Zona Industrial de Ciudad Ojeda
En 1967, un proyecto de gran relevancia figuraba entre los planes más próximos de la nueva Asociación de Comerciantes e Industriales de Lagunillas; se trataba de la Zona Industrial de Ciudad Ojeda.
El presidente de ACIL era en ese entonces Oswaldo Pulido, quien contando con el apoyo de la directiva acilista, entre los que se destaca Enzio Rinaldi. Así lograron que el centralismo caraqueño de esa época volteara su mirada hacia esta zona petrolera de la Costa Oriental del Lago.
El 14 de julio de 1969, el Ministerio de Fomento designa una comisión para validar si era factible establecer un parque industrial en Ciudad Ojeda.
“Esta región reunía las cualidades técnicas y los medios necesarios para fomentar la pequeña y mediana industria”, cuenta Vinicio Díaz Añez en el libro ACIL: 40 Años de Historia.
Con este veredicto, se comienza a construir la Zona Industria de Ciudad Ojeda en una primera etapa con una inversión de dos millones de bolívares, basándose en el diseño técnico y de ingeniería de ACIL.
En 10 hectáreas de terreno donadas por ACIL a Conafin, se edificaron 10 galpones, donde funcionaron grandes empresas como Transformadores Teca, Olasa, Sizuca, Porelc, Inteca, una fábrica de pañales y El Regional del Zulia.
Para Luigi Caprio, presidente de ACIL (2022-2024), el proyecto industrial fue un elemento de gran transcendencia para la incipiente ciudad.
“Nacieron empresas importantes que fortalecieron el proceso económico de la ciudad y al mismo tiempo se formó el sector metalmecánico para la actividad petrolera”, apuntó.
Una mirada actual de la Zona Industrial de Ciudad Ojeda muestra un rostro deprimente con una actividad casi nula debido a tropiezos económicos que han afectado al país.
“Hoy en día el parque industrial de Ciudad Ojeda está muy deteriorado, pero se tiene la esperanza de que se pueda muy pronto concretar el inicio de su reactivación”, enfatizó Caprio.
ACIL: protagonista y defensor
de grandes retos en Ciudad Ojeda
28 años después del gran surgimiento de Ciudad Ojeda, nació el 04 de enero de 1965 uno de sus mejores aliados para definir los pasos de lo que a la postre la convertirían en una gran urbe. Un gremio que se mantiene fuerte y vigente en estos 86 años: la Asociación de Comerciantes e Industriales de Lagunillas (ACIL)
El grupo “36 del Hotel Europeo”, como lo describe la historia empresarial de Lagunillas, conformado por comerciantes, fueron los precursores de esta gran propuesta que buscaba la descentralización, desarrollo y progreso de la región. Una agrupación organizada bajo preceptos gremiales de comerciantes e industriales citojenses.
Desde el imponente Hotel Europeo se plasmó una nueva historia para Ciudad Ojeda y con ella la solución de un sinnúmero de problemas al mando de hombres y mujeres que no escatimaron esfuerzo para levantar una metrópolis aprovechando las oportunidades que ofrecía el negocio petrolero en pleno auge para esa época.
“Las copas se levantaron esa noche (04 de octubre de 1965) para brindar por el futuro del nuevo gremio (ACIL), una vez que cada uno de los presentes estamparon su firma en el acta de fundación”, resaltó Vinicio Díaz Añez en el libro ACIL: 40 Años de Historia.
Los precursores de ACIL, integrado por una mezcla cultural entre venezolanos, italianos, árabes, españoles, portugueses, holandeses, chinos, polacos y checos, ya sabían la gran responsabilidad que tenían en sus manos y no había opción para dejar de lado el trabajo integral de esta nueva asociación.
Como no olvidar el liderazgo que para ese entonces imponía Alfonso Encarnación Caro como el primer presidente de ACIL, quien, junto otros colegas, encabezó las primeras acciones.
Desde ese momento, ACIL se convertiría en el “Vocero de la Comunidad”, una especie de compromiso que no se ha desvanecido ni en los malos momentos.
A lo largo de estos 58 años de labor ininterrumpida, la Asociación de Comerciantes de Lagunillas, impulsó grandes retos, así lo sostiene Luigi Caprio, presidente actual de agrupación empresarial.
Caprio argumentó que el gremio se enfocó en la misión de defender los intereses de la nueva urbe como la autonomía que realmente se merecía.
El representante gremial forma parte de la generación de relevo y recuerda que los acilistas destacaron por su lucha para canalizar soluciones a los problemas de las comunidades.
Asimismo, lo aclara el escritor Vinicio Díaz Añez en su libro, “ACIL vendría a luchar por la solución de los serios problemas que enfrentaban las comunidades de la zona, como la miseria, calles sin asfalto, terrenos enmontados, huecos y carencias de algunos servicios vitales de los que adolecía la nueva ciudad”.
Ratificó el líder empresarial que ACIL asumió un gran protagonismo general en el desarrollo de Ciudad Ojeda. La población no contaba con servicio telefónico de Cantv que frenaba el crecimiento de población, por lo que ACIL logró la incorporación de una central de telefonía nacional, tras una lucha titánica para obtener la aprobación de la propuesta”.
Vinicio Díaz Añez también recoge en su libro una frase de uno de los fundadores acilista llamado Nolberto Martínez: tuvimos que anunciar la paralización de todas las actividades en Lagunillas si la Cantv no procedía cuanto antes a construir la central telefónica automática de Ciudad Ojeda”.
Una ola de propuestas llegaba a Caracas por parte de ACIL en lo concerniente a la construcción de nuevas vías en la zona como la Av. 34, calles Miranda y Vargas, considerando que era una población que producía petróleo.
Otras peticiones también llegaron a cristalizarse, al respecto, Caprio sostiene que ACIL dejó huellas en reuniones y asambleas con el Gobierno central, donde llegaban en busca del apoyo para brindar calidad de vida a los citojenses y fomentar la inversión en la zona petrolera.
Al mismo tiempo, subrayó el esfuerzo que hicieron los acilistas de ese entonces para atender otra necesidad imperiosa de los habitantes como la atención médica, ya que la creación del Hospital Pedro García Clara y el Seguro Social también tienen las huellas de ACIL en cuanto a la concreción de su instalación en la ciudad.
ACIL respaldó su propia autonomía
Cada paso que daba ACIL a favor de Ciudad Ojeda tenía un valor incalculable, y en eso concuerda Vinicio Díaz Añez cuando la describía como un ente “con un gran poder de convocatoria”.
Al respecto, Luigi Caprio, puntualizó que ACIL participó activamente en la separación de Ciudad Ojeda del antiguo Distrito Bolívar.
Caprio consideró que a partir allí el gremio ha acompañado y seguirá acompañando a los concejales y alcaldes en la solución de los problemas y en la ejecución de grandes proyectos urbanísticos, sociales y económicos en favor del desarrollo de Ciudad Ojeda.
Mensaje a los citojenses desde ACIL
A pesar de la situación compleja por la que atraviesa la localidad, Ciudad Ojeda se mantiene firme y respaldada por las pocas empresas activas que existen en la actualidad. “Estamos esperanzados, ante las dificultades que tiene nuestro país, en que el Gobierno nacional dará un giro hacia lo positivo, porque sabe que el petróleo es la vía más rápida para poder mejorar nuestra economía”, apuntó Luigi Caprio.
Sostiene que “hay que desarrollar otras actividades, entre ellas, el sector bancario para retomar la actividad crediticia y por ende mejorar la economía local. “Vendrán tiempos mejores y mientras llegan tenemos que seguir luchando por esta gran ciudad”.
