DESTACADOMIGRACIÓN EN CABIMAS

Huellas de la MIGRACIÓN en Cabimas

Foto: M.P (Archivo)

ESPECIAL.-  La migración se ha convertido en los últimos años en un desafío para miles de cabimenses, quienes parten a otras latitudes con un pequeño equipaje donde lo que más pesa son sus sueños.

Son muchas las razones por la que toman esa decisión llena de incertidumbre, pero la que más priva son las expectativas que se nutren de las experiencias ajenas.

Los que parten primero se convierten en ejemplos vivientes de que migrar es la salida, sin embargo, los que los emulan, al llegan al destino escogido se encuentran con que esa realidad es otra. No es lo que soñaban, por lo que su futuro es incierto.

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Cada migrante tiene que lidiar con situaciones totalmente diferentes. Los escenarios van desde conocer y compartir con personas extrañas, adaptarse a otra cultura, costumbres, gastronomía e incluso al rechazo social, exponiéndose a la xenofobia, que, según expertos e investigadores, está asociada al rechazo por ser migrante. Ripoll y Navas-Alemán, en su investigación sobre la xenofobia y discriminación hacia los refugiados y migrantes venezolanos en Ecuador, se refieren a este tema y lo describen como complejo.

A esta situación, de por sí bastante grave, se suman los peligros a los que se enfrentan estos migrantes durante sus travesías, que solos o acompañados, emprenden para poder llegar a su destino con éxito. Los migrantes venezolanos son víctimas de robos, amenazas, vejaciones, maltrato físico y psicológico e intentos de secuestros; durante su trayecto migratorio.

El migrante venezolano realiza una bitácora llena de peligros, de la que lastimosamente no todos salen vivos, y quienes lo logran cuentan como sus maletas fueron llenándose de miedos, tristeza y sinsabores.

La esperanza del retorno

El reto de emprender una travesía hacia un destino incierto, puede marcar o dejar huellas profundas de índole psicológicas y físicas, en quienes deciden marcharse de casa y atravesar fronteras, dejando detrás apegos, familia y la cotidianidad de sus vidas                             .

La ruptura de los lazos familiares es uno de los factores más comunes de la migración, y ello ha trastocado los hogares del mundo, entre los que contamos los hogares cabimenses.

El 4 de mayo del año 2023, el joven cabimense, Gabriel Antonio Mendoza, residente del sector Ambrosio, tomó la decisión de migrar de Venezuela hacía los Estados Unidos, con la finalidad de ir en búsqueda de su sueño americano, ese que desde pequeño escuchaba hablar a través de series de televisión. Hoy puede palpar ese sueño ahora como protagonista.

Describe que lo que le motivó a salir de Venezuela fue la situación económica, donde sus bienes materiales estaban deteriorando sin la posibilidad de sustituirlos o repararlos debido a la pérdida del poder adquisitivo de los venezolanos, que tocaba a todos los estratos sociales del país, siendo la clase media y baja la más afectada. Su vehículo, fuente de sustento familiar, quedó varado por falta de repuestos, y la frustración se apoderó de su vida al no poder consolidar proyectos como la obtención de una vivienda propia para su familia.

Despedirse de su hogar fue un momento doloroso, triste y conmovedor, pues por primera vez tomaba sus maletas para realizar un viaje hacia otro país en el que sabía la fecha de ida más no la de vuelta. «Nada fácil fue despedirme de mi mamá, hermanos, esposa, sobrinos; toda mi familia y amigos. Fue un momento muy nostálgico».

Todos los días, dice, mantiene la fe y la esperanza de volver a casa. Extraña profundamente a sus familiares y amigos. «Me siento solo, con muchas ganas de regresar a mi amada Cabimas. Tengo varias metas que quiero alcanzar, pero quiero cumplirlas en mi tierra».

Relata, que fue un gran reto el haber logrado llegar a los EE UU el 17 de octubre de 2023, venciendo duros obstáculos durante su travesía por la selva El Darién, donde pudo ser testigo de robos, humillaciones, maltrato, peligro, intentos de secuestro; una odisea que, confiesa, es para valientes.

Huellas de la MIGRACIÓN en Cabimas
Gabriel Antonio Mendoza

«Es horrible las diferentes situaciones que debe enfrentar el migrante para llegar a su destino. Creo que la selva colombiana, repleta de duros y peligrosos obstáculos, no es la más escabrosa; la más difícil de atravesar es la selva de concreto representada por las ciudades donde llegas. “Es allí donde comienzan los verdaderos retos, cambios y una cruda adaptación, que muchos no logran».

