domingo, abril 28, 2024
ANIVERSARIO 2023

En el estado Zulia se encuentran algunos de los personajes más ilustres e influyentes de la historia venezolana. Su legado es un motivo de orgullo para todos los zulianos que quieren preservar su identidad cultural e histórica de una entidad Grande y Alegre.

Lealtad heroica

Urdaneta se unió a las filas de aquellos valientes que soñaban con un futuro libre de cadenas, el 20 de julio de 1810, pasando por el batallón de Voluntarios de la Guardia Nacional creado por la Junta Suprema de Santafé en Bogotá. El 1 de noviembre de 1810 fue creado el primer batallón de la Nueva Granada, en el que Urdaneta se incorporó con el grado de teniente. Su valentía en el campo de batalla no tenía rival, participando en la Campaña Admirable liderada por Simón Bolívar, destacándose bajo las órdenes del coronel José Félix Ribas el 2 de julio de 1813 en la Batalla de Niquitao y siendo decisivo en el triunfo de la Batalla de Taguanes contra las fuerzas realistas del coronel Julián Izquierdo. Lideró con gallardía a sus tropas, demostrando una estrategia magistral y una determinación inquebrantable, como la que mostró en el puente de Boyacá, librando una batalla feroz y desafiante, donde fue consagrado héroe. Allí, junto al Libertador Simón Bolívar, enfrentaron a las fuerzas realistas. Urdaneta, con su espada en alto y su mirada decidida, marcó un hito en la historia de la independencia, destacando también en la batalla de Bárbula en 1813, la retirada hacia Oriente en 1814, el Asedio de Santafé de Bogotá en 1814, la toma de Maracaibo en 1821 y la marcha hacia San Carlos, previa a la batalla de Carabobo, en la cual no pudo participar por órdenes de Bolívar, dado el grado de agotamiento de sus tropas. Sin embargo, por los servicios prestados, Bolívar pidió su ascenso a General en Jefe.

En el Zulia, la impetuosa tierra del sol ardiente, los vientos susurran historias de valentía y honor; y por eso es GRANDE. Allí, el 24 de octubre de 1788, nació uno de sus excepcionales nativos, Rafael José Remigio Urdaneta Farías, el prócer zuliano cuyo destino estaría entrelazado con los destinos libertarios de una nación. Urdaneta, uno de los hombres más fieles del Libertador Simón Bolívar, fue el espejo donde se reflejó la esencia misma de la lucha, la lealtad y la brillantez del verdadero hombre de armas.

El intelecto brillante de Urdaneta se forjó en las aulas del el colegio de los franciscanos de Maracaibo, donde su pasión por el conocimiento y la justicia comenzó a germinar. Urdaneta nunca se rindió. Su dedicación y lealtad a la causa de la libertad se mantuvieron incólumes. Como estadista y diplomático, contribuyó al desarrollo de las bases legales y políticas que darían forma al país, y a las que fue fiel hasta su muerte en París, el 23 de agosto de 1845 a causa de un problema renal.

En el informe al Congreso de la Unión en Tunja, Bolívar describió a Urdaneta como «digno de recomendación y acreedor de todas las consideraciones del gobierno por el valor e inteligencia con que se distinguió en la acción».

Así, la vida del prócer zuliano, Rafael Urdaneta, trasciende el tiempo y la distancia, dejando un legado imborrable de coraje, sabiduría y amor por la patria. Su amor por su tierra natal, el Zulia, era palpable en cada palabra y cada acción.

Conocimiento Universal

En las bibliotecas, donde las palabras antiguas deleitan con sus secretos al oído del literato, descansa la memoria de un hombre cuyas letras resonaron como un eco eterno en el alma de Venezuela. Rafael María Baralt, el académico zuliano, que fue mucho más que un erudito nativo de esta noble tierra; fue un puente entre el pasado y el presente, entre la cultura y la historia. Es un ancla que engrandeció, no solo al Zulia, sino a toda Latinoamérica.

Desde temprana edad, Baralt surge una pasión inquebrantable por el conocimiento. Sus ojos brillaban con cada página que leía, cada palabra que descubría. Sus viajes por Europa y sus estudios de latín y filosofía en la Universidad de Santo Tomás de Bogotá solo avivaron aún más el fuego de su intelecto para convertirse en el venezolano Universal.

Nació en Maracaibo el 3 de julio de 1810. Era hijo único del coronel Miguel Antonio Baralt y de Ana Francisca Pérez, oriunda de Santo Domingo. Debido a las vicisitudes políticas de aquel tiempo de guerras, la familia Baralt Pérez se trasladó a Santo Domingo, donde transcurrió la mayor parte de la infancia de Rafael María. La familia regresó a la ciudad de Maracaibo en 1821, donde Baralt vivió durante cinco años. En 1827 su tío paterno, Luis Baralt, lo llevó a la ciudad colombiana de Bogotá para comenzar sus estudios superiores.

