Un domingo de Primarias

No soy ni quiero ser una escéptica antiprimarias, tampoco abstencionista, aunque esta última en muchos procesos electorales la he intentado sin éxito, ya que siempre termino frente a una máquina de votación expresando mi opinión, aunque sienta que no será respetada; por eso, con algunas reservas personales, hago un llamado a que seamos parte de esta propuesta de consulta opositora de la que pueden salir cosas buenas.

Este domingo la Venezuela opositora elegirá un candidato unitario de manera que pueda enfrentar, y ganar, las elecciones presidenciales del próximo año 2024, que al parecer el Régimen está dispuesto a celebrar, y que, de manera libre y transparente.

No estoy en mi Venezuela, pero me inscribí para votar este domingo de Primarias, sin embargo aún no he sido certificada mi inscripción para hacerlo; no importa, estoy segura que el día de elegir un nuevo presidente(a) venezolano estaré como siempre lo he hecho desde que me registré a los 18 años en el sistema electoral, y desde que soy partidista de la Democracia, en su tiempo activista de COPEI, La Causa R y el MVR; aclarando por supuesto, que de este último no fui militante sino simpatizante por tres años, respondiendo a mí creencia de que todo cambio fortifica, todo cambio transforma para bien o para mal; lastimosamente en mi país no fue para mal sino para caos, tragedia, muerte, abuso. No pido disculpas por haber creído en ese cambio bueno, porque lo importante no es errar, es rectificar, y desde hace muchos años le descubrí las costuras a este proceso de transformación tan nefasto para mi Patria, tan trágico para mis connacionales, en los que me incluyo, porque hoy estoy aquí lejos de mi adorada Nación, de mi familia; siguiendo no un sueño americano sino a mis hijos a quienes busco proteger del rechazo, de la inseguridad, de la soledad y el desazón que genera dejar todo tu realidad por la incertidumbre de otra, que es dura y febril.

No soy detractora de realizar una selección de candidatura unitaria que aglutine voluntades y fortalezca la intención de ir a votar y hacerlo bien, como lo hizo el pasado domingo Ecuador, como de seguro lo hará Argentina; no como mis vecinos neogranadinos que no les tembló el pulso para elegir parodia, Ilusión, sangre y falsedad para su nuevo Gobierno, y eso no lo digo yo, lo dice mi entorno, lo dice lo que escucho decir a su Presidente, con el que no puedo dejar de recordar al extinto Chávez, el galáctico, el Pinocho, quien a fuerza de mentira e ilusión convenció a unos “nadies”, a unos “Sin Techo” como le llaman ahora a los desposeídos, a que su inclusión participativa en la sociedad sería tan honrosa y brillante que vivirían una sociedad de iguales, y terminaron siendo una sociedad de iguales de perezosos, de iguales de ladrones, de iguales de “a mí solo póngame donde hay”. Y así acabaron no con un país sino con la honradez de un pueblo, con su nacionalismo, con sus ideales y sobre todo con su bienestar.

No es mentira que la esperanza es sacar al régimen con votos y no por la violencia, pero, por Dios oposición, escuchen, analicen lo que pasa sin poner el ojo en el poder individual, en creerse un nuevo Chávez. Si Dios fue tan benevolente al quitarnos del camino a un ser transformado por el poder en un criminal de lesa humanidad, porque no entender que el camino es unirnos en una sola dirección: ir a votar por un candidato o candidata que represente unidad y transición.

Nuestro nuevo líder la tiene fácil, solo tiene que ser solidario y sincero con un pueblo que, aunque este pereciendo por mano propio, está encadenado a la miseria por orden de un verdugo que le domina el cerebro desde el dominio que ejerce en su estómago.

