EL VERDADERO FINAL

Me asedian sentimientos encontrados. Por una parte me siento triste, por las toneladas de basura esparcidas sobre Manuel Rosales, lanzadas desde la propia oposición democrática; pero, al mismo tiempo, me encuentro reconfortado al ver su entrevista con Vladimir Villegas, en la cual se ha revelado como un político de alto vuelo, un estadista, lejos de nuestro anfitrión juvenil en Maracaibo cuando íbamos con Héctor Alonso a cumplir actividades de la juventud de AD. Sin duda, su candidatura frente a Chávez, cuando obtuvo cerca del 40% de los votos, su ejercicio administrativo en la alcaldía de Maracaibo y en la gobernación del Zulia, así como sus 6 años en el exilio y su prisión de un año en el “helicoide”, una de las ergástulas del régimen, lo han hecho crecer como político y le han ampliado su horizonte personal.

Un mensaje interesado por las redes sociales lo vilipendia al calificarlo de traidor. ¿Traidor a qué y a quién? Su partido UNT, por medio del Dr. Omar Barboza, vocero autorizado suyo, apoyó las primarias y luego a la Ing° Machado como candidata electa. Lo acusan de colusión con el gobierno, cuando Manuel lo que ha hecho es cuidar, con habilidad política, la gobernación del Zulia frente a la voracidad autoritaria del régimen. Le critican que haya logrado inscribir su candidatura faltando cinco minutos para el cierre de postulaciones. Traidor hubiese sido si dejaba al pueblo venezolano sin opción electoral, cuando pide a gritos un cambio de gobierno. Él narró en la entrevista aludida las dramáticas horas vividas el 25 de marzo para las postulaciones, que lo llevaron a tomar esa decisión.

Rechazamos la inhabilitación de María Corina por inconstitucional, por obedecer a motivos políticos, pero estamos ante una REALIDAD POLÍTICA: el gobierno tiene el control absoluto del aparato institucional de la República y eso solo es posible modificarlo llamando a una insurrección, seguramente con un saldo lamentable de muertos, o aprovechando los reducidos espacios de participación electoral permitidos por el régimen para llamar al pueblo a ejercer masivamente el voto. Yo me inclino por lo segundo.

Una candidatura distinta a las ya inscritas en el CNE no es posible porque el cronograma de postulaciones se cerró el 25 de marzo. A estas alturas solo es factible hacer cambios entre los inscritos. El artículo 44 de la Ley de Procesos Electorales dice: “Las postulaciones consignadas fuera del lapso previsto en el cronograma electoral serán extemporáneas y se tendrán como no presentadas”. Si se introduce un recurso ante la Sala Electoral del TSJ, suponemos cual será la sentencia. Cualquier aspiración extemporánea es utópica, se presta a confusión entre los electores y por ende opera a favor de Maduro.

La oposición democrática, con María Corina al frente, pensando en Venezuela, debería pronunciarse ya por Rosales, el único candidato inscrito que posibilita un gobierno de transición que garantice el retorno pleno a la senda democrática en nuestro país. El inmediatismo es mal consejero en política. Como se ha dicho, “el cementerio político está lleno de impacientes”. En política hay que tener un agudo sentido de la realidad.

Lo que debe hacer la oposición democrática es llamar a inscribirse en el REP a los que no lo han hecho y a chequearse a los ya inscritos para evitar migraciones de última hora.