Pero fue en su tierra natal, el Zulia, donde Baralt dejó su huella imborrable. Su pluma, afilada como una espada intelectual, trazó caminos en la historia y la cultura venezolana. En sus obras como Resumen de la Historia de Venezuela y el Diccionario de galicismos, Baralt dejó una impronta imborrable en la literaria. Su oda Adiós a la Patria, es considerada de una impresionante riqueza poética, convirtiéndose en una oda a la belleza y la creatividad de su tierra.

Historiador, periodista, escritor y poeta venezolano. Autor del primer diccionario del galicismo del idioma español y primer hispanoamericano en ocupar un sillón en la Real Academia Española.

Su legado

Más allá de su dedicación a la palabra escrita, Baralt fue un hombre comprometido con su nación. Como político y diplomático, trabajó increíblemente para promover los valores de la libertad y la justicia. Su visión progresista y su compromiso con el desarrollo cultural lo llevaron a participar en la creación de la Academia Nacional de la Historia y a colaborar en la redacción de la Constitución de 1857.

El legado de Rafael María Baralt vive en las aulas y las mentes de aquellos que buscan desentrañar los misterios del pasado y abrazar la riqueza cultural de Venezuela. Su espíritu inquisitivo y su amor por las letras siguen iluminando el camino de los académicos y escritores zulianos, inspirándolos a dejar su propia marca en la historia.

Rafael María Baralt, se eleva como una figura intelectual como un recordatorio perenne de la importancia del conocimiento y la cultura en la construcción de una Nación.

 

¡Morales sino capitula monda!

En Los Puertos de Altagracia, hoy municipio Miranda del Zulia, el 2 de abril de 1796, vio la Luz del mundo la hija de Domingo José de Campos y Perozo de Cervantes y de María Ana Cubillán de Fuentes y Vera, una niña que a la postre sería una de las más reconocidas heroínas nacionales al escenificar el último acto de rebeldía contra la corona española: Ana María Campos.

La impetuosa joven crecería con claras ideas emancipadoras, contribuyó activamente con los movimientos patriotas y fue además conocida por su constante prédica contra el dominio español.

La guerra había dejado de ser continental, el teatro de operaciones era ahora marítimo, específicamente lacustre, ya que el lago de Maracaibo es el escenario donde se ratificaría definitivamente la independencia venezolana lograda en los Campos de Carabobo en 1821. Después de esta victoria patriota, en 1822, Maracaibo fue ocupada por los realistas al mando del mariscal de campo español Francisco Tomás Morales. Eran frecuentes, aunque clandestinas, las reuniones republicanas, entre éstas, las auspiciadas por la joven Campos, quien llegó a decir en una de ellas:»! ¡Morales o monda o capitula! Sino capitula, muere». Esa afirmación se convirtió en el lema de toda la población, y como pólvora encendida recorrió toda la región zuliana, no faltó quien la llevara hasta los oídos de Morales, por lo que fue llevada prisionera ante el jefe realista y castigada públicamente: fue conducida por las calles de la ciudad montada en un burro, semidesnuda y soportando los latigazos del verdugo Valentín Aguirre; suplicio que no logró doblegarla. Para esa fecha contaba con 27 años.

Al ser conducida públicamente semidesnuda ya era una afrenta a la moral y dignidad humana de una mujer para aquella época, muchas ventanas se cerraron a su paso, como símbolo de respeto y no herir su condición femenina. Ana María, erguida sobre el animal, firme en sus ideales independentistas, a cada latigazo del verdugo, repetía para martirio del jefe español: «si Morales no capitula, monda»

Sus aspiraciones de libertad se verían cumplidas al librarse la Batalla del Lago de Maracaibo el 24 de julio de 1823, que selló la independencia de la Provincia de Maracaibo, presenciando el triunfo de la escuadra patriota al mando del Almirante José Prudencio Padilla sobre realista al mando del capitán de navío Ángel Laborde y Navarro. Morales, último español Capitán General de la Provincia de Venezuela, hubo de acogerse a la capitulación ofrecida por los independentistas. Ana María Campos murió en Maracaibo el 17 de octubre de 1828.

El amigo de Andrés Eloy Blanco

Udón Pérez, es otro zuliano ilustre, un escritor, dramaturgo y poeta que forma parte de la grandeza de esta tierra conocida por la obra de personajes como Udón, quien nació en Maracaibo un 24 de julio de 1926. Fue hijo del comerciante José de los Santos Pérez Puche y de Josefina Machado Rincón. Quedó huérfano de madre a los tres años, y de padre a los diez años.

