Palabras: periodistas hagan que valga la pena
Hoy cuando los venezolanos honran la labor del periodista, no hay más que llamarlos a retomar la palabra a través de los medios de comunicación para hacer valer su derecho de ser creadores de cambios, transformadores de realidades.
No es callados y sumisos que lo lograremos, nuestra bandera es la palabra y eso no debe cambiar.
He visto la campaña que el Colegio de Periodistas de la Costa Oriental del Lago ha asumido a través de las redes sociales, para hacer frente a la piratería comunicacional. La acepto como gremialista que soy, pero no la comparto, porque hay mucho por lo que hay que pelear para estar gastando pólvora en algo que no va a cambiar. ¿Cómo llegará ese cambio? Cuando el periodismo real lo aplaste, cuando dejemos de callar verdades por miedo o por prebenda.
Que existan en las redes personas dizque usurpando nuestras labores, no es relevante ante un gremio disminuido en poder, en esencia real de la palabra.
No es mi intención entrar en polémicas con el accionar gremialista al que pertenezco, pero si me asombra como se rasgan las vestiduras enfilando contra quienes al parecer hacen muy mal el papel de comunicador social. Señores colegas, por qué no se estimula y lucha por defender a los que son acallados con la censura amenazante que es práctica obligada del régimen a través de todo tipo de instituciones públicas, que ocultan su decadente función social con nuestro silencio.
Cómo enfrentar la usurpación de nuestra profesión en las emisoras radiales o en las plataformas digitales, si su uso es libre, no estamos en capacidad de controlarlo; pero si nosotros hacemos frente a eso capacitarnos para tener una mejor presencia en las redes, mostramos la verdad, lo hacemos como se debe, no me cabe la menor duda de que seremos escuchados y por ende respetados, pero tenemos que ofrecer credibilidad, contenidos de altura, dirigidos a nuestras audiencias con sentido real. Solo así lo lograremos.
Los médicos se enfrentan a diario hasta con los farmaceutas, los ingenieros con los albañiles, es cierto, pero a la hora de hacer una operación de emergencia o atender una enfermedad grave nadie acude a un yerbatero para sanar, ni cuando necesitas edificar un edificio de bases solidas no buscas los oficios de un “pega bloques”. Todos tenemos nuestras tareas específicas, para qué desgastarnos peleando con quien corta y pega informaciones a través de una plataforma digital, si podemos y estamos en capacidad de crear contenidos con investigaciones profundas, con hechos reales y con creatividad en nuestra escritura. Lo decía la profesora universitaria Gloria Cuenca, en una de sus recientes entrevistas, es lo más cierto, no importa que es lo que decimos sino cómo lo decimos.
La modernidad nos empuja a ser mejores, a adaptarnos a nuevos espacios y en eso debemos pensar como gremio. Impulsemos capacitaciones digitales para los periodistas que están un poco detrás y reforcemos a los que ya llevan una buena delantera. Realicemos convenios con instituciones relacionadas a las nuevas tecnologías para que sepamos como manejarnos de forma audaz en este enorme ecosistema digital donde muchos estamos perdidos. Pregúntense si han hecho lo que deben para ser garante del sano cumplimiento de la noble tarea de saber informar a nuestras audiencias sobre lo que necesita saber. Preguntémonos si merecemos o no ser llamados comunicadores sociales.
Simón Bolívar, el precursor de la prensa en Venezuela, no se capacitó académicamente para ser periodista, y fue uno de los mejores; su mensaje, bien escrito, con todos los criterios necesarios, llegaron a las masas, a tal punto que sus pensamientos hoy por hoy son lecciones de lucha, de victorias y de crecimiento social. Comuniquemos verdades, seamos creadores de cambios, eduquemos reforzando un pensamiento crítico, pero hagámoslo bien….
Feliz día a todos Colegas…
