FALSAS LUCES
POR: DR. PEDRO DUARTE
En la década de los 80, en la hermosa Italia específicamente en Sicilia, ocurrió un hecho trágico que dejó una lección de vida tremenda. En un vuelo diurno que venía desde Roma, un avión cargado de Pasajeros, hacia las maniobras normales para aterrizar, sin embargo la bruma del mar que produce un efecto parecido a la neblina, tenía cubierta la pista, el Piloto pide que le ayuden a aterrizar y encienden todas las luces de la pista de aterrizaje, sin embargo se van por el precipicio y muere toda la tripulación. Luego, como parte de las investigaciones recuperan la caja negra del avión y en el análisis de la misma se encuentra la conversación donde el Copiloto le dice al Piloto “te lo decía las luces eran falsas”.
La vida nos presenta en reiteradas oportunidades falsas luces, haciéndonos creer que es el camino correcto, muchas veces disfrazado de un aparente modernismo, llegando al punto de generar la sensación de que si no estamos en esa onda, en esa corriente, somos una especie anticuada, extraña y casi en extinción.
Es bárbaro ver a todo lo largo y ancho del mundo cosas tan increíbles, en unos lugares más acentuados que en otros, como la “famosa” ideología de género, asociaciones pro-pedofílicas, pro-necrofílicas, pro-zoofílicas, legalización de la eutanasia, la ligereza con que se aborda un tema como el aborto, entre otros, estando en presencia de una degradación impresionante de lo natural, de la naturaleza, de la creación, de lo humano, falsas luces sobre todo cuando lamentablemente algunos tratan de hacerlas ver como las luces verdaderas que guían al Piloto al momento del aterrizaje. Sin duda alguna, que al igual que el hecho histórico acontecido en Italia, no espera otra cosa que el derrumbe total ya no de un avión sino del Ser Humano y que decir de las generaciones futuras.
Tengamos presente que no siempre los comentarios, consejos o puntos de vista, aunque suenen muy llamativos son los más convenientes y mucho menos si estos están separados de las Leyes que Dios nos ha dado a todos. Esto nos indica que también debemos cuidarnos incluso en lo personal de aquellos a quienes acudimos para que nos guíen, nos orienten, aquellos a los que decidimos brindarle nuestra confianza exponiéndole en muchas ocasiones aspectos muy personales en momentos donde la soledad, la angustia es la acompañante, perdiendo el norte en cuanto a qué hacer, recurriendo a alguien con la noble intención de pedir un consejo, es decir una recomendación o exhortación esperando nos dé claridad, esa luz que nos ayude a salir de tal o cual situación, pues en muchas ocasiones se impone la miseria humana y en lugar de encontrar esa orientación que nos traiga paz, al contrario terminan hundiéndonos más, volvemos a las falsas luces del aeropuerto.
En un mundo signado por un alto porcentaje de degradación moral que raya en la locura, no hay duda en afirmar que el Ser humano se ha separado de lo espiritual, del Creador, llegando al punto de hasta retarlo. El Beato Antonio Rosmini, Filósofo italiano con una profunda vocación religiosa pero con un pensamiento muy evolucionado para su época, manifestaba que nuestra mente es iluminada por la idea del Ser, es decir que el verbo, la Palabra que es Jesucristo debe iluminar nuestra verdad, dándole sentido a nuestra vida o por lo menos ayudarnos a encontrarlo.
“La perfezione dell’uomo consiste proprio nello scoprire le proprie imperfezione”
“La perfección del Hombre consiste en descubrir sus propias imperfecciones”
Beato P. Antonio Rosmini
Dr. Pedro Duarte
Abogado
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