Udón Pérez con apenas 16 años inicia su carrera como dramaturgo cuando escribe una obra teatral versificada, titulada El Regreso del Pirata que luego habría de representar con cuatro de sus compañeros de estudios en un teatro organizado en un corral. Dicha obra nunca fue publicada y no existen los escritos originales del guion. El 7 de agosto de 1889, al finalizar el bachillerato, recibió el título de Maestro de Instrucción Primaria y 8 días después, el de Bachiller en Filosofía. En 1890 cursó estudios de medicina con excelentes calificaciones, sin embargo, no quiso recibir el título de médico, al igual que ocurrió con el Ciencias Políticas, ya que, según sus palabras había estudiado para aprender y no para ejercer.

El 11 de septiembre de 1891, en el acto de inauguración de la Universidad del Zulia, el joven docente recitó poemas de su autoría, lo que causaría la admiración de los esposos Félix Romero y Asunción Luengo de Romero, y su hija Delia Romero Luengo.​ Ella y el joven Pérez se enamoraron y contrajeron matrimonio. De esta unión, nacieron siete hijos.

Participó en un concurso para la elección de la letra del futuro Himno del Estado, promovido en 1909 por el editor Eduardo López Rivas y decretado por el entonces presidente del Estado Zulia, José Ignacio Lares Baralt, resultando ganador. Posteriormente, a este poema se le añadió la música compuesta por el jurista y músico José Antonio Chávez, ganador de un certamen simultáneo.

Uno de sus amigos, el también poeta y escritor Andrés Eloy Blanco lo apodó El Bardo Zuliano, Gran Cacique y Viejo Tigre. Aunque destacó en la prosa, han sido más apreciados sus poemas de género clásico, así como los de tendencias más modernas. Una de sus poesías, que demuestra su vinculación a su lar nativo fue titulada Mia. Como otros ejemplos de su obra poética figuran la oda Gajes de la Paz, La Maldición, la recopilación lírica Ánfora Criolla (1913), Escala de la Gloria, Colmena lírica (1921), Lira Triste (1923), La voz del Alma y La Leyenda del Lago, poema en el cual se cuenta a través de una historia mítica como se originó el lago de Maracaibo.

También destacó al realizar traducciones libres inspiradas en poemas de Paul Verlaine y Oscar Wilde. En la obra dramatúrgica de Udón Pérez, aparte de su primera obra teatral, destacan Frutos Naturales de 1903 y El Gordo de 1917, dramas en tres actos y en verso. Gracias a esta labor literaria, Udón Pérez se hizo merecedor de 54 galardones en distintos concursos de poesía, siendo uno de los poetas más destacados del Zulia.

Fue integrante del Centro Literario del Zulia, el cual llegó a presidir en 1919. En 1920, Udón Pérez queda viudo, lo cual le afectó emocionalmente. El 24 de julio de 1926, en horas de la mañana, al salir de su casa, el poeta se sintió mal y al ser llevado de urgencia a su casa, sólo pudo exclamar la frase “Todo se me va”, y falleció a causa de una hemorragia cerebral. En medio de una manifestación popular, Udón Pérez fue sepultado al lado de su esposa en el Cementerio «El Cuadrado». Fue decretado un Duelo Regional por parte de los poderes legislativos y ejecutivos.

 

Un diamante criollo

En 1968 fue nominado al Premio Nobel en Fisiología o Medicina por sus contribuciones por el uso del microscopio electrónico y su cuchilla de diamante. En 1967 recibió el premio Vovain por sus inventos

Su cuerpo fue cremado reposa en Suecia, Estocolmo, mientras los restos mortales de su padre, Don Luis Fernández-Morán, reposan en el cementerio El Cuadrado de Maracaibo

Las agraciadas tierras zulianas se recrearon con el ingenio de un hombre que cambiaría la historia médico-científica del Zulia, Venezuela y el mundo: Humberto Fernández-Morán Villalobos. Este médico zuliano, que nació en La Cañada de Urdaneta el 18 de febrero de 1924, en el hospital de especialidades pediátricas; desafió los límites de la cirugía con una creación revolucionaria: el bisturí de diamante.

Humberto, con apenas 12 años, en 1936 partió al exilio junto a sus padres y sus hermanos (Tito, Ofelia y Alfonso) a Nueva York, debido a las diferencias políticas que tenía su padre con el entonces gobernador del Zulia, Vincencio Pérez Soto. Después de la muerte de Juan Vicente Gómez, Fernández vuelve a Venezuela y continúa sus estudios en el Colegio Alemán de Maracaibo. En 1937 es enviado a estudiar a Alemania donde se graduó en el instituto Schulgemeinde del distrito de Schwandorf de Baviera​. A la edad de 16 años estudia Medicina en la Universidad de Múnich, donde se tituló summa cum laude de médico cirujano y doctor en ciencias médicas en 1944. De regreso a Venezuela no logra ejercer su profesión por ser menor de edad. Revalida su título en la Universidad Central de Venezuela (UCV), ejerce la medicina en el hospital psiquiátrico de Maracaibo y da clases de biofísica en la UCV. Estudió neurología y neuropatología en la Universidad George Washington desde 1945 a 1946. Hizo una residencia de neurocirugía en Estocolmo con el neurocirujano Herbert Olivecrona. Fue investigador en Microscopía electrónica en el Instituto Nobel de Física y en el Instituto de Investigación Celular y Genética. Formó parte del Karolinska Institutet en Estocolmo. Recibió una maestría en biología celular y un doctorado en biofísica de la Universidad de Estocolmo. Sus padres fueron Luis Fernández-Morán y Elena Villalobos. Se casó con Anna Browallius (de nacionalidad sueca), con la cual tuvo dos hijas: Brígida Elena y Verónica.