Actualmente, Gabriel realiza labores de remodelación y construcción de obras en Atlanta, donde pone todo su empeño en obtener una buena estabilidad económica, que posteriormente le permitan retornar a Venezuela.

«No vale la pena tener el privilegio de gozar de ciertas comodidades si estás lejos de las personas que amas», expresó Mendoza.

Todos los días se despierta con la gran ilusión de regresar a su casa, a su país, reencontrarse con su amada familia, poder abrazarlos, ya que desde el primer día que había tomado la decisión en búsqueda de una mejor calidad de vida, en búsqueda de sus sueños y lograr sus metas, desde ese día que tomo sus maletas y migrar hacia los Estados Unidos, les ha extrañado profundamente con el corazón. «No dejo de pensar en mi regreso a mi tierra, extraño demasiado a mi familia, todos los días me despierto con el anhelo de mi regreso».

Deseo de superación

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El deseo de superación, fue un motivador fundamental para que Odarwi Polanco, joven nativo de Cabimas y TSU en Producción Industrial, tomará la determinación de emigrar de Venezuela a los Estados Unidos, como una opción para mejorar sus condiciones económicas y las de su familia.

Con la perseverancia, confianza, voluntad de trabajar y esforzarse hasta lograr sus objetivos, como su carta de presentación, Polanco decidió consultar varias veces con su almohada la idea de marcharse de casa hacia EE UU, y la respuesta fue obvia; emigró el 7 de febrero del año 2016 al Norte convencido de que era la mejor decisión.

«Fue una decisión dura, pero lo hice por el futuro de mi hija, y para poder ayudar a mi mamá y hermanos», insistió.

Hermanos Odarwi y Yanuaria Polanco

Como todo migrante, coincide en que no todo lo que brilla es oro, ya que en un abrir y cerrar de ojos no se adquiere todo lo soñado, porque para ello se debe trabajar muy duro, y enfrentarse incluso a ciertas adversidades, que no estaban, como se dice popularmente, «anotadas en la cuenta», pero que forman parte del libro de la vida, del proceso y aprendizaje de cada migrante.

EE UU le ha brindado buenas oportunidades laborales a Polanco, sin embargo, por un lapso de dos meses en el 2023 quedó desempleado, situación que le generó mucha ansiedad y tristeza. Aferrado a Dios, lleno de fe y esperanza logró vencer esa circunstancia encontrando un nuevo empleo.

Además de trazarse esa meta de ayudar a su familia, manifiesta que Dios le encomendó la tarea de ayudar a los más necesitados de su amada Cabimas a través de labores sociales, y así lo hizo. Como muestra de amor hacia su tierra, reseñada con frecuencia en las páginas Cabimas Casco Central y Q’ Molleja Zulia, creadas por él, encontró en ellas el canal para ayudar a su gente.

Para Polanco ese sentimiento de amor por la ciudad de Cabimas no se detiene. Extraña sus calles, sus andanzas, la gente, la comida, tomar un café a las 3:00 de la tarde platicando con los amigos del barrio; situación que le es más llevadera por que tiene la fortuna de estar acompañado de algunos se sus familiares.

«Extraño todo de mi tierra y anhelo volver muy pronto. Por mi hija y mi mamá no pierdo las esperanzas de regresar», afirmó.

Resalta que sueña y anhela que la ciudad siga hermosa, prosperando, y se continúe impulsando el crecimiento económico, social, educativo y cultural de Cabimas.

Actualmente trabaja como ayudante de electricidad, lo cual agradece a Dios, ya que tiene la oportunidad de aprender una profesión distinta a la suya.

La valentía de una madre

Huellas de la MIGRACIÓN en Cabimas

Hay padres y madres que no lograron alcanzar un nivel universitario, pero unen sus esfuerzos para que sus hijos lleguen muy lejos sea en su tierra natal o en otra latitud.  Eleidys Amaya, una joven cabimense, madre de cinco hijos, es una de ellas. Amaya al ver que no tenía oportunidades de empleo en su ciudad para sacarlos adelante a sus hijos, vio la opción de migrar, para así, lograr encontrar el sustento de su familia y poder garantizarles un futuro mejor.

