LA DESCENTRALIZACION ADMINISTRATIVA
POR: DR. ALIRIO FIGUEROA ZAVALA
Individuo de número de la Academia de Ciencias Jurídicas del Estado Zulia.
Consagra el artículo 4 de la Constitución Nacional vigente, que nuestro país es un estado Federal descentralizado en los términos consagrados en la Constitución. En el preámbulo de la constitución se dice, que se consagra un Estado Federal definido como Descentralizado, para así expresar la voluntad de transformar el anterior estado en un verdadero modelo Federal con las especificidades que requiere la realidad nuestra y que en todo caso, el régimen Federal se regirá por los principios de integridad Territorial, cooperación, solidaridad, concurrencia y corresponsabilidad, que son característicos de un modelo Federal Cooperativo.
En este orden de ideas, debemos decir que una descentralización administrativa implica una transferencia de poderes de una Persona Jurídica a otra diferente a ella, que adquiere así una capacidad de autodeterminación, más o menos amplia de acuerdo a las condiciones que se le haya establecido para el ejercicio de esa potestad.
No obstante esta maravillosa descripción que sobre la descentralización hace la constitución, actualmente la realidad nos demuestra lo contrario, ya que existen muchas leyes que impiden la aplicación de la descentralización, teniendo como resultado un estado sumamente centralizado. Algunos sostienen que esto se debe a la tradición Presidencialista de nuestro país.
Otros son del criterio que la razón de ser de esto radica en la excesiva inherencia de los partidos, en el funcionamiento de la burocracia, por la forma centralizada como estos actúan y su influencia en el Estado, hacen que la participación y la responsabilidad de los niveles intermedios y primarios sean muy pocos. Por estas razones, un problema que en principio tiene aspecto administrativo se nos revela hoy como un problema eminentemente político.
Dado lo anterior, estamos enfrentado al reto de aumentar la influencia de la sociedad en la toma de las decisiones públicas, así como hacer más eficiente el aparato estatal, para lograr así una verdadera descentralización tal como lo consagra la Constitución Nacional. De la conquista de este desafío que la historia nos propone, dependerán, en una medida apreciable, el fortalecimiento de tener un régimen democrático verdaderamente descentralizado.
