SE CIERNE LA TORMENTA
GLORIA CUENCA
Así se llama uno de los libros que conforman la auto biografía de Sir Winston Churchill en los años terribles de la Segunda Guerra Mundial. Uso el título, por cuanto a pesar de que, la tormenta está sobre nosotros, desde mucho tiempo atrás, este momento crítico sirve y nos recuerda la historia universal. La esperanza no está de moda, la gente está muy pesimista; esto sirve a los opresores. La Historia de Venezuela tiene momentos difíciles,sin embargo, se vive una época, una de las más dramática para el país. El desastre se ha desatado y arrasa con nuestro país por más de dos décadas. Las desgracias, nunca vienen solas, de allí el dicho “bien vengas mal, si vienes solo”. Hay muchos males que nos han caído, sin embargo, creo que el peor es la ignorancia y su deriva: la prepotencia. Es tan grave este problema que ya existe manera de comprobar como es la actuación del ignorante. Unos estudiosos norteamericanos, crearon un instrumento de investigación para comprobar como es cierto que las personas ignorantes, tienen una tendencia a fabular, a inventar cosas. No saben de lo que hablan, y lo peor no saben, que son ignorantes. Aun cuando esto parece de Perogrullo, es así. En otras oportunidades he escrito sobre esto. Para los docentes resulta un problema grave. Se nota especialmente, entre los estudiantes que no han estudiado nada y creen que pueden inventar sobre cualquier cosa que se les pregunta. Pocas veces he sentido una tristeza más grande que cuando observo y escucho a gente que en algún momento fueron considerados como serios auspiciar esta vergüenza de las supuestas elecciones del 6 de diciembre. Desconocidos por todo el planeta, tildados de falsos, vistos como una cuerda de dementes, apuestan por unos cuantos billetes, o por un carguito, como si eso fuera lo trascendente en esta circunstancia.
Han perdido la brújula- estos entes, humanos no parecen- que los debería orientar en este mare magnum. Es lamentable, pero ocurre así: pretenden pasarse por gente que quiere al país, y, lo que demuestran con su forma patológica de ser, es todo lo contrario. No creen en nada. Por los hechos, los conocereis. Los que se han prestado a la farsa electoral y mal utilizan los símbolos y signos de Acción Democrática, de Primero Justicia y Voluntad Popular y Copey, han caído en el lugar más bajo pensable para un ciudadano honesto, recto, comprometido con el país. ¿Quién puede creer en ellos? ¿Quién es capaz de votar por esa gente? Son una vergüenza, de un cinismo inimaginable y de cara durismo enfermizo. Causa gran pesar ver como una acción fundamental de la democracia resulta transformada en un teatro de burlas para los ciudadanos. ¡No participar en la pachotada!
