OPINIÓN

MITOS Y LEYENDAS DE LAGUNILLAS: EL ESPANTO DE LA ANTENA

FRANCISCO CHÁVEZ

Historias de fantasmas fueron populares entre los habitantes de nuestra urbe. Esos eran diálogos propios de la tradición oral y del imaginario colectivo, nuestros pueblos amanecían y anochecía hablando de la llorona que caminaba por el muro, de gritos terribles en la oscuridad, del pájaro hueco volando bajito con su mala pava. Pero en el Municipio Lagunillas una de las tantas historias sobre fantasmas, sucede desde mediados de la década de los sesenta en la carretera San Pedro-Lagunillas en el sector La Antena de Campo Mío, donde una figura espectral se hace ver y escuchar con sus gritos lastimeros por el cruce entre esa comunidad y el barrio Los Olivos. De acuerdo a lo descrito por muchas personas, se puede ver, en las noches, la figura de una mujer, que aparece pidiéndoles a los conductores que la lleven. Dicen que quienes se detienen, y la dejan subir a su carro, al ver su rostro, aprecian un cadáver o desaparece cuando el conductor voltea, produciendo en la mayoría de los casos graves accidentes. Según la creencia popular, se trata del ánima en pena de una fémina de la comunidad quien salió embarazada, y al contarle a su novio lo que le estaba sucediendo, el joven se marchó; desengañada de amor decidió terminar con su vida lanzándose a un vehículo. Desde entonces su alma deambula por los alrededores a la caza de algún incrédulo que pare su vehículo en busca de alguna conquista. En medio de las sombras se muestra como una hermosa dama que cautiva a los hombres para luego brindarles el susto de sus vidas. Aun cuando no le doy crédito a los cuentos de aparecidos prefiero decir «de que vuelan, vuelan por si acaso».

Cronista del Municipio Bolivariano Lagunillas

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