Mantra de Libertad

“El momento es ahora, no mañana…seamos libres ya. Levantemos con fuerza de nuestras cabezas la bota del opresor. Seamos libres para dar paso a una vida basada en la justicia social”.

Este es el mantra que el pueblo que habita naciones agobiadas y ya exhaustas por la barbarie de desgobiernos arbitrarios que socaban su andar libertario sin es más mínimo respeto a los derechos ciudadanos, deben repetirse cada amanecer, para que este mensaje fortalezca su disminuido sentir patriótico y nacionalista, que de a poco y jugando con su hambre física y mental, y los está llegando casi que a la extinción.

Pero siempre se ha podido contra estos regímenes abusivos y antidemocráticos; y así seguirá siendo, cueste lo que cueste y pasen los años que pasen.

Se habla de unos cuantos años en el caso venezolano, un poco más en Cuba y Nicaragua, unos cuantos días para Perú; otros amenazan con llegar para quedarse como Chile, Brasil y Argentina, mientras que en algunos se está a la espera de que muestren sus verdaderas entrañas comunistas; pero todo tiene un final, eso no lo debemos olvidar.

Se dice que los pueblos tienen los gobiernos que merecen, pues pensemos en lo que merecemos, y lo que merecemos es sencillamente vivir en libertad, que se respeten nuestros derechos ciudadanos y que se nos garantice un futuro de crecimiento colectivo. Latinoamérica sí merece mejores gobiernos, por muchas razones, y la principal es que son pueblos nobles con un historial repleto de nacionalismo y lucha por su porvenir, basado en la lucha férrea por garantías sociales y democráticas. Su gente es creativa y luchadora, alegre y solidaria; características que la hacen merecedora de una mejor calidad de vida. Tampoco hay que dejar de lado que son tierras de producción activa, buenas para la siembra, eje central de la manutención de sus ciudadanos.

¿Qué nos falta delante de estas panaceas de naciones? Capacidad política basada en la honestidad, líderes con sentido de pertenencia y preocupados por el bienestar de sus naciones, que no antepongan sus propios intereses al colectivo.

¿Cómo encontrar esos líderes? Eligiendo bien, defendiendo nuestros derechos y centrarnos en una lucha ardua por la restauración de los estados de derecho en nuestras naciones.

La tarea no es fácil, pero nunca lo ha sido. Nuestros libertadores se mantuvieron firmes hasta lograr sus objetivos, pues iniciemos una lucha constante, y encaminada hacia el éxito para sanear nuestras naciones del odio, del oportunismo, del nepotismo, de la corrupción y de la falta de justicia social.

No es con leyes nuevas, con dádivas sociales ni con manipulación que haremos que los pueblos nos sigan; es luchando contra la barbarie que hoy arropa nuestras naciones.

Todo esto tuvo un comienzo e igualmente debe tener un final.

Repitamos este mantra: “deseamos una mejor Patria, y la tendremos”. Más temprano que tarde seremos libres. Acompañemos nuestras peticiones con acciones de lucha pacífica. Demostremos nuestro compromiso con la democracia, con la libertad y con un futuro de bienestar social. No importa lo que esté haciendo el vecino, hagamos nosotros los que nos toca, que es ser libres, trabajadores y solidarios, y les aseguro que todo cambiará.

Debemos estar listos para avanzar y en esa cruzada debemos estar unidos dejando de lado militancias políticas e intereses partidarios. Que nuestra bandera sea una, y ella sea retomar la senda de la libertad.

Noris María Hernández