Maracaibo fue epicentro de contagios por foco en Mercado Las Pulgas que generó más de 400 casos

A dos meses del inicio de la Cuarentena Social Colectiva en Venezuela, el pasado mes de marzo del 2020, el Mercado Las Pulgas en Maracaibo, se convirtió en el epicentro de contagios de Covid-19 más grande del país, el cual comenzó con 17 casos y alcanzó más de 400 confirmados, de acuerdo con cifras oficiales. La situación obligó a su cierre durante unos 90 dias y generó una situación de confinamiento extremo en la capital zuliana.

Debido a una marcada crisis económica y la necesidad de llevar el sustento a sus hogares, cientos de comerciantes mantuvieron sus actividades en el abarrotado mercado popular, burlando las estrictas medidas anunciadas desde el mes de marzo. El brote de Covid-19 se produjo en un área de 120.000 metros cuadrados, en la que cientos de vendedores, la mayoría al aire libre, recibían diariamente a decenas de miles de compradores que ignoraron un riesgo evidente. Unas 30 mil personas coincidían a diario sin ningún tipo de distanciamiento.

Tres días después del inicio del confinamiento, el 19 de marzo del año 2020, se realizó la primera desinfección en el lugar, unos 40 mil litros de agua, jabón e hipoclorito, fueron esparcidos por los bomberos de Maracaibo para intentar desinfectar sus espacios. Al mismo tiempo, autoridades exhortaban a los buhoneros a usar tapabocas y a restringir su horario.

Ante la anarquía reinante, el 8 de abril se practicó la primera medida que intentaba controlar el acceso de comerciantes y compradores, quienes incumplían las medidas de bioseguridad. El gobernador del Zulia, Omar Prieto, anunció que los mercados populares Las Pulgas, la Curva, los Plataneros, Mercasur sólo podrían funcionar los martes, jueves y sábado en el horario de 8:00 am a 12:00 del mediodía.

Las alarmas se activaron, cuando el 20 de mayo el primer mandatario regional advirtió sobre la presencia de un foco de contagio en el Zulia, con sospecha de que fuera el Mercado Las Pulgas. Se tomaron algunas medidas para frenar los casos, como su cierre parcial, desinfección a la entrada del mismo, advertencias sobre la detención durante 24 horas, de las personas que se encontraran sin mascarillas en las calle, restricción en los horarios de circulación y en el paso por el Puente sobre el Lago.

Para el 24 de mayo se confirmó que el populoso mercado a cielo abierto era el epicentro de los contagios que habían aumentado considerablemente en el estado Zulia y fue cerrado por completo. “Hemos decidido cerrar de manera definitiva hasta nuevo aviso Las Pulgas”, anunció el gobernador Omar Prieto, en horas de la madrugada.

El mercado amaneció tomado por cuerpos de seguridad, generándose disturbios por parte de los comerciantes que se negaban a respetar el cierre y desestimaban el alcance del brote. El cierre estuvo a cargo de al menos 500 funcionarios, entre la GNB y efectivos policiales, que se desplegaron para clausurar cualquier tipo de actividad comercial en la zona.

Paralelamente, el Gobierno Nacional anunció que se realizaría un despistaje masivo de Covid-19 en Maracaibo, al considerar que cerca de 800.000 personas estaban en riesgo por encontrarse en zonas cercanas al mercado o a los lugares de residencia de los infectados.

Entre las medidas especiales tomadas en el Zulia, destacó el toque de queda, el cierre entre municipios y la activación de un contingente de médicos de Barrio Adentro acompañados de autoridades de las FANB para hacer un barrido en los municipios Mara, Maracaibo y San Francisco, a fin de detectar los casos procedentes del Mercado Las Pulgas.

En el mes de junio, los casos provenientes de este foco, se habían diseminado por toda la ciudad de Maracaibo. En pleno pico de la curva de contagios, se llegaron a confirmar unas 600 personas que resultaron positivas en las pruebas rápidas y estuvieron a la espera de confirmación de las pruebas PCR, en aislamiento preventivo en 15 hoteles de la ciudad y en refugios destinados para tal fin, como la Bibloteca Pública del Estado.

Todas las parroquias marabinas presentaron algún caso de Covid-19. “Tenemos parroquias como Cristo de Aranza, Cacique Mara, Venancio Pulgar, Francisco Eugenio Bustamante, Manuel Dagnino y Chiquinquirá, con caso importante de contagios del virus”, destacó el alcalde Willy Casanova, en esa oportunidad.

La parroquia con mayor número de casos fue Cristo de Aranza, por su cercanía con el mercado Las Pulgas. Seguida por Cacique Mara, luego Venancio Pulgar, ya que allí residen un número importante de comerciantes informales de Las Pulgas.

Las medidas de control se extremaron, decretaron cierre de las vías principales con la presencia de los cuerpos de seguridad para evitar la movilidad, en los sectores donde se detectaron más casos. Asimismo, se activó el perifoneo para instar a la comunidad a respetar el aislamiento y charlas grupales a quienes eran sorprendidos en la calle incumpliendo la cuarentena.

El 18 de agosto, Omar Prieto informó que desde la perspectiva del Ministerio de Salud el foco del mercado Las Pulgas había disminuido casi a cero.

Reapertura con bioseguridad

El gobierno regional autorizó su apertura el martes 25 de agosto. Un proceso que se llevó a cabo bajo medidas de bioseguridad para evitar que en el lugar se repita nuevamente la situación del mes de mayo del 2020. Antes de su reapertura, todos los espacios del mercado de Las Pulgas fueron desinfectados y se habilitaron seis túneles de desinfección en una única entrada.

Durante el tiempo que se extendió el cierre, la Gobernación aprovechó para retirar tarantines y reorganizar el mercado que por muchos años fue centro de anarquía y desorganización. Del lugar se sacaron unas 10 toneladas de basura, material ferroso y escombros.

July Peña