El 29 de noviembre del año 2017 llegó a Ciénaga Magdalena en Colombia, con la firme convicción de darle una mejor calidad de vida a mis hijos, especialmente a la más pequeña, que para ese entonces tenía 6 años de edad.

Llena de valor decidió ganarse la vida honradamente vendiendo “tintos”. Adquirió una bicicleta para salir con dos termos llenos de café de distintos sabores, que ofrecía en la Plaza del Pueblo, ganándose el respeto de los lugareños.

A través de su emprendimiento mantiene a sus hijos, situación que en Cabimas se le hacía cuesta arriba. «Gracias a Dios me ha ido muy bien en Colombia, le he dado estudios, alimentación, vestimenta y calidad de vida a mis hijos».

En Colombia solo le hace falta adquirir una vivienda, que lastimosamente en Venezuela si la tenía.

Eleidys cuenta que a pesar de que ha obtenido bienestar para ella y su familia, migrar no es fácil, pues en su caso ha tenido que luchar con la pérdida de su padre y uno de sus hijos a causa de la pandemia Covid 19, sin tener oportunidad de darles el último adiós, conformándose con realizar esas despedidas tan dolorosas que le destrozó el alma por medio de una videollamada. Sostiene que ese sentimiento de dolor la acompañará por siempre. “Es una experiencia que no se la deseo a nadie, pero hay que ser valientes y seguir adelante”.

Eleidys Amaya, una joven cabimense, madre de cinco hijos

«Me llena de satisfacción que mi hija menor está a punto de ser bachiller, aquí en Bogotá; además he podido ayudar al resto de mis hijos y nietos. Pero mi corazón siempre estará en Venezuela», manifestó.

Tocando fondo

Hendryana Leal es una joven cabimense, madre luchadora y trabajadora; junto a su pequeño hijo decidió migrar hacia Bogotá, Colombia, el 18 de marzo del año 2018.

Su decisión fue pensada en la necesidad de encontrar bienestar y estabilidad económica para ella y su familia, debido a que la crisis social y económica que se había acentuado en Venezuela, no le permitía contar con una buena calidad de vida.

Su llegada a Colombia marcaría el comienzo de una nueva vida en un país totalmente distinto, que le abrió sus puertas, permitiéndole vencer los miedos que acarrea una decisión de esta naturaleza, y donde obtuvo el aprendizaje necesario para la consolidación de sus proyectos, entre los que está la creación de contenidos para proyectar la ciudad de Cabimas.

Asegura que ha tenido altas y bajas como todo migrante, por lo que cada día se esfuerzan para dar lo mejor de sí para consolidar sus metas y de esta forma dejar en alto el nombre de Venezuela y de Cabimas.

Hendryana expresa con mucha nostalgia, que extraña de Cabimas sus calles, la gastronomía, su gente. Recuerda que tenía dos años sin pisar su tierra y no fue sino hasta el mes de diciembre de 2023 que Dios le dio la bendición de tener la oportunidad de reencontrarse con sus familiares y amigos, quienes le recibieron con mucha alegría, sobre todo porque se dio en el marco de la temporada más bonita del año, la Navidad.

«Me encantó volver a mi tierra y reencontrarme con mi gente, porque a través de la pantalla de un celular no es lo mismo «, comentó.

Huellas de la MIGRACIÓN en Cabimas

Esta arraigada cabimense también destaca a través de la página Q’Molleja Zulia y en conjunto con Cabimas Casco Central, las potencialidades de Cabimas, su cultura y su gente.

Afirma que las redes sociales que administra, han sido una herramienta fundamental para poder unir a miles de cabimenses que se encuentran en diferentes partes del mundo.

La joven sostiene que admira a todas las personas que han tenido el privilegio de seguir apostando a la ciudad y se quedan en Cabimas para hacer realidad sus sueños, porque gracias a ellos se mantiene en crecimiento.

Sueña con superar sus expectativas y mantiene la firme convicción de que más temprano que tarde logrará hacer realidad todos sus sueños, sea en Colombia o en Cabimas, o donde Dios lo permita.

Como migrante, la talentosa creadora de contenido, aprovechó la oportunidad para instar a todas aquellas personas que desean regresar a su tierra, que lo hagan, y de esta manera recargar las energías al poder disfrutar de la compañía de sus seres queridos.

«No lo piensen dos veces cuando se trate de volver a casa», acentuó para concluir Hendryana Leal.

 

Gayledys Barrientos

Fotos Gayledys  Barrientos

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