¿QUIÉN ESTÁ DETRÁS?
POR: ANTONIO URDANETA AGUIRRE
Desde que Manuel Rosales asumió la gobernación del Estado Zulia, después de derrotar humillantemente al candidato de Nicolás Maduro, los hechos obligan a pensar que el régimen trasladó a esta región, tal como acostumbra y sabe hacerlo, algunos de sus círculos de irregulares armados. A todo el país le consta que dichos círculos siguen actuando según las instrucciones que reciben de sus perversos superiores y en el territorio que la cúpula roja decida, en función del propósito que persigue en cada caso.
El régimen le tiene pavor a la popularidad creciente de Rosales, que comparada con la del malnacido que aspira a continuar en el cargo que usurpó en 2013, expresada en términos numéricos, la relación entre el zuliano y él es de 8 a menos de 2. Frente al terror que le causa el indicador matemático, es obvio que el siniestro espécimen lo menos que quiere es perder el poder, puesto que lo necesita para protegerse de los delitos por los cuales ha sido imputado por la Corte Penal Internacional.
Como esto es del dominio público desde siempre, con esta breve información es suficiente.
Para nadie es un secreto que la presencia de Manuel Rosales resulta incómoda para el malnacido. Por eso su reacción podría decirse que es normal en los bajos fondos de la política sucia. De aquí que los irregulares que trabajan para el oficialismo, hayan empezado a cumplir sus inescrupulosas tareas, como extorsiones, sicariatos o intimidación a productores, industriales, comerciantes e incipientes emprendedores. Como el desarrollo productivo que ofreció Rosales comienza a ser una realidad, inmediatamente el malnacido aplica sus estrategias terroristas con la finalidad de evitar que se abran nuevas santamarías o se cierren parte de las existentes. ¡Afortunadamente ha quedado al descubierto, ahora el pueblo lo reproducía más!
“Para el buen entendedor, pocas palabras”. Lo que se ha descrito hasta ahora parece suficiente porque está planteado en términos bien precisos y de fácil comprensión. De todos modos un dato más tampoco sobra, al contrario, podría contribuir a reactivar una búsqueda: saber dónde “malnació” el sujeto.
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