MANUEL ROSALES SERÁ NUEVAMENTE GOBERNADOR.
POR: EMIRO ALBORNOZ LEÓN
Cuando faltan menos de dos meses para las elecciones de Gobernadores y Alcaldes , a efectuarse el próximo 21 de noviembre, se vislumbra un triunfo concluyente y determinante de la oposición democrática venezolana en la mayoría de las entidades gubernamentales y municipales del país. La impopularidad de Nicolás Maduro por su fallido y forajido gobierno , que en términos porcentuales sobrepasa los ochenta puntos, unida a la desastrosa gestión de los Gobernadores y Alcaldes oficialistas que aspiran a la reelección, es un peso muerto que deben soportar los candidatos del régimen y presagian un descalabro de la revolución en este proceso electoral que conduciría a un referendo revocatorio presidencial cuyo resultado no puede ser otro que la salida de Maduro del poder.
Pero es en el Zulia donde el triunfo opositor se observa con mayor fuerza en la persona del candidato Manuel Rosales Guerrero, quién registra una elevada popularidad sustentada en la excelente gestión que realizó tanto como Alcalde Maracaibo como Gobernador del estado. El pueblo del Zulia valora altamente el trabajo realizado por Rosales en materia del ornato público de la ciudad, así como en las áreas educativa y asistencial en las cuales centró mayormente su gestión gubernamental, con resultados que quedaron a la vista de todo el Zulia.
Por el contrario, sanciona al actual mandatario a quien señalan de no haber hecho nada por el pueblo y haber llevado a la región a una situación de abandono y calamidad que es imperdonable. Por las redes sociales circula todo tipo de señalamiento contra Prieto que lo han ubicado en una posición muy débil ante la opinión pública.
Este cronista piensa que solamente con una votación de un cincuenta por ciento del electorado con derecho al sufragio ya determinaría un triunfo incontestable de Rosales el 21-N pero los estudios de opinión pública hablan de una participación superior al sesenta por ciento que de ser así configuraría una derrota descomunal paga el candidato de Nicolás Maduro a la reelección.
La ecuación es muy sencilla: es casi que imposible que un régimen que tiene pasando hambre hereje a más del ochenta por ciento de la población, que no ha atendido las necesidades del pueblo, que ha colapsado, por incapacidad e indolencia, los principales servicios públicos, principalmente electricidad y agua potable, vaya a respaldar con su voto a los responsables de esta tragedia.
Emiro Albornoz León/Periodista.
