SENTIR MIEDO  

POR: DR. PEDRO DUARTE

Cuántas veces en nuestra vida cotidiana nos hemos encontrado con superhombres y supermujeres que esponjados como un pavo real y a viva voz con una prepotencia importante manifiestan cosas como: Yo no le tengo miedo a nadie, Yo no le tengo miedo a nada, Esa emoción nunca la he sentido y así vamos recorriendo la vida encontrando este tipo de personas tan espectaculares a los cuales provoca responderles como diría mi amigo Julio Martínez Tellería, con una de sus frases cómicas, coloquiales que me permito compartir con Ustedes en esta reflexión, pues no desvirtúa lo que busco expresar ni ofende al Lector como cuando dice ante esta jactancia “No seas bobo de la yuca”, diríamos nosotros “no seas tan embustero, no ofendas la inteligencia ajena”.

Todo Ser Humano en algún momento de su vida ha sentido miedo, podemos decir a la soledad, a hablar en público, a las enfermedades, a la muerte, a un futuro incierto, a la derrota, es decir a casi todo, incluso el gran filósofo Epicuro ha clasificado como miedos más importantes, el miedo al dolor, miedo al fracaso, miedo a los Dioses y miedo a la muerte. Otros pensadores como Hobbes en uno de sus textos leviatán o la materia, forma y poder de un estado eclesiástico y civil, afirma que el estado se constituye precisamente por el ejercicio del miedo.

Ya un poco más cercano  a nuestros tiempos, recuerdo a la leyenda del boxeo Muhammad Alí, en una entrevista manifestaba que el miedo le desaparecía cuando comenzaba la pelea recibiendo y a la vez dando golpes importantes que le hacían entrar en calor, dejando claro que ya no había marcha atrás pero al principio estuvo el miedo, de igual forma sucede con los Cantantes al comenzar un concierto y no es sino hasta la segunda o tercera canción que este comienza a desaparecer.

En una oportunidad viendo un documental de la BBC, tres Aborígenes africanos deciden robar la comida a 15 leones hambrientos. La técnica utilizada por estos es simple, escalofriante y terrible: Los Hombres se paran uno al lado del otro, y cuando el Líder da la orden, empiezan a caminar a paso firme hacia donde se encuentran las 15 bestias que están devorando a un búfalo, el paso es el justo. Ni tan despacio, para evitar que los leones perciban dudas y los ataquen, ni tan rápido para que los animales no se sientan acorralados y tiendan a defenderse. Cualquiera de los dos escenarios que conducen a la confrontación tendría un claro resultado: Tres Hombres  de 50 Kg cada uno y desarmados, frente a 15  leones de 400 kg cada uno. Al poco tiempo de la marcha hacia los animales, un león deja de comer y levanta la cabeza porque percibe algo. Efectivamente, están bajo amenaza ya que tres Seres se dirigen inequívocamente hacia ellos. Algún otro león percibe lo mismo y en cuestión de instantes todos están al tanto del riesgo, observando a los 3 aborígenes que están viniendo haca ellos.

Para los leones todo se convirtió en confusión y angustia, tomando la decisión de huir. El miedo es contagioso y en un par de segundos todos los demás huyen y se refugian en los arboles cercanos, permitiendo le a los aborígenes pararse frente a la presa, cortar una pierna cargándola en la espalda y retirándose a la misma velocidad con la que llegaron. Luego regresaron estos hermosos y fuertes animales recogiendo su presa y arrastrándola a un lugar más seguro donde no estuvieran expuestos a este tipo de amenaza.  La pregunta clave al ver a estos aborígenes iniciar su caminata hacia donde se encontraban los animales es “¿Sentirían miedo mientras lo hacían?” La respuesta a esta interrogante no hay que pensarla mucho, claro que sí sintieron miedo, pero lo importante  de esto es que ellos no esperaron que esta situación desapareciera,  pues eso nunca iba a suceder y simplemente tomaron  la determinación de aun sintiéndolo, seguir caminando, tremenda lección la de esta documental a la que le agrego que con la ayuda de Dios Todopoderoso con más fuerza debemos seguir adelante y repetir que la frase de San Pablo “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”, así como también dijo “Si Cristo está conmigo quién contra mí”.

Dr. Pedro Duarte

Abogado 

–