RCR: esquiva el golpe y aguarda para ganar la pelea

Con la idea de visibilizar la realidad de la censura y autocensura en los medios de comunicación masivos que se registra en Venezuela, y que se suma a los problemas comunes de los medios de comunicación con el poder en este país; en el marco del contexto del cierre de la emisora Radio Caracas Radio (RCR), radio venezolana, pionera en América Latina, en onda corta y media, es bueno entender desde las perspectivas de uno de sus líderes, Jaime Nestares, su director, qué le depara el futuro a esta empresa comunicacional, atacada férreamente por el régimen de Nicolás Maduro y su brazo ejecutor Conatel (Comisión Nacional de Telecomunicaciones).

Nestares tras una entrevista realizada por el profesor León Hernández de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) y también auspiciada por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), respondió a esa interrogante, advirtiendo que los Gobiernos autoritarios, como el venezolano, cuando algo les incomoda de los medios donde se dice lo que los gobiernos no quieren que se diga, la esperanza de rectificación y justicia es poca, por lo que prefieren esquivar el golpe que se les viene, cerrando, por ahora, la emisora, para aguardar por los cambios que les permitan ganar esta pelea mal casada con el aparato del Estado venezolano, ya que aún está fresca la herida causada por el cierre ilegal y violatorio de la propiedad privada de RCTV en 2007, donde ni una orden de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de proceder a la devolución de sus equipos incautados, surtió efecto, pues no fue acatada la medida por el Gobierno chavista.

Explicaba el empresario venezolano que tras lo sucedido el 30 de abril de 2019 cuando a RCR, a través de una acción militar y no administrativa ordenada por Conatel, se le notificó el retiro del dial 750 AM al no ser renovada su concesión; lo que buscaban era practicar un cierre forzado, mediante la intimidación y el uso de la fuerza militar.  “Extrajeron de forma ilegal las siete tarjetas de transmisión de la emisora, sin que pudiéramos responder legalmente a la intimidación sufrida”.

Como una forma de no dejar sola a su audiencia se abocaron desde esa fecha a transmitir con imagen y sonido por streaming en internet a través de su página web rcr750.com y a través de plataformas como TuneIn, Periscope y YouTube. “Con orgullo podemos decir que somos líderes como medio digital con mayor membresía del país”, aseguró Nestares.

Con seguridad afirma que desde el régimen fraguaron su cierre atacando sus necesidades principales afectando sus comunicaciones, con la suspensión del servicio de electricidad, internet y telefonía fija.

En el caso de la electricidad un transformador que surtía del servicio a la radio se dañó y fue negada su reparación, por lo que con recursos propios lograron repararlo en 92 días y se abastecieron de plantas eléctricas propias; mientras por otra parte, el servicio de internet era suspendido y 25 líneas de teléfonos fijos eran retiradas, obligándolos a utilizar la telefonía celular que resulta más costosa.

Nestares destacó que hasta ahora en Venezuela se han cerrado 234 medios digitales y 90 emisoras radiales, por lo que en líneas generales el régimen chavista no ha sido nada amable con los medios de comunicación social masivos, por eso decidieron cerrar para preservar la integridad física de ellos y de su personal (Cerrar para preservar activos). “Manejamos información de que venía un cierre violento para nosotros con detenciones e incautación de equipos”.

La pregunta sería si cerrar y esperar es una medida responsable, pues según Nestares, lo que buscarán es seguir desde afuera hacia adentro haciendo el trabajo informativo, pues no se trata de un cierre definitivo, pues lo que esperan es un nuevo escenario de respeto a la propiedad privada y libertades ciudadanas, porque hay que reconocer la realidad, entender sus capacidades y saber ver las oportunidades.

“Siempre habrá un huequito para encontrar la manera de buscar y ofrecer información”, dijo.

En cuanto a la realidad del país, Jaime Nestares asegura que se está frente a un deterioro del país a gran escala. “Sí, vamos hacia un país cada vez menos libre como Nicaragua”.

“Desde 1998 era claro que se instauraba un sistema que iba a cercenar las libertades. Han minado al país. Estamos frente a un régimen totalitario donde no se respeta la propiedad privada”, indicó.

