¡QUÉ TIEMPOS AQUELLOS!

LIC: NÉSTOR PERALTA

Cuenta la leyenda que en la segunda quincena del mes de noviembre todos los trabajadores recibían bonificaciones de fin de año llámense utilidades, aguinaldos y bonos (de verdad), era la época más esperada, se les renovaba la pintura a las casas, lo que estaba dañado  se arreglaba o se le reemplazaba por uno nuevo, era el momento de ahora o nunca.

Los comercios se llenaban de clientes, el tráfico era insoportable, circulaba bastante dinero y al mostrar un carnet que lo acreditaba como trabajador petrolero  casi que le ponían una alfombra roja, los bancos no daban abasto para solicitar y retirar chequeras y hasta tarjetas de crédito que eran la salvación cuando se gastaba todo,” fiao hasta el puente” era el lema de ese momento.

Quedaron en nuestros recuerdos los olores de la pintura fresca y  de los platos  decembrinos  : hallacas , pernil, ensalada de gallina, pan de jamón ,macarronada , dulces variados , no podían faltar las bebidas como el ponche crema casero , la guarapita que le soltaba la lengua hasta a los mudos y aflojaba la elástica de la ropa , se hacía competencia para ver quien los hacia mejor, el encargado de armar y adornar el arbolito y ambientar la casa era ese pariente que nunca supimos si era varón o hembra , pero era el más útil de la familia , él no podía pasar por  alto los quince primaveras de las niñas y cuidada de los mayores .

Eran tiempos en que las casas de los abuelos eran el cuartel general , se turnaban las familias : el 24 en la casa de los abuelos paternos y el 31 tocaba el turno de invadir la de los  maternos , se les notaba la alegría a los viejos al ver llegar a sus hijos , nietos y algún que otro yerno o nuera  que no  era de su agrado , pero eran momentos de amor y tolerancia , de unión y de compartir la dicha de estar vivos y juntos , no podían faltar las palabras de los más longevos de la familia vaticinar : voy a comerme esta hallaquita por que el año que viene no sé si estaré por aquí (el que decía así  acompañaba  al cementerio a más de uno ) , que dicha era vivir esos momentos en familia.

La música no podía faltar : Gaitas  , aguinaldos , la Billos Caracas Boys , Los Melódicos, Supercombo los tropicales  , Los Blanco  , y no podemos dejar de mencionar el mejor cantante de guaracha o  música bailable como es Argenis Carruyo , anualmente se compraba un equipo de sonido para hacer sonar los discos en estéreo , un solo bochinche en todas las casas , los más pequeños  felices y contentos con ropa y juguetes nuevos , y las señoras de casa con sendos trajes y peinados de la época .

La navidad traía demasiada alegría , es el mes del nacimiento de Jesús nuestro Señor , de la llegada del Espíritu de la Navidad , del amigo secreto y de nuestro Santo Negro , el 27 de diciembre toda la familia iba a la fiesta en Ambrosio o en la Rosa , el sonido de los chimbangueles despiertan ese negro o negra que se lleva por dentro , es una tradición que viene desde nuestros ancestros y permanece como legado en las nuevas generaciones por lo buena gente que es Benito de Palermo a quien le pedimos en todo momento de dificultad y necesidad.

Recordamos con nostalgia el reencuentro familiar , el ritual de hacer las hallacas comenzaba cuando la abuela cual director de orquesta dirigía la línea de producción de este manjar que no podía faltar en ninguna casa , ella misma ponía las cantidades de sal , especias y vigilaba que no le faltara nada en su armado y preparación , de allí el dicho que la mejor hallaca la hace mi Mama, el 24 y 31 de diciembre era un derroche de alegría al estar toda la familia unida celebrando el nacimiento del niño Dios y recibir el nuevo año   que siempre deseábamos fuese mejor que el anterior

Todo cambia, lo relatado con anterioridad quedo  resumido a una video llamada, una pequeña pantallita que no transmite lo mismo que una abrazo afectuoso y efusivo, ni la mirada con amor, mucho menos esa química que se convierte en calor cuando se está muy cerca de un ser amado, hoy vivimos recordando aquellos días cuando estábamos juntos y fuimos separados por situaciones que quisiéramos que solo sea un mal sueño, una pesadilla de la quisiéramos despertar lo antes posible.

Lic: Néstor Peralta

c.i:  5721154

CNP :  7371

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