Luis Contreras sigue recorriendo el país para salvar vidas con sueros antiofídicos
MARACAIBO.- Desde hace más de 20 años, pasando por la crisis sanitaria generada por la pandemia del Covid-19, luego de haber sido jubilado y sin ningún tipo de recursos, el Mayor Luis Contreras del Cuerpo de Bomberos, sigue llevando sueros antiofídicos a todos los rincones de Venezuela.
Una mordedura de serpiente es cuestión de vida o muerte, y debido a la falta de dicho antídoto en el país, este servidor público hace lo imposible cada vez que recibe una llamada de emergencia para llegar hasta donde el paciente en riesgo lo espera.
Desde el año 99 cuando ocurrió la tragedia de Vargas, debido al desplazamiento de serpientes desde los cerros hacia poblados urbanos, el funcionario comenzó a luchar por promover la producción de sueros antiofídicos debido a la escasez que existe no sólo en Venezuela si no en muchas latitudes, fue promotor de la creación del banco de sueros, y aún en estos tiempos tan dificiles, continúa cumpliendo con su noble labor.
Cada vez que recibe una llamada, comienza su travesía, ya sea en transporte público o en cola, asegura que la escasez de gasolina es un mal que afecta mucho a las personas que necesitan ser llevadas de emergencia a los hospitales del país, «la mayoría de casos ocurren en sectores alejados de las ciudades y el suero antiofídico se debe suministrar por lo menos durante las primeras 6 horas de haber sufrido la mordedura de la serpiente, porque de lo contrario, muere la persona, queda con secuelas o insuficiencia renal, depende del tipo de serpiente y de la persona, si es un niño o un anciano, y su condición de salud».
Explica que la tarea es dura y a veces se ve imposibilitado de cumplir con su objetivo, comentó que a comienzos de 2021 murió un niño en el estado Falcón, «no había gasolina y fue muy difícil para llevarlo al hospital, cómo no había suero antiofídico lo tuvieron que llevar al Hospital Universitario Alfredo Van Grieken y murió el 2 de enero», señaló.
Gracias a su gran labor ha salvado muchas vidas y eso lo ha hecho merecedor de condecoraciones y reconocimientos a nivel nacional e internacional. Países como República Dominicana, lo condecoraron con la Cruz del Cuerpo de Bomberos en grado de Caballero, fue designado Embajador de la Buena Voluntad de la Unesco. En Venezuela recibió la Orden Mérito al Trabajo en su primera clase, la orden Héroes de Vargas, en el estado Zulia la orden San Sebastián y de la Zulianidad y así innumerables reconocimientos.
«Lo que no me dan son recursos, las botas las tengo rotas de tanto caminar, el uniforme lo tuve que teñir», lamentó el funcionario que aunque es jubilado del Cuerpo de Bomberos continúa trabajando para ayudar a las personas, «recibo llamadas de todas partes de Venezuela», precisó.
