El Barroso II SIGLO DE ORO

 

A 100 años del estallido del Barroso II aquel 14 de diciembre de 1922, y cuando Cabimas se prepara para conmemorar este Siglo de Oro del pozo que la convirtió en artífice de los más grandes yacimientos de petróleo en Latinoamérica; los actuales alcaldes de los municipios que integran la Costa Oriental del Lago, dan sus impresiones sobre las incidencias de este histórico reventón en cada una de sus entidades, donde la explotación petrolera impactó de forma positiva el ámbito económico y sociocultural de sus comunidades. Cada uno reconoce el valor que ha tenido la Costa Oriental del Lago en la historia petrolera de Venezuela a través de este gran acontecimiento.

Hay que reconocer los grandes aportes que se han hecho al país y al mundo desde nuestra amada Cabimas; ciudad que ha dado tanto desde ese histórico reventón del pozo el Barroso II en el sector La Rosa, y que hace 100 años comenzó a sustraer de su subsuelo no solo petróleo sino también desarrollo, avance y progreso.

Desde el punto de vista sociocultural y económico hubo un gran impacto. Espero que la explotación petrolera vuelva, pero con una trascendencia distinta y un sentido de Gobierno totalmente diferente, para que todos los recursos que podamos obtener de esa actividad económica sean traducidos en obras y beneficios para la mejor calidad de vida de nuestra gente. Hay que rescatar a Cabimas para que siga siendo un relevante municipio petrolero, por eso hago un llamado a todas las tendencias políticas, tanto de la oposición como del Gobierno, a que se involucren para hilvanar juntos acciones donde lo primero sea nuestro pueblo. Desde nuestra posición haremos todo lo que esté a nuestro alcance para que vuelvan las trasnacionales, y lograr de esta forma la reactivación económica que todos esperamos en pro de las trasformaciones profundas que reclama nuestra Cabimas y el país.

Desde 1922 la producción del oro negro en la Costa Oriental del Lago marcó cambios importantes en Venezuela. Esa noticia del estruendoso reventón del Barroso II que movilizó al mundo hacia nuestras tierras, fue un acontecimiento clave para el fortalecimiento y desarrollo económico y sociocultural de Cabimas, el Zulia, Venezuela, así como de otros países.

Trasnacionales como la Creole, la Shell, que llegaron a nuestro país a explotar la actividad petrolera, entre otras empresas, beneficiaron en gran manera al país, y principalmente a la Costa Oriental del Lago. El reventón de ese histórico pozo debe ser recordado de generación en generación como un acontecimiento de gran valor; además de ser la gran noticia que convulsionó a nuestro país y al mundo, llevándonos a ser historia al convertirnos en uno de los mayores productores de petróleo del planeta.

Es importante recuperar la industria petrolera y pasar la página.  Como alcalde pido al Gobierno venezolano abrir puentes para la reactivación de inversiones que sirvan de impulso para que la economía vuelva a florecer y Venezuela vuelva a ser un país petrolero de resonancia mundial.

Sin duda alguna el reventón del Barroso II tiene un gran significado en la historia venezolana; fue y seguirá siendo el punto de referencia más importante que ha tenido el estado Zulia en el mundo por su impulso al crecimiento económico, social y cultural de nuestro país. Es un acontecimiento histórico que nos enorgullece y no puede quedar como un simple recuerdo; porque va más allá de una realidad que nadie puede esconder: hemos sido pioneros de la actividad petrolera.

El reconocimiento a la Costa Oriental del Zulia como principal gestor de las riquezas de la Nación debe estar basado en la reapertura de la industria petrolera nacional, solo así se podrán generar ingresos y oportunidades de empleo que permitan los cambios que nuestro país necesita. Que esto no quede solo en la imaginación de nuestro pueblo, sino que sea el renacer de una nueva Venezuela, el renacer de ese preciado mineral descubierto en Cabimas hace 100 años: el oro negro.

Es hora de cristalizar la verdadera trasformación de Cabimas mal llamada por años la Cenicienta, es hora de verla convertida en la indiscutible ciudad reina de nuestra amada Venezuela.

A partir del reventón del Barroso II la historia económica, política y social de Venezuela se vio reflejada en un antes y después. Este hecho fue histórico, representó y representa una gran bendición para el país y para la Costa Oriental del Lago, porque nos convirtió en uno de los más reconocidos países petroleros.

El municipio Simón Bolívar ha contribuido al igual que el resto de los municipios de la COL a fortalecer año tras año la creciente y codiciada actividad petrolera venezolana.

Tenemos evidentes fortalezas petroleras: la explotación de crudo a nivel del Lago es muy significativa, ya que el petróleo liviano que se produce desde la Planta Tía Juana es exportado al mundo, además de poseer el oleoducto más importante del Occidente: la Planta de fraccionamiento ULE.

Con mucho orgullo puedo decir que la COL es la columna vertebral de la economía del país, porque se extraen la mayor cantidad de barriles de petróleo. A pesar de que la infraestructura petrolera está por el suelo, somos optimistas y confiamos en el rescate de la producción de crudo para fortalecer el aparato socio-productivo del país, por ello desde Simón Bolívar aportaremos nuestro grano de arena, como siempre lo hemos hecho, para el cambio que los venezolanos sueñan y merecen.

La explotación petrolera en la Costa Oriental del Lago, con 100 años de historia, ha sido un claro puntal de crecimiento económico y social para Venezuela. El auge petrolero se gestó de la mano del desplazamiento masivo de personas hacia el Zulia, que vinieron a cimentar esta actividad tan exigente además de nutrir nuestra cultura al emigrar con sus costumbres y tradiciones.

Con el boom petrolero el crecimiento económico y social fue muy rápido en Cabimas, Mene Grande y el resto de los municipios de la COL; donde se instalaron campos petroleros con todos los servicios públicos, instituciones educativas, centros de salud y un notable mejoramiento de la vialidad, que para ese entonces era inexistente.

Sin ninguna planificación urbana u orientación por parte de algún Gobierno los recursos provenientes del petróleo permitieron avanzar en materia de desarrollo social y económico; por lo que es indudable el impulso que le dio el petróleo a nuestro país tras un siglo de los hallazgos petrolíferos en toda la faja costera desde Cabimas hasta Mene Grande.

Pasamos de un país 100% agrícola, campesino, con altos índices de analfabetismo; a ser un país en crecimiento con una actividad económica lucrativa basada en la explotación y exportación de crudo. El impulso económico fue demasiado grande para Venezuela, por lo que los municipios garantes de la actividad petrolera tenemos el compromiso de avanzar hacia una era post petrolera e ir en busca junto al Estado venezolano de una forma de dirigir la económica nacional hacia la producción de otros rubros u otras áreas específicas como la agricultura, el turismo y la tecnología; porque hay que mirar hacia el futuro, hacia un nuevo sistema económico, hacia una nueva Venezuela.