Expresó que en todo régimen totalitario la población se divide en tres fracciones, un grupo pequeño que apoya al sistema a costa de su vida y se sirve de el, otro que permanece aislado (medio) que es la mayoría, y lo hacen por miedo, limitación o represión; y un tercero también muy pequeño que son los que lo enfrentan. “Por eso el temor que este tipo de regímenes le tiene a la prensa libre, ya que es a través de la información que puede lograrse una activación de ese sector social medio, que es quien puede decidir los cambios políticos que se necesitan. La ataca al considerar que es la que da los elementos para activar o despertar esa mayoría a través de la información”.

“A nosotros si nos dan la oportunidad a través de una elección libre y transparente sacaremos este régimen con votos, y es en ese momento cuando regresaremos”.

Con la frase: Recordemos que en las dictaduras todos tenemos un número en la espalda, Nestares resumió como es vista la prensa y sus actores en el actual régimen venezolano.

Los regímenes militares como el venezolano con un ejercicio discrecional de la opresión, no se tolera el entendimiento ni la propiedad privada, por lo que no existe una cobertura de la información equilibrada, no hay libre ejercicio de la prensa y la veracidad del Estado es dudosa, porque lo que quieren es contar con una sociedad integrada con ciudadanos dependientes del Estado manipulados a través de una hegemonía comunicacional.

Aunque en Venezuela a pesar de que se han registrado cierres de medios a gran escala y se ha presionado a los restantes no ha tenido éxito esa hegemonía, debido a que en un país donde según estudios estadísticos recientes, el 75 por ciento de la población no tiene capacidad para comer adecuadamente, por lo que, debido al elevado costo del mega, ese 75 por ciento que no tiene ni para comer, pues sencillamente no tendrá acceso a la tecnología.

Si en estos países los medios tradicionales están cerrados en su mayoría y los que quedan están limitados en el acceso a la fuente, sumado al reducido mercado publicitario ahora casi comparado con el haitiano; los medios controlados por el Estado están apartados de las grandes audiencias, entonces la hegemonía que busca el Régimen Chavista, es vista, hasta ahora, como un total fracaso.

Para Nestares está claro que en Venezuela hay autocensura. “Por eso es mejor preservarse y esperar para volver. El cierre de RCTV nos dejó un aprendizaje en la forma de hacer y decir las cosas. Estamos listos para regresar cuando se garantice nuestro derecho a la propiedad privada y a la información. Hay que sopesar la percepción con la realidad, porque son conceptos diferentes, aunque no nos guste hay que ser sensato. Pero estaremos atentos y completos en el ejercicio pleno de la libertad cuando regresemos”.

A los periodistas que ejercen en países que están cerca de convertirse en otra Venezuela como Honduras o Colombia, el mensaje de Nestares, es que el periodista se vincule desde ya a su propia red social, creen su propia marca y enfrentar desde allí las limitaciones democráticas. “La película Venezuela no hay que verla con recelo. Ahorita que los llevan a la orilla aprovechen para preparase y mantener una actitud vigilante ante las violaciones de los derechos humanos”.

Con relación a la posible pérdida de poder del periodismo independiente, agregó Nestares que el comunicador social tiene que prepararse de otra manera para informar, la percepción del periodista frente al medio tiene que ser diferente, y estar dispuestos a defender las libertades ciudadanas hasta el final sin importar las consecuencias.

“Es evidente que existe un riesgo latente en América Latina en materia de Libertad de Expresión e Información en los medios de comunicación. Pero son realidades diferentes, por ejemplo, en México es una cuestión de mafias y por ello la situación es compleja, pero en otros es el aparato del Estado y los partidos políticos los que cercenan la libertad de expresión, opinión y propiedad privada, cuando estas no deben tener límites, porque para esos controles están las leyes y los tratados internacionales. En Venezuela estos derechos son restringidos de forma sistemática, evidenciado en el negado acceso a los ministerios y al Palacio de Gobierno”.

En América Latina y en Venezuela existen señales inequívocas de autocensura, entonces la tarea es crear ciudadanos independientes libres e iguales ante la ley, con medios de Tv abiertos y no cercenar la capacidad de reacción de la población, ya que en Venezuela ha sido desarticulada la sociedad donde existe una mordaza estructurada muy férrea.

Sin embargo, coincido con Nestares en que aún existen en Venezuela algunos medios de comunicación libres, y es una señal clara e inequívoca de que hay quien se resiste. Sí hay un mar de fondo que al activarse arrasará con fuerza toda la gobernanza totalitaria y autocrática que hoy mantiene a Venezuela sumida en la miseria y desesperanzada.