ESTOCADA FINAL CONTRA LO PRIVADO QUE QUEDA
POR: GERÓNIMO FIGUEROA FIGUERA
Nuestra Óptica
En la historia escrita en los últimos 22 años por la mal llamada revolución bolivariana encarnada por el chavo-madurismo, no deja lugar a dudas que la destrucción de un país como Venezuela estuvo como prioritario liquidar la empresa privada por ser generadora de riquezas y bienestar. No hay que olvidar que el resentido social que en mala hora para Venezuela nació en Sabaneta de Barinas, una de las primeras frases que dijo fue que: “Ser rico es malo”, haciendo una apología directa contra el capitalismo y contra todo lo oliera a empresa privada. También debemos recordar cuando flanqueado por el psiquiatra en sus tiempos de alcalde del municipio Libertador de Caracas preguntaba: “de quien es aquella casa de la esquina” y el siquiatra respondía, “de fulano de tal presidente”, “exprópiese”, asentaba el resentido social.
Pero antes de eso en el año 2002 con poderes especiales otorgados por la Asamblea Nacional chavista electa en el 2000, el resentido social decretó la mal llamada ley de tierra con la que se iniciaron las confiscaciones de fincas y haciendas productivas que luego las entregaron a delincuentes con camisas rojas que como aves de rapiñas en menos de lo que canta un gallo de madrugada las saquearon y hoy esas haciendas que antes de las confiscaciones eran productivas, presentan cuadros desoladores como los propios peladeros de chivos. La lista de fincas y haciendas robadas es larga, sin embargo, en recordatorio a ese héroe que murió peleando por sus tierras como fue Franklin Brito, le hacemos honor y gloria a su nombre.
En ese sentido y según lo declaran a cada rato los representantes de los organismos empresariales, antes de 1999, fecha en que llegó la peste roja, en Venezuela habían mas de 14 mil industrias y fabricas que empleaban a mas de dos millones de trabajadores formalmente con buenos sueldos, hoy según esos mismos voceros solo quedan a duras penas y trabajando a poca capacidad un promedio de dos mil industrias y fábricas, que han resistidos la embestida y continúan apostando a no bajar la Santamaría. Y gracias a algunas de esas empresas, profesionales, técnicos y trabajadores no especializados, tienen unos ingresos de acuerdo a la legislación laboral venezolana, pero como son muy pocos por la inflación y la devaluación monetaria, les proporcionan algunos incentivos extras en divisas que les permiten medio vivir.
Sin embargo, en los últimos dos años hemos visto como el señor Nicolás Maduro utilizando el virus chino como excusa, emprendió una embestida contra esas empresas aplicando cierres con el mal llamado 7X7 que Nicolás asegura es lo mejor del mundo. Luego con el cuento con lo que han denominado la cepa brasileña, aunque todos sabemos que es el mismo virus chino pero mas agresivo mantiene el cierre de las empresas. Esto sin dudas que afecta el buen funcionamiento de esas pocas empresas que todavía se mantienen en pie, pero ya algunas han decidido, por no aguantar la mecha, cerrar y largarse para otra parte donde les den garantías de funcionamiento.
Eso obliga a pensar con cierta razón que, pareciera que a Nicolas, como los trabajadores del estado reciben solo tres dólares como salario mensual, al igual que los pensionados y jubilados, le molesta que esos pocos venezolanos que trabajan en esas empresas privadas reciban mas de lo que él ha decretado que deben ganar. Lo mismo ocurre con el cierre de las escuelas y la decisión de implantar las clases por internet, cuando es archi conocido que antes del virus chino el internet en Venezuela era el mas lento del mundo, pero ahora no solo es lento, sino que el 65% de los clientes de CANTV no les llega el internet y el otro 35% lo recibe de forma intermitente. Es como si se odiara o despreciara la formación de nuestros niños y adolescentes.
Por otra parte, con tantas patinaderas patrás y palante, para la vacunación masiva que necesariamente se debe realizar para proteger a los venezolanos, negando la entrada de algunas vacunas autorizadas por la ciencia mundial y alabando las cubanas y rusas por razones ideológicas, obliga a pensar mal aún mas. Cuando se quiere el bienestar de la gente, Por razones humanitarias el régimen madurista está obligado a realizar la vacunación masiva sin poner tantos obstáculos pero con la prudencia y protocolos que amerita el caso. Lo que no es aconsejable por inhumano, es mantener encerrada a toda la población de un país con el cuento de protegerla del virus chino pero sin proporcionarle alimentación durante ese encierro, porque eso sería condenarla a morir de hambre.
En ese sentido es responsable recordar que muchos técnicos sostienen que la verdadera razón del cierre de las operaciones comerciales que todavía quedan en Venezuela es por la falta de combustible y por eso aplican la excusa del virus chino para evitar que los trabajadores no puedan desplazarse a sus centros de trabajos y mantener las empresas y fábricas cerradas a perdidas. Mientras tanto al mismo tiempo utilizando la mal llamada ley antibloqueo, “venden” aceleradamente todas las empresas del estado, a personas con dólares de dudosa procedencia, tal como hicieron los comunistas rusos con las empresas de la Unión Soviética.
GERÓNIMO FIGUEROA FIGUERA
CNP: 569
@lodicetodo