Para que insistir en ver opciones como la de María Corina, como la mesías que necesita Venezuela, cuando sabemos por dónde vienen los tiros de Diosdado, Maduro y su combo. Escuchen lo dijo el psicópata de Jorge Rodríguez, uno de los representantes del Régimen en la mesa de negociación, tras la firma de los acuerdos en Barbados, “respetaremos solo lo que esté enmarcado en nuestras leyes, y en ellas se especifica que una inhabilitación es motivo para no ser candidato”. A María Corina no le quieren dejar pasar nada, por eso se realizó esa decisión de la Contraloría roja rojita. No vean como simplistas las amenazas del chavismo.

Aunque el gobierno de Baiden aprobara un refrescamiento de las sanciones para intercambiar presos políticos estadounidenses y nacionales, y además asegura que exige la participación de los inhabilitados en las elecciones presidenciales del año próximo, no podemos bajar los brazos, porque como dicen por ahí, estos “sátrapas” no están acostumbrados a dar pie con bola. Tienen que saber como oposición que atraviesan un campo minado y que cada paso es crucial para llegar a salvo al otro lado.

La oposición ya se dejó meter el dedo en la boca con el nombramiento del nuevo CNE, donde hasta Cilita está en su directiva, y Elvis Amoroso, por Dios, es su presidente. Cómo aceptan eso; pero como en el mundo de Narnia en el que vive la oposición venezolana no les permite ver más allá de su nariz, bueno, se tienen que poner las alpargatas para el joropo que se les viene. Tienen una delegación en la Mesa firmando acuerdos donde dejan carta blanca a que María Corina, para donde se está enfilando la atención y la esperanza del pueblo, pueda quedar fuera de la contienda inhabilitada, y ser sacada del juego electoral del 2024 sin contratiempos y de forma constitucional. Ojalá las amenazas de Rodríguez sean solo un berrinche, como muchos piensan, por tener que ceder espacios.

Qué sería lo aceptable: taparles un gallo, y sacárselo cuando la elección este cerca, para desmontarle cualquier patraña, que de seguro se intentará en su contra. No mostrar las cartas tan temprano. A veces los liderazgos surgen de forma espontánea no traído por los pelos como sucede con María Corina, a quien, sin desestimar sus luchas y su férreo enfrentamiento al régimen, quieren imponer sí o sí desde ya, como busca el oficialismo para que cuando su candidatura se desinfle lanzar el llamando a elecciones.

No estoy en contra de ella, si logra ser candidata, si eso pasa y llega al día final, votaré por ella, pero tengo dudas reales de que llegue hacerlo, y ese esfuerzo se pierda. El pueblo se desmotivará y como siempre, las urnas estarán en la nefasta cifra del más o menos, y recuerden que más y menos es menos. Matemática exacta.

Se necesita con urgencia formar electores opositores resteados, que vayan a votar llueve, truene o relampaguee, que no importe el candidato o candidata, y que el que se elija sea visto como un gobernante de transición. No crean que los problemas de Venezuela se acaban solo con la dolarización de su economía, son muchos entuertos por enderezar, y el primero es lograr unir de nuevo al disperso pueblo venezolano, sumando una nueva ideología que este lejos del socialismo quimérico y el comunismo opresor. El pueblo de Bolívar tiene que retornar su compromiso con la democracia, darle el valor a la educación, para así remendar esa mente enferma y corrupta en la que se transformó la de muchos compatriotas.

Este domingo se darán cuenta de que un solo palo no hace montañas, que para derribar el gigante necesitamos lanzar esa piedra juntos, con fuerza y pensando que es una flecha o una bala. Únanse en torno a lograr respeto en las próximas elecciones, sin dejar esfuerzos en vano… pónganle el ojo a los acuerdos en la mesa, armen un plan de gobernabilidad, no con la trillada promesa de la dolarización de la economía y la Venezuela bonita, sino con una alianza fortalecida en el pueblo. Que se sienta que se piensa en ellos, que se la crean. Aprendan del ejemplo que acaba dar nuestra selección Vinotinto, es el trabajo colectivo el que genera los triunfos, y una oposición dispersa no logrará sino goleadas tras goleadas, pero en su contra.