¡Que viva la Virgen! La Chinita se reencontró con su grey
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MARACAIBO.- En medio de lágrimas de alegría y una emoción desbordante, teniendo de fondo la serenata ofrendada por Los Chiquinquireños, La Chinita descendió desde su nicho y se reencontró con su grey en una plazoleta completamente inundada de amor y de fe. Con oraciones convertidas en gaitas, intérpretes como Ricardo Cepeda, Neguito Borjas, Danello Badel, cantaron a la reina morena, mientras los feligreses la veían descender hasta las puertas de la Basílica. La presentación estuvo animada por Daniel Sarcos, Elianta Quintero y Leonardo Villalobos.
El repique de las campanas y una lluvia de fuegos artificiales anunciaron que ya la virgen se encuentra entre el pueblo zuliano. El arzobispo de Maracaibo José Luis Azuaje, junto al padre Nedwar Andrade y los Servidores de Maria se encargaron de prepararla para el recorrido en procesión y el saludo a Los Chiquinquireños. El himno “Gloria a ti Casta Señora”, también se escuchó a todo pulmón, en la voces de unos creyentes emocionados.
Fervor desbordante
Miles de personas se congregaron desde horas del mediodía de este sábado en la Basílica y sus alrededores, para presenciar la ceremonia de la Bajada de Nuestra Señora del Rosario de la Chiquinquirá, en el marco de los 80 años de su Coronación Canónica y de los 125 años de la creación de la Diócesis del Zulia.
El templo a cielo abierto, lució repleto de feligreses quienes acudieron desde todos los rincones del estado Zulia y otros estados del país, para manifestar su amor por la virgen y cumplir las promesas por las bendiciones concedidas.
Monseñor Azuaje: Jamás perdamos la esperanza de reconstruir nuestro Zulia
A las 5:15 de la tarde comenzó la Eucaristía Solemne presidida por monseñor Jose Luis Azuaje, arzobispo de Maracaibo, quien luego de ofrecer un saludo afectuoso a los presentes, destacó que la virgen como misionera de la bondad y la misericordia, con su amor maternal vela por los más necesitados, por todos quienes están sufriendo por los embates de las lluvias, por los hermanos migrantes, las mujeres maltratadas, por los hombres y mujeres sin trabajo, los niños desnutridos, por también por todos aquellos que sirven con amor que hacen el bien de forma personal o institucional ante el sufrimiento del pueblo.
“El Papa Francisco nos dijo que de la pandemia no podíamos salir indiferentes, esto implica un cambio de rumbo que se hace pasando del poder de dominación al servicio liberador, de la arrogancia a la humildad en el reconocimiento del otro como hermano como un compañero de camino, esto no es fácil pero darle la vuelta a esta realidad no es imposible cuando apelamos a ideales y valores superiores que se fundamentan en la dignidad humana y la búsqueda del bien común”, expresó Monseñor durante la eucaristía.
“Todos nosotros los que hoy celebramos a María de Chiquinquirá decimos ser cristianos por lo que debemos tener una reserva de santidad y virtudes en nuestra vida que provienen del bautismo y se han fortalecido con una vida de fe y oración por lo tanto lo que hoy experimentamos en esta celebración no es una rutina de todos los años o un rito civil sino un acto de gracia salvífica de Dios para con el pueblo del Zulia, por lo que el espacio donde estamos es el espacio de la fe discipular que creemos en Jesucristo llevados a él por las manos de María y esto debe provocar en nosotros un mayor acercamiento fraterno de los unos para con los otros aunque tengamos diversidad de criterios…
Maria nos unió a todos como hermanos y de ella debemos aprender que en su hogar cabemos todos, siempre habrá ternura y solidaridad en sus palabras, pero siempre también desde la humildad en el reconocimiento de la otra persona sea quien sea esa, del pueblo, del vecino, de aquellos que nos adversa hay que pasar de la lejanía al encuentro, reconocer al otro porque sencillamente es bello y no por los intereses que nos pueda aportar, esto nos lleva a recordar el lema de nuestra fiesta patronal Maria Misionera de bondad y misericordia”.
“No hay razón para el pesimismo, para dejarse vencer por los condicionamientos de la historia, la resurrección hermanos es la última palabra para el destino de los que sufren, ella nos revela que hay perdón y misericordia para los que creen en Jesucristo, debemos ser conscientes que la historia no ha acabado, en Cristo siempre hay novedad siempre hay posibilidades, esfuerzos para una humanización más plena lo importante es tener un pensamiento una actitud, acciones que abran nuevos caminos con la ayuda y la responsabilidad de todos como pueblo, el único mesías ya ha venido y es Jesús ya no hay más Mesías.. de ahí que a todos, sobre todo los que tienen responsabilidad ante el pueblo deben caminar juntos dejar a un lado los intereses individuales”.
Hizo referencia además durante la homilía que como devotos “Jamás perdamos la esperanza de reconstruir nuestro Zulia”.
Procesión
Tras bajar de su camarín y en brazos de los Servidores de Maria, la Virgen de Chiquinquirá salió en procesión por las calles de la parroquia que lleva su nombre, abriéndose paso por un mar de amor expresado por la feligresía que acudió a su encuentro.
July Peña
Fotos/Capture de transmisión Basilicachinita
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