jueves, marzo 28, 2024
PENSAR CON CRITERIOS

Mira tú última página

Una de las cosas más recomendadas a los padres para saber que piensan sus hijos y como va formándose su personalidad, es revisar la última página de sus cuadernos, allí los jóvenes y niños suelen plasmar figuras, escribir cosas, pintar símbolos que en un mañana definirán quienes serán de grandes.

Pues un niño que suele pintar en la última página corazones será alguien de una gran nobleza, pero quien pinta carabelas o signos nazis, figuras ensangrentadas, no es mucho lo que se espera de él.

Ahora bien, pienso que, así como los padres deberían echar un vistazo a esas últimas páginas de los cuadernos de sus hijos, así nosotros deberíamos mirar lo que estamos plasmando en las últimas páginas de nuestras vidas. Por qué lo digo, porque hay muchos por ahí dibujando desvergüenza, desamor, maldad; y puede que, si lo revisan con detenimiento, reviertan ese destino que no es otro que el olvido y el deshonor.

Si miramos hacia atrás, reflexionemos sobre lo que vemos, qué estamos haciendo o qué hemos hecho mal, puede que empecemos a darle forma a esos entuertos que oscurecen nuestro entorno, y de esa manera aligerar las cargas negativas que no nos dejan avanzar como el viento, suave y ligero, hacia el final de nuestras vidas.

No es fácil para los seres humanos revisarse internamente de forma equilibrada, muchas veces subestima su poder de reinventarse, y se cree que, si así lo formaron sus creencias y sus influencias, así morirán… son teorías revertidas por una gran cantidad de especialista en la materia, sin embargo, esa premisa sigue su curso y la gente sigue sin revisar su última página para ver en que se ha convertido y mejorar sus conductas.

Tan importante es ir hasta esa última página de los cuadernos y libros de nuestros hijos como lo es ir a la última página de nuestra vida a ver que estamos escribiendo o dibujando en ella, de manera que borremos o arranquemos esas páginas para tirarlas a la basura, luego con tranquilidad, sosegados, iniciemos nuevos trazos de vida que nos identifiquen o guíen al amor, a la paz interna, a la solidaridad, y a la grandeza de ser hombres y mujeres de bien.

Nunca es tarde para mirar esa última página y descubrir lo que somos para reforzar o recomenzar desde esa necesaria y útil mirada, una vida de buenas acciones, excelentes decisiones y regocijo interno.

Este poema de Walt Whitman, es una guía para tus días por venir.

No te detengas

No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,

sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.

No te dejes vencer por el desaliento.

No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,

que es casi un deber.

No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.

No dejes de creer que las palabras y las poesías

sí pueden cambiar el mundo.

Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.

Somos seres llenos de pasión.

La vida es desierto y oasis.

Nos derriba, nos lastima,

nos enseña,

nos convierte en protagonistas

de nuestra propia historia.

Aunque el viento sople en contra,

la poderosa obra continúa:

Tú puedes aportar una estrofa.

No dejes nunca de soñar,

porque en sueños es libre el hombre.

No caigas en el peor de los errores:

el silencio.

La mayoría vive en un silencio espantoso.

No te resignes.

Huye.

“Emito mis alaridos por los techos de este mundo”,

dice el poeta.

Valora la belleza de las cosas simples.

Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,

pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.

Eso transforma la vida en un infierno.

Disfruta del pánico que te provoca

tener la vida por delante.

Vívela intensamente,

sin mediocridad.

Piensa que en ti está el futuro

y encara la tarea con orgullo y sin miedo.

Aprende de quienes puedan enseñarte.

Las experiencias de quienes nos precedieron

de nuestros “poetas muertos”,

te ayudan a caminar por la vida

La sociedad de hoy somos nosotros:

Los “poetas vivos”.

No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas.