con el que cuentan los poderosos, más claramente en las instancias políticas o de Gobierno, y que es utilizado directamente contra la educación, de manera que no se tema perder la libertad, al lanzar un misil de enajenación directo al pensamiento crítico del pueblo.

No se trata de darnos los peces ya sazonados en bandeja de plata, se trata de enseñarnos a pescar, para luego convertirnos en los líderes de revelo, en los creadores del futuro, en sociedades de progreso. Esto es ley de vida y es a lo que más teme el que ostenta poder izando la bandera del abuso y la sumisión de su pueblo.

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