Hoy llegamos a 32 años de fundación, una fecha que siempre nos hace recordar aquel momento cuando se puso a andar por primera vez la rotativa y colocamos el ejemplar número uno en sus manos. Un episodio pujante, grandioso y lleno de expectativas.
Han trascurrido más de tres décadas llevándoles ecuanimidad, equilibrio, veracidad y honestidad informativa. Este medio que, por razones ya conocidas, camina hoy a través de las redes, ha sido tribuna informativa para los diversos pueblos de la Costa Oriental del Lago y una escuela activa para profesionales de la comunicación social.
En este cumpleaños El Regional del Zulia ha seleccionado como tema de investigación los 100 Años del Reventón de El Barroso, evento que nos tiznó de gloria y dio a conocer a Venezuela en el mundo por su gran potencial petrolero.
Después de declarada nuestra Independencia, para nosotros los zulianos, no ha habido fecha más importante en la historia económica de este país que la del 14 de diciembre de 1922, cuando aquel estruendo hizo temblar la tierra y de ella se disparó a más de cuarenta metros de altura ese chorro oleoso que traería consigo una millonada incalculable de la que 100 años después aún disfrutamos.
Los 100 años del Reventón de El Barroso, para nosotros están cargados de sentimientos, pues El Regional del Zulia echó sólidas raíces penetrando en la preferencia lectora del trabajador petrolero, ellos fueron y serán nuestros grandes aliados. Hurgamos en su quehacer diario, en sus necesidades laborales y constantes luchas. Los acompañamos en muchas victorias y en las derrotas no los dejamos solos.
Con el Reventón todos estos pueblos costaneros sufrieron una metamorfosis en la forma de producir, de vestir, de pensar, comer y en sus hábitos. Nos vinieron otras costumbres, bailes, cantos, ritmos, colores; y hasta llegaron hermosas mujeres para mostrarnos distintas formas de disfrutar en el amor. El Reventón, produjo una mezcla dulce y agria que nos estremeció completamente y transformó nuestras entrañas.
Conocimos con él, otras razas, otras culturas, otra forma de trabajar la tierra sacando provecho a un líquido negro, humeante y pegajoso que era apreciado y comprado a buen precio en el exterior y que nos traía una buena cantidad de dinero a los bolsillos.
Este hecho que nos roza en la piel, en esta edición aniversario, fue abordado con historias bonitas e interesantes, que contaron sus protagonistas y descendientes. Hay relatos fidedignos de primera línea que nos llevan al momento aquél, otros que hacen un recorrido real y otros más que nos regresan al presente con todos esos cambios que hoy vivimos.
Las predicciones de María Acosta, la llegada de los ingleses, los gringos y otras colonias de extranjeros; los buchitos, los bares de la Nueva Rosa, las mejores fiestas con reconocidos artistas que se presentaron en conglomerados sitios nocturnos de la época, los barcos que llegaban repletos de mujeres a ganarse la vida. Este amplio legado que el reventón dejó hoy tratamos de resumirlo en esta edición aniversario.
Somos, en nuestro ser, una consecuencia de ese magno hecho, por eso este aniversario nos llega bañado en oro, frotado de crudo, de sudor, con golpe de chimbangueles a pleno sol. También con la mirada triste de un buchón que desde las alturas de una cabria contempla el subir y bajar de un balancín que le ha robado su espacio limpio y su nido.
Esta edición que hoy dejamos a su merced servirá de guía humana para los que nos siguen en el mundo. Sabemos que quedaron muchas cosas por escribirse, muchos relatos y secretos que sus protagonistas se llevaron a la tumba, pero la historia siempre se esconde cosas y jamás será contada completa.