martes, mayo 7, 2024
OPINIÓN

CABIMAS: TIERRA DE POSIBILIDADES

POR: ESTÉFANO LOBRACE FONTANA

A 265 de su fundación, lejos estamos de aquella “Cabimas Rural” compuesta por un conglomerado de humildes vecindarios de casas de bahareque de barro crudo con caña brava y concha de coco, con horcones de madera dura y techos de enea o palma real que formaban los once caseríos que rodeaban lo que se conocía como “la placita”; y que a comienzos del siglo XX estaba delimitada por dos calles, la del Rosario y la del Camino Real (lo que hoy en día se conoce como Avenida Principal). En el centro de este caserío, residía el poder político y el eclesiástico, así somos los ciudadanos de mayor estatus y renombre.

El rugido que esta tierra protagonizó con el reventón del pozo “Barroso II”, atrajo el interés de las grandes corporaciones petroleras mundiales y, poco a poco, nuestra tierra y lago, se llenaron de colosos de hierro, que trabajaban sin cesar, para extraer del subsuelo ese líquido negro que cambio para siempre la historia de nuestra ciudad y nuestro País.

La era petrolera, coloca a Cabimas en el centro de la historia del País, atrayendo una avalancha de personas de todos los puntos geográficos de la Nación, como del exterior, porque se consideraba “el paraíso”.  El inicio de operaciones de las grandes corporaciones internacionales petroleras y el auge del petróleo en el panorama económico mundial, hace que los sueldos y las condiciones de vida fueran un factor decisivo para impulsar la migración hacia nuestras tierras.

La Cabimas de mitad del siglo pasado, surge como una ciudad moderna, no es el resultado de una planificación urbana, sino de acciones desordenadas en el campo venezolano, producto del interés de la población mayormente campesina que se lanzaron en la búsqueda de la “tierra prometida” llena de riquezas que mejoraran sus condiciones de vida. Los habitantes que residían en el viejo vecindario, se adaptan rápidamente a este nuevo modelo económico, en el que la ciudad entra en una fase de crecimiento sostenido y de transformación socio económico y cultural.

El modelo rentista se transforma en un modelo populista, lleno de promesas incumplidas que sumerge a una de las principales ciudades de nuestro País en el caos; la ausencia de un modelo de ciudad, la caída de la producción petrolera y la ausencia de políticas públicas coherentes, atentan contra los aires de desarrollo y progreso, olvidando la consolidación de la infraestructura y los servicios públicos tan necesarios para la atracción de nuevos capitales que sirvan para la recuperación de la dinámica económica y poder promover oportunidades y bienestar para todos los ciudadanos.

A pesar del declive de la industria petrolera, nuestra economía sigue dependiendo principalmente de esta importante actividad. La cantidad de reserva probadas y las características del petróleo que se encuentra en nuestro subsuelo, siguen siendo atractivas para la inversión extranjera, sobre todo en este momento donde se suavizan las sanciones y se pronostican importantes inversiones para la recuperación de la producción de ese importante rubro en nuestro Municipio. Es por eso que no debemos quedarnos de brazos cruzados, y aprovechar esta nueva oportunidad que parece abrirse para consolidar a la industria petrolera como un motor que promueva la diversificación del resto de las actividades que pueden aportar al desarrollo económico de nuestra ciudad.

En cada familia de nuestro municipio hay ejemplos importantes de progreso y lucha por un mejor futuro, tenemos la experiencia de sobreponernos a pesar de las adversidades, de generar ideas y  construir modelos de negocios exitosos; por lo que es el momento de romper esa espiral de quejas y reclamos que no nos permite crear una identidad y sentido de pertenencia con esta tierra llena de bondades; y participar en la creación de un modelo de ciudad que permita la construcción de una urbe cuyo estándares de vida sean lo más cercano al primer mundo. Tenemos el talento y la habilidad para crear, innovar y proponer alternativas distintas a las que conocemos, promover una ciudad inteligente, moderna y de vanguardia; donde el sector privado y el público deben dejar la dialéctica estéril y tender puentes al entendimiento, hacia diálogos inclusivos que sumen voluntades y permitan el reencuentro de los ciudadanos a pesar de sus diferencias ideológicas.

Hoy más que nunca se pone en evidencia la necesidad de cooperación y alianza entre todas las fuerzas vivas que hacen vida en el Municipio, de darnos la mano y empezar a empujar hacia el mismo destino, con una visión conjunta y el sueño de crear esa ciudad de bienestar y oportunidades que todos merecemos.

Estamos viendo algunos signos de mejora que nos hace recobrar la esperanza y el optimismo, pero es necesario que todos nos comprometamos con un modelo distinto, que sea capaz de dejar huella y un legado para las generaciones futuras, que hoy con asombro e indiferencia no tienen capacidad para creer en que esta generación de líderes sea capaz de cambiar el curso que hemos trazado en la historia.

Debemos ser capaces de aprender de los errores y capitalizarlos en acciones que transformen a nuestros ciudadanos en personas más preocupadas por los aspectos económicos, sociales y culturales que regirán los destinos de esta ciudad. Es momento de apartar los egoísmos y poner todas nuestras habilidades y talentos en la consecución del bienestar común, que permita recobrar la confianza en el sistema y sus autoridades; construyendo un marco legal ético, moral y justo, que permita a los ciudadanos participar de las decisiones importantes y ejercer su papel contralor en la ejecución de las acciones acordadas.

Nos encontramos frente a un momento histórico, quienes asuman el reto de transformar a Cabimas en un Municipio modelo, estarán ofreciendo a Venezuela un nuevo modelo de desarrollo basado en principios humanistas, incorporando todo nuestro acervo histórico en la creación de un ciudadano que sea capaz de vivir su ciudad a plenitud.

Confiamos en que la Virgen del Rosario y San Benito de Palermo, nuestros santos protectores, guíen a todos sus ciudadanos por el camino de la paz y el entendimiento para fortalecer en nuestros corazones el orgullo de haber nacido en esta tierra, devolvernos la autoestima , el amor por esta ciudad y reconocer que tenemos la capacidad de generar los cambios que Cabimas necesita para convertirse en una ciudad de crecimiento, desarrollo y progreso.

 

Estéfano LoBrace Fontana

Ing. Industrial – C.I.V. No. 96.293

 

 

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