La bardana (Arctium lappa) es una planta que pertenece a la familia Asteraceae, comúnmente llamada cardos. Se caracteriza por sus grandes hojas rugosas, un fruto esférico de color púrpura y un sabor similar al de las alcachofas. Aunque puede ser anterior, su consumo se remonta a la Edad Media, existe evidencia de que Carlomagno solicitó que se la plantara en sus campos junto a otras hierbas y condimentos.
El tallo y hojas de la bardana pueden consumirse hervidos como cualquier vegetal. Esto puede aplicarse a la raíz, que también puede tostarse. Otra opción es recurrir a sus infusiones, polvos, aceites, extractos o suplementos. Para conocer la dosis adecuada de estos productos respeta las indicaciones en las etiquetas o consulta con un profesional de la salud.
Se cree que su rico contenido en inulina, mucílago, sales minerales, fitoesteroles, ácidos fenólicos y taninos, son responsables de sus propiedades. Esto se debe a que no se analizó un compuesto específico de la raíz de bardana, sino a esta como un todo. Puedes aprovechar su consumo para obtener estos beneficios:
Desintoxicante natural
Este beneficio no fue muy estudiado por la ciencia occidental, pero la tradición china señala que la raíz de bardana es una excelente opción para eliminar toxinas de la sangre. Esto se debe a sus propiedades antimicrobianas, que también suelen aprovecharse para combatir resfriados y dolores de garganta.
Propiedad antiinflamatoria
La inflamación es una respuesta defensiva de nuestro cuerpo contra ciertas amenazas, pero cuando esta se vuelve crónica puede convertirse en un problema. Algunas enfermedades, como la osteoartritis, son responsables de este proceso. Un estudio encontró que consumir raíz de bardana disminuyó significativamente la inflamación producida por esta afección.