MÁS HECHOS Y MENOS PALABRAS
POR: ABG. NILMARY BOSCAN MALDONADO
¿Quieres conocer en realidad a una persona? La respuesta es simple, enfócate en sus hechos y no en sus palabras, porque de nuestra boca pueden salir muchas cosas, pero nos mostramos tal cual somos cuando existe coherencia entre lo que se hace y lo que se dice.
Por ejemplo, hay personas que dicen ser honestos pero su conducta demuestra lo contrario y es que nadie va a hablar mal de sí mismo. Incluso a algunos presumen no tener defectos, cuando todos los tenemos, el ser humano es un compendio de virtudes, debilidades, patrones y experiencias de vida.
La coherencia entre palabras y hechos es un tema complejo, porque todo aquello que decimos debe coincidir con lo que somos, fortaleciendo la probidad en la persona, es decir la integridad y honradez en las acciones. Si Usted promete algo y garantiza su cumplimiento pero su conducta es contraria pierde credibilidad, porque sus palabras no van acorde con su acción. Incluso puede verse como una persona mentirosa.
Una persona dice ser humilde pero si sus acciones van acompañadas de prepotencia, es incoherente. Y así como estos ejemplos existen muchos, solo es cuestión de observar la conducta de las personas y allí nos daremos cuenta quienes son en realidad.
Las palabras que no van seguidas de hechos no valen nada, como reza un refrán: “El papel aguanta todo”.
Esa coherencia también aplica para cuando nadie nos ve, pues hay personas que incluso demuestran tener valores y principios ante el público y actúan de forma correcta pero en la clandestinidad es otra cosa, viven de apariencias demostrando lo que no son, la buena noticia es que la verdad siempre sale a flote y nos descubre.
El ser humano convence con sus acciones y no con palabrerías, incluso el amor se demuestra con hechos porque de nuestra boca pueden salir millones de palabras, sin embargo quedaran vacías si no vienen acompañadas de una acción que realmente las valide. En esta vida somos lo que hacemos y no lo que decimos ser. Los hechos son tu mejor descripción. En la vida hay gente que transita el camino de la incongruencia entre lo que piensan, sienten y hacen, incluso no podemos olvidar que ser coherentes no permite cumplir los objetivos en nuestra vida.
La coherencia es el equilibrio que existe entre nuestros pensamientos, acciones y emociones.
No olvides, ser coherente, amar y agradecer.
Abg. Nilmary Boscan Maldonado.
–
