Qué mirás bobo…

El “Qué Mirás Bobo” de Lionel Messi se expandió como pólvora no solo en Catar sino en todo el mundo. Un sinfín de conjeturas surgió por la frase mundialista que expresó el astro argentino tras el impasse que sostuvo con el delantero neerlandés, Wout Weghorst, quien logró el gol del empate 2-2 para Países Bajos que mandó el encuentro a la prórroga, y que terminó dándole el pase a semifinales a la oncena de Lionel Scaloni.

Al parecer, al final del partido Weghorst se acercó a Messi, según él, con la intención de darle la mano y pedirle la camiseta, pero este se negó, dejando decepcionado al holandés; ¿pero es realmente una imposición de respeto los ademanes del zurdo rosarino contra sus oponentes? Donde hasta el director técnico de la naranja mecánica, Louis van Gaal, llevó lo suyo, al mofarse frente a él tras anotar un gol de penalti. ¿Pero es eso lo que le reclamaba su hinchada albiceleste? Recordemos que Messi fue acusado en reiteradas ocasiones de no mostrar amor por su camiseta, por ser casi inexpresivo en una cancha donde navega como pez en el agua; ahora un Messi impulsivo, burlón y de ceño fruncido se muestra al mundo acostumbrado a viralizar hasta la manera de caminar de sus influenciadores, como claramente lo es Messi. Por algo, por primera vez en la historia de los mundiales, al iniciarse un partido las cámaras se dirigen a la banca y no a la alineación titular a la hora de cantar su himno, como sucedió en el encuentro entre Portugal y Marruecos, cuando por segundo juego consecutivo, CR7 era dejado en el banquillo fuera de la titular. Que buscaban, elementos viralizantes del luso para nutrir las expectativas de las redes sociales.

Admiro a Lionel Messi, tal como lo hago con Cristiano Ronaldo, mi amado y héroe nacional Juan Arango, como admiro a Luka Modric, Kylian Mbappé, y tantos futbolistas que le han dado sentido al fútbol moderno, al actual, no al de Pelé y Maradona, que son arena de otro costal; sin embargo, no comparto que se considere “hacerse a respetar” a estas actitudes, solo porque lo hace un jugador de otra galaxia como Messi. La misma actitud de parte del portugués Cristiano Ronaldo o el uruguayo Luis Suárez, es considerada un agravio al deporte; pero contrariamente ahora la reacción “messiánica” dio impulso a las economías, a la creatividad y sobre todo al engrandado corazón de sus hinchas. Hasta tal punto que la frase está siendo inmortalizada en todo tipo de soportes: memes, videos de TikTok, canciones, gorras, camisetas, tazas.

El “Qué Mirás Bobo”, pudo haberlo dicho CR7 dirigiendo su mirada a Fernando Santos su seleccionador, al ver como su sueño de lograr una final mundialista se desvanecía en un banco viendo a su equipo jugar sin él, para muchos respondiendo solo a un capricho. “Qué miras bobo, anda pa’ allá” pudo haber salido de la boca de algún seleccionado español para dirigirse al árbitro que pitó su encuentro contra Marruecos, quien con decisiones dudosas afectó su avance en el certamen, o de la del uruguayo Luis Suárez al árbitro que, según ellos, los eliminó al no cantar un claro penalti a su favor; reclamos que dejaron varios uruguayos sancionados y una trifulca tras la finalización del partido que no evitaron el regreso a casa de la garra charrúa.

Bueno lo cierto es que no fue Suárez ni CR7 u otros que se caracterizan por tener este tipo de reacciones, fue Messi, y su frase es tendencia, es comercial en Argentina y el mundo.

Está claro que el juego duro de Países Bajos despertó el león dormido que cohabitaba en el corazón de Messi junto a su talento y el amor por su camiseta.

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