SOBRE-VIVIR VS. VIVIR
GLORIA CUENCA
En medio del desastre de cada día, al saludarnos, nuestra respuesta es: sobre viviendo. ¿Quién lo diría? del caluroso y festivo saludo, además de amoroso, con besito en la mejilla incluido, pasamos a esta angustiante respuesta; no es metáfora. En realidad sobre vivimos, a las dos pandemias, que los venezolanos heroicamente soportamos. Ya lo he dicho, no se cual es peor, ¿el virus chino o el desgobierno venezolano? Al contrario de Jean Paul Sartre, quien decía, “escribo para mi tiempo, no me importa la posteridad”. Yo, en cambio, escribo para la posteridad. Para que los comunicólogos de finales de este siglo y del siglo XXII, tengan en la prensa, aun cuando sea digital, una explicación de este desastre, que nos tocó a los venezolanos de fines del XX y comienzos del XXI. No se, si lo podrán entender a cabalidad. Se hace el esfuerzo.
Empiezo, a enumerar nuestras desgracias, la numero 1, la falta de efectivo. Ni en las peores pesadillas, ni en los más extraordinarios trillers, ninguna serie, menos telenovelas -que yo sepa- se ha fantaseado con lo que es una realidad, en nuestro atribulado y maltratado país: no hay dinero, ni monedas, ni billetes. De ninguna denominación, ni de ningún cono monetario. (La decencia me impide poner tilde a la n de cono. Soy de otra época) Tampoco empieza a haber vuelto para los verdes, y aspiran nuestros proveedores, en lugar de los 10$ pensados, invirtamos 20$, “pues no hay sencillo”, con risita y todo. Y, yo que tengo los reales contados, (los cobres dicen en el Zulia) no puedo hacer eso, entonces no compro nada. Paso, a hablar del segundo o ¿será el primero? de nuestros dramas: la falta de gasolina. Pretenden estos señores, que nos traguemos, sí hay que decirlo coloquialmente, el cuento, de que, no tenemos gasolina por el bloqueo a las cuentas de dinero mal habido que tienen ellos y, al no dejar traficar a los barcos iraníes con la gasolina. ¿Éramos, o seríamos una potencia? Recuerdo, desde que nací en 1940, Venezuela era una gran proveedora de gasolina, se vendía aquí la gasolina más barata del mundo. Interesante destacar qué, nunca importábamos gasolina, la exportábamos y estos señores, las regalaban por el Caribe. Un tercer gran problema, derivado del anterior, es el transporte. En sueños dijeron, que iban a construir ferrocarriles por todo el país. Se cogieron los reales. Cero trenes y entonces, tampoco hay gasolina, para distribuir los alimentos. ¿Habrá posibilidad de llegar a una auténtica seguridad alimentaria? Cómo si lo anterior fuera poco, tenemos el terrible problema de la hiperinflación. ¿Será el cuarto o el primero? Con sorpresa, advierten los economistas, que casi nunca dura más de un ano, o año y medio, (la hiperinflación) aquí vamos para el tercer año y sin esperanzas. El último aspecto, y como dicen en inglés, “no por último, menos importante”; refiere al Informe presentado por una Misión de expertos sobre los Derechos Humanos en Venezuela. Coloquialmente, lo llaman el Informe Bachelet. Lo que leemos, trata de una Jefa de la Misión, de Portugal, un inglés y un chileno. Todos con alta capacitación y apoyados por las ONG y grupos de gente afectada por las torturas, agresiones, desapariciones, fusilamientos y demás, delitos cometidos; por lo que puede hablarse de crímenes de lesa humanidad. El mundo lo sabía; la verdad procesal, necesitaba pruebas, lo que se logró ampliamente con la Misión de las Naciones Unidas. Volveré sobre el tema.
