OMBLIGUISMO ENDIOSANTE
POR: DR. PEDRO DUARTE
Sin duda alguna los Seres Humanos estamos llenos de imperfecciones, propias de nuestra naturaleza, débil, frágil, en oportunidades con espíritus exageradamente bajos, niveles de conciencia que no terminan de elevarse. De igual manera hay que reconocer las virtudes que también envuelven a todo Ser Humano y que en algunos llegan a niveles inimaginables.
Hoy dedico estas cortas líneas a un aspecto del Ser Humano del cual llevo años escuchando expresiones referentes a los llamados “egos” de las personas, siempre en tonos despectivos, por más que el ego no tenga que serlo; sin embargo no podemos negar que sí lo es muy a menudo y la política es un terreno especialmente abonado para ello.
Cuando analizamos la historia política reciente en cualquiera de sus ámbitos (local, regional, nacional e internacional), nos vamos a encontrar con rostros que lo representan; así encontramos individuos que se creen por encima del resto, que siempre creen tener la razón, que no escuchan a quienes les rodean, programas de radio, de televisión, columnas de periódicos, escritos en las redes sociales que destruyen de manera implacable a aquel que emita una opinión contraria a lo que puedan pensar algunos de los que están un poco más arriba en determinadas estructuras, aun cuando estas sean en favor de las causas que enarbolan, ya por ello los cambios algunas veces son bruscos por el solo hecho de que no me plazca esa opinión, es decir ya te estigmatizo .
Recientemente, leía un artículo de opinión extraordinario y este empuñaba un concepto denominado Ombliguismo Endiosante, muy presente en la política, esos exagerados cultos a la personalidad que se ven alrededor del mundo por parte de seguidores de Líderes políticos y en oportunidades hasta con quienes ocupan un pequeño cargo de poder. Cabe aquí la frase del gran Líder José de San Martí, cuando decía “La soberbia es una discapacidad que suele afectar a pobres infelices mortales que se encuentran de golpe con una miserable cuota de poder” y también podemos citar a Confucio (551 a.C.- 479 a.C.) importante pensador y educador que decía “Si quieres conocer una persona, dale poder”.
Sin embargo la concepción honesta de la política es lo más contrario a ese Ombliguismo Endiosante que alimenta visiones estrechas, envidiosas, soberbias y falta de empatía. “El Yoismo”, lo llama muy bien el Papa Francisco. Cuando vemos la política de Aristóteles, esta obligaba a levantar la mirada de lo propio para ampliarla a la búsqueda del bien del resto de la ciudadanía.
En cambio la “egolítica” se orienta a llenar las propias vitrinas de trofeos y medallas, supeditando cualquier otro objetivo a ello. Las luchas marcadas por el odio dentro de los partidos políticos, el aferramiento al poder, los casos de corrupción, la manipulación sin escrúpulos para movilizar a otros, las peleas por los puestos en las listas, o el vender tus principios al mejor postor, con tal de seguir en el cargo, son algunos de los ejemplos del daño que causan. Ante todo esto existen excepciones, como es lógico pero lamentablemente son pocas.
Debemos caminar hacia la cultura de lo comunitario, en ese sentido y con esa esperanza firme, debemos superar cualquier escenario político que nos lleve a una actitud derrotista, articulando espacio en lo comunitario y los discernimientos compartidos en la política. Los mismos son garantía, hasta donde se puede, de que el ego personal, no se imponga.
Debemos en el marco de la mayor de las corduras en este hermoso pero complejo ejercicio de la política, dejarnos acompañar por amigos, hermanos, hermanas que te recuerden diariamente que la política tiene poco de ego y mucho de nosotros.
“La aventura podrá ser loca, pero el aventurero ha de ser cuerdo”.
Chesterton
Pensador Inglés
Dr. Pedro Duarte
Abogado
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