APUNTES DEL CRONISTA: SEMBLANZA DE CARLOS MEDINA CHIRINOS
POR: DR. REYBER PARRA CONTRERAS*
Entre los historiadores de origen maracaibero descuella el nombre de Carlos Medina Chirinos. Su perfil intelectual abarca la archivología, la historia y el periodismo. Nació en Maracaibo el 13 de enero de 1884. A temprana edad, en 1910, fundó la revista Eliotropos; y un año más tarde la imprenta y el periódico El Siglo. Estuvo vinculado al gomecismo, sobre todo a la gestión de Vincencio Pérez Soto en el gobierno regional. Dirigió el Archivo Histórico del Estado Zulia y su Boletín, órgano de difusión de esta institución.
El contacto con las fuentes documentales contribuyó a afianzar su pasión por la historia -que había aflorado en su juventud-, lo que se tradujo en una fecunda labor investigativa, así como en un gran número de publicaciones, entre las que destacan: La Convención de Ocaña (1911); ¿Cuáles son los medios más adecuados para estrechar las relaciones espirituales, comerciales y políticas entre España y las veinte Repúblicas de la América Hispana? (1924), Anotaciones para la historia del Zulia (1941), El verdadero Venancio Pulgar (1943), Por los surcos de Antaño (1943), Por los vericuetos de la historia: asuntos hispanoamericanos (1924). En esta última incluyó un texto sobre la Batalla Naval del Lago de Maracaibo, acontecimiento que en el presente año arriba a su bicentenario.
También en esta obra, se interesó por entender el origen de Maracaibo. Fue pionero en la exposición de argumentos a favor de ubicar en 1529 el año de fundación de la ciudad. Su planteamiento indica que las fundaciones de Alonso Pacheco (1569) y Pedro Maldonado (1574) no se efectuaron en la misma localidad de la fundación de Alfinger, sino que ambas se dieron al Noreste, en la zona de El Milagro. A su juicio, hay evidencias documentales que certifican la pervivencia, hasta 1540, de la primitiva población de Alfinger como “puerto de avanzada, como una bodega de los Conquistadores que hacían rumbo a Coro, a los Andes, a Barquisimeto, a Nueva Granada, y de los que regresaban buscando la salida de la Barra”. Por tanto, las fundaciones de Pacheco y Maldonado no reedificaron la ciudad, sino que la ampliaron, al unirse al área central ocupada en 1529, que en ningún momento dejó de llamarse Maracaibo.
El tema en cuestión resulta controversial. La historiografía nacional ha respaldado la tesis de una fecha tardía con respecto a la fundación de Maracaibo, cuyo exponente más emblemático es Mario Briceño Iragorry (1897-1958). Por su parte, el Centro Histórico del Zulia (antecedente de la Academia de Historia del Zulia) resolvió en 1965, luego de debatir ampliamente sobre este asunto, que la fecha de fundación de Maracaibo es el 08 de septiembre de 1529. En efecto, si bien se efectuaron dos refundaciones de la ciudad, la expedición de Alfinger constituye un punto de partida en la definición del espacio urbano maracaibero (con sus aspectos culturales y espaciales), que perduró a pesar de la resistencia indígena y la ausencia de instituciones monárquicas hasta bien entrado el siglo XVI.
Carlos Medina Chirinos murió en Maracaibo el 08 de noviembre de 1946. Actualmente llevan su nombre el Archivo General del Estado Zulia y una institución escolar de la parroquia Francisco Eugenio Bustamante.
*Profesor de historia de Venezuela en la Universidad del Zulia. Cronista de Maracaibo. Miembro de la Academia de Historia del Estado Zulia. E-mail: [email protected]
