viernes, mayo 3, 2024
OPINIÓN

RESPETO MUTUO

 

POR: DR. PEDRO DUARTE

Hoy llegan a mi mente las sabias palabras de un Gran Papa en la historia de la Iglesia Católica, San Juan XXIII, pronunciadas a comienzos del Concilio Ecuménico Vaticano II instalado en el año 1.962, en el marco de una línea de discernimiento importante en nuestra Iglesia Católica como es el ecumenismo, que tiene como objeto principal la relación de la Iglesia con el mundo moderno, es decir el diálogo con otras religiones, con personas de distintas creencias. En razón de ello, el Papa dijo: “En lo igual unidad, en lo diferente respeto y en todo lo demás caridad”.

Es importante en estos tiempos reflexionar profundamente el hecho de que no importa a que grupo pertenece una persona, más allá de eso vamos a ver sus obras, su manera de tratar a los demás, no solamente los que piensan igual, sino a personas que pertenecen a otro grupo, con otra experiencia religiosa, filosófica o política, siempre debemos tratarlos con respeto, paciencia y tolerancia, es decir, tomando la frase del evangelio “Por sus frutos los reconoceréis”. Ahora bien, debemos también profundizar las palabras de San Pablo en las Sagradas Escrituras “Soportaos mutuamente en el amor de Cristo”. De tal manera que, en los grupos humanos, pongamos en práctica esa virtud tan importante como es la tolerancia, lo que ayudará sin duda a que los frutos se den.

El ejemplo del Papa Francisco en la actualidad con el Continente Africano, es digno de admirar. Allí el Papa ha pedido a los Jóvenes que se unan, pues hay 100 grupos subversivos que quieren la minería de África, óigase bien 100 grupos y sin embargo por encima de esas diferencias, el Papa está invitando a que se unan los Jóvenes y libren una gran batalla para exterminar el mal de la división y la violencia en ese Continente.

Insisto en resaltar la virtud incluso humana de la tolerancia, del respeto humano, del respeto al otro y a la otra.

Ahora bien, mirándonos a nosotros mismos, debemos tener una seguridad de nuestra personalidad propia, debemos estar claros en los principios que vamos a seguir tanto desde el punto de vista antropológico y filantrópico, es decir referidos al Ser Humano y los principios cristianos. Debemos amar a nuestros Semejantes tal y como sean, sin distinción de colores, debemos respetar, ser solidarios, abrirnos al otro (a), lo que nos da una capacidad mental y de corazón, que nos hace ser grandes Personas  y aun cuando no creamos en algo por encima de este mundo, nos da una satisfacción personal que nadie nos las va a aplaudir, porque es una seguridad y paz interior lo que nos produce, no tenemos diferencias, ni rencor, ni resquemor con ninguna persona, ni por razones religiosas, ni políticas, de color, sexo, pues somos personas que tenemos claros nuestros valores y principios, es decir que nuestro tanque del corazón así como nuestro tanque cerebral, están tranquilos y no necesitamos estar limosneando saludos ni sonrisas de nadie porque está lleno nuestro interior produciéndonos un estado importante de serenidad.

Aquí hago nuevamente alusión a las Sagradas Escrituras, especialmente lo que dice nuestro Señor Jesucristo cuando nos dice “Lo que ensucia a la Persona es lo que sale de adentro de su corazón”, es decir lo que ensucia a la persona no es lo que esta fuera. Por tanto, la persona que alcanza estos niveles de equilibrio, puede decir “Yo tengo mi corazón y mi conciencia limpia y así tratare a todo el mundo”.

Desde el punto de vista organizacional y de relaciones humanas, siempre se debe buscar citar a los Fundadores de las mismas, es así como, por ejemplo, en nuestra experiencia de fe católica se cita a Jesucristo y sus Apóstoles para significar su empeño y esfuerzo en la unidad, en la hermandad, en el sacrificio, en el amor por el otro (a) desde una perspectiva del Ser Cristiano. Ahora bien, en las relaciones con los demás de igual manera en oportunidades, debemos ir al pensamiento filosófico de los Fundadores de una determinada organización, es así como por ejemplo en el plano político   una de las premisas fundamentales de nuestro Libertador Simón Bolívar hace 200 años y en la historia reciente del Comandante Hugo Chávez, fue precisamente la unidad de todos los que vivimos en esta Patria.

Finalizo esta pequeña reflexión con las palabras de Cristo nuestro redentor “Amad a vuestros enemigos y rezad por quienes os persiguen” sin haber querido entrar en una clase de religión ni en un fundamentalismo bíblico, quise iluminar este escrito a la luz de Cristo nuestro Redentor y las sabias reflexiones del Papa Juan XXIII, así como las del Papa Francisco.

No dejemos de trabajar por la reconciliación, el perdón, la paz, el reconocimiento del otro (a), por todo lo bueno, por la felicidad y recordemos las palabras de este Gran Hombre Presidente Sudafricano Nelson Mandela quien dijera después de 26 años de prisión, de torturas, de humillaciones “Cuando salí de la cárcel me di cuenta que si no olvidaba todo lo que allí viví sería un eterno encarcelado”

Vaya mi respeto para todos los que piensan diferente a mí, así mismo para todas las experiencias religiosas presentes en el mundo y para los no creyentes también.

La unidad, así como la paz son temas que jamás se agotan, a decir de Mahatma Gandhi “No hay camino para la paz, la paz es el camino” y para ello es importante el respeto mutuo.

 

Dr. Pedro Duarte

Abogado  

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