martes, mayo 7, 2024
OPINIÓN

VENEZUELA: INFLACIÓN, PRECIOS Y SALARIOS 

POR: DR. ALIRIO FIGUEROA ZAVALA

Individuo de número de la Academia de Ciencias Jurídicas del Estado Zulia.

La inflación es un aumento constante de los precios, que unas veces es más rápido y otros más lentos. Cuando los precios bajan hay lo que se denomina deflación. Pero en los periodos largos la tendencia es que los precios suban, subiendo con ellos también los salarios, en una persecución constante para que los trabajadores no pierdan la posibilidad de sobrevivir con sus sueldos.

Las causas de la inflación son numerosas. Puede suceder que las personas tengan más dinero de lo que valen todos los bienes y servicios que ofrecen las empresas. En este caso, la demanda es mayor que la oferta, y por eso se llama inflación de demanda. Por cada producto hay más dinero del que el empresario está cobrando, y como las personas desean comprar más de lo que hay, ofrecen mayores precios para poder quedarse con lo que desean antes que otros lo hagan.

En otro caso, los costos en que incurren los empresarios para producir pueden subir sin que ellos puedan hacer nada al respecto. Por ejemplo, si el Gobierno ordena aumentar los salarios mínimos. En esta situación la reacción probable de los empresarios es que suban el precio a sus productos para defender su ganancia o tratar de perder lo menos posible. Esto se llama inflación de costos.

De manera que como hemos dicho, que por la inflación aumentan los precios, y con ellos van subiendo con ello también los salarios, para que las personas no pierdan capacidad de compra.

Ahora bien, si eso es así, entonces ¿Cuál es el problema? Quienes piden que el control del aumento de los precios sea la prioridad de la política económica (que no son la mayoría), dicen que no se puede convivir con la inflación porque un país termina dedicando gran parte de sus recursos escasos y de su esfuerzos productivos a buscar formas de reducir los efectos de la pérdida de capacidad de compra del dinero, cuando podría dedicar esos esfuerzos y recursos a generar riquezas.

Si se convive con la inflación, dicen, se asignan mal los recursos, se les dan usos que no son los más eficientes, porque la información que ofrecen los precios no es confiable. Además, no hay inversión a largo plazo porque los empresarios tendrían que pagar mayores tasas de interés, no pueden prever los resultados de sus negocios en el futuro, y correrían mayores riesgos al iniciar nuevos proyectos.

Cuando los gobiernos quieren que los precios no suban, lo primero que se les ocurre es es decir, establecer un control de precios. Pero esta solución, tiene dificultades para funcionar, ya que demanda grandes esfuerzos y costos para que los policías puedan tener en la mira a todos los comerciantes. Por su parte, los comerciantes preferirán aparentar que se les acabaron las mercancías controladas y las venderán clandestinamente por encima de los precios que dicta el gobierno.

Los controles de precios, son fuentes de corrupción, acaparamiento, escasez, especulación e incentivan los mercados negros. Para muchos la solución está en no controlar los precios, dejando que el mercado opere en libertad, mientras se controla la cantidad de dinero disponible. Se supone que la competencia no les permite a los empresarios subir los precios cuando los competidores no lo hacen y siempre habrá algunos que obliguen a los demás a bajar los precios al cobrar menos para vender más.

En consecuencia, la manera convencional de lidiar con los precios es evitando que la cantidad de dinero crezca excesivamente.

Dr. Alirio Figueroa Zavala | Abogado

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