UNIDAD UNA ALIANZA PARA LA GLORIA

POR: JOSÉ LUNAR LIRA

Con grandes expectativas, en el escenario político venezolano, se perfila la llegada del año 2024. La resultante de las elecciones primarias para elegir al candidato (a) presidencial, fué determinante por cuánto lo que está en juego es el reto más importante que presenta el proceso histórico en este «ya no País» como lo define el historiador Agustín Blanco Muñóz: «elecciones presidenciales 2024». Este desafío es un compromiso titánico, es la prueba más inexorable que viviremos los venezolanos desde los inicios de la Primera República. Ante esta realidad se hace necesaria la participación activa y masiva de toda la población venezolana, que se ve amenazada en continuar la esclavitud; de no consolidarse «la unidad nacional» como garantía de la salvación de la patria.
En consideración a ésta apremiante valoración dejemos una reflexión a quienes han hecho de la política un oficio de naturaleza vivencial y no una ciencia como arte y servicio; al no entender la diferencia entre la destrucción de la vida y la libertad, entre el atraso y el desarrollo, entre la guerra y la paz, entre morir y vivir. Lo que ha ocurrido en Venezuela es una situación sin precedentes en el proceso socio-politico-economico dónde sus bases corroidas por las crisis han sucumbido en el caos; dando origen a la pérdida de la identidad humano-racional. En el transcurrir de 23 años el país ha sentido cambios radicales productos de una invención que no se corresponde con la civilización y la cultura; hasta el extremo de aniquilar la estabilidad y el modo de vida de los venezolanos: destrucción del aparato productivo, deterioro en la industria petrolera, desempleo, desmejoramiento en el sistema educativo, colapso en el sistema eléctrico. Generando el exodo de más de siete millones de venezolanos a diversos países del mundo que en muchos de los casos han sacrificado sus vidas. Es por ello, que sólo por temor a la desesperanza oremos en el paraíso de la esperanza. El 22 de octubre, el País y el mundo habló y ese lenguaje hay que interpretarlo a la altura de la sabiduría, del valor de la vida del grito por la libertad y ese grito sabrá a gloria si entendemos que la salida es la unidad.
«Somos tiempo y el tiempo se nos acaba» dice el poeta Octavio Paz y el tiempo de Dios es Perfecto. Valga la cita bíblica: «Cristo nos libertó para que vivamos en libertad. Por lo tanto manténgase firmes y no se sometan nuevamente al yugo de la esclavitud «Gálatas 5:1»

JOSÉ LUNAR LIRA
FILÓSOFO

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