POR: DR. ALIRIO FIGUEROA ZAVALA.
Individuo de número de la Academia de Ciencias Jurídicas del Estado Zulia.
El ser humano siempre está inmerso en lo que se denomina política; porque como bien lo señaló el filósofo Aristóteles, es un animal político, por su carácter sociable, que tiene la capacidad de tomar decisiones en el lugar donde vive; y de allí entonces que la política es una ciencia social que se aboca al estudio y el análisis de las relaciones de poder, implícitas o explícitas, entre la autoridad y los individuos, los grupos, y las organizaciones; y las estructuras, procedimientos y procesos a través de los cuales se llega a las decisiones políticas.
En nuestro país necesitamos verdaderos gerentes políticos, personas que conozcan a grandes rasgos los principios de la ciencia política. Hemos tenido muchos problemas debido a que los dirigentes políticos no han sabido conducir en forma positiva las actividades políticas, ya que no se ha sabido tener las energías suficientes para la consecución central de la misión que tienen.
Entonces, nos preguntamos ¿Dónde radica el problema? Hay varias respuestas, una de ellas podría ser la carencia de una gerencia política. Nuestros dirigentes políticos, algunos de ellos, estudian, se preparan y hacen el esfuerzo para la conducción, pero adolecen de la praxis gerencial.
Un gerente político debe entrenarse, porque la actividad partidista y la lucha política dan una visión global, a la cual hay que darle sentido claro de solución. Debe así mismo reafirmar valores indispensables para que su actividad sea lo más cercano a la consecución del bien común. Hacer las cosas, desarrollarse y comprometerse activamente con lo que idealmente se está comprometido, esto tiene que ser casi un dogma. La autenticidad produce credibilidad y convencimiento.
La actividad política cuando se impregna de un sentido de beneficio personal, desvirtúa su intrínseca nobleza y la convierte en una praxis mercantilista despreciable. Un Gerente Político debe estudiar, debe estar informado, debe conocer a su comunidad, debe trabajar intensamente sin desmayo, pero, además, debe ubicarse en el vértice de la pirámide a través de su ejemplo, ya que su actividad debe ser ejemplarizante; y por ello debe luchar contra las tentaciones y dar testimonio de una vida proba y eficaz.
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Dr. Alirio Figueroa Zavala | Abogado
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