En Venezuela fundó el Instituto Venezolano de Neurología e Investigaciones Cerebrales (IVNIC), actual Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC). Allí se creó la Biblioteca Científica de Latinoamérica. Desde su inauguración en diciembre de 1954, Fernández dirigió el IVNIC hasta 1958. El 6 de junio de 1955 creó la cátedra de Biofísica de la Universidad Central de Venezuela.​

Sus investigaciones fueron vetadas en Venezuela, pero bien recibidas en Estados Unidos y Europa. Fue ministro de Educación de Marcos Pérez Jiménez. Sólo estuvo 9 días en el puesto. Tras el derrocamiento de Pérez Jiménez en 1958, regresa al exilio. En 1962 forma parte del servicio de neurología del Hospital General y en el Instituto Tecnológico de Massachusetts es asistente de biofísica. Fue profesor en la Universidad de Chicago,​ donde concibió y desarrolló el ultramicroscopio electrónico de alta resolución, convirtiéndose en su profesor vitalicio. Fue investigador asociado de la Universidad de Harvard. Además de ser uno de los científicos que más aportó al desarrollo del proyecto de la NASA en el programa Apolo, cuando en 1970 es contratado para trabajar en el campo del análisis físico-químico de las rocas lunares. Fue considerado por la Universidad de Harvard en la lista de los 100 estudiosos que más aportaron al desarrollo científico del siglo pasado. Fernández era políglota. El nombre de Humberto Fernández Morán es una leyenda en el panorama médico, con su bisturí de diamante que se convirtió en un símbolo de la excelencia y el progreso en la cirugía. Murió el 17 de marzo de 1999 en Estocolmo, Suecia, producto de un aneurisma cerebral.

El Hall Naciente del Zulia

Luis Aparicio es uno de los más grandes exponentes del béisbol venezolano y mundial, y para más es zuliano y el único representante de Venezuela en el Salón de la Fama del Béisbol en Cooperstown, Estados Unidos. Su carrera profesional se extendió por 18 temporadas en las Grandes Ligas, donde jugó como campocorto para los equipos de Chicago, Baltimore y Boston. Fue reconocido por su habilidad defensiva, su velocidad en las bases y su liderazgo en el campo.

Nacido en Maracaibo, en el seno de una familia humilde, Luis Aparicio encontró su pasión por el béisbol desde temprana edad. Su talento innegable pronto lo llevó a destacar en las ligas locales, donde su velocidad en el campo y astucia en las bases capturaron la atención de cazatalentos. Fue así como Aparicio dio sus primeros pasos en una carrera que lo llevaría a los niveles más altos del deporte, convirtiéndose en un ídolo y una inspiración para muchos beisbolistas venezolanos, como David Concepción y Omar Vizquel, que siguieron sus pasos como campocortos. Su número 11 fue retirado por los Medias Blancas de Chicago y por los Tiburones de La Guaira, equipo con el que jugó en Venezuela. El 11 de noviembre se celebra el Día de Luis Aparicio en Venezuela, en honor a su trayectoria y legado. Luis Aparicio es un orgullo para el béisbol venezolano y una leyenda del deporte mundial.

Su pasión por el juego era evidente en cada jugada, y su compromiso con la excelencia lo llevó a batir registros y a recibir numerosos reconocimientos a lo largo de su carrera.

 -Ganar el premio al Novato del Año de la Liga Americana en 1956, con los Medias Blancas de Chicago.

-Liderar la Liga Americana en bases robadas durante nueve años consecutivos, desde 1956 hasta 1964, con un total de 506 estafas en su carrera.

-Ganar la Serie Mundial de 1966 con los Orioles de Baltimore, derrotando a los Dodgers de Los Ángeles por cuatro juegos a cero.

-Participar en 10 Juegos de Estrellas y ganar nueve Guantes de Oro como el mejor campocorto defensivo de la Liga Americana.

-Ser exaltado al Salón de la Fama del Béisbol en 1984, con el 84.6% de los votos.

Un No Hit No Run histórico

Después de su estrenó en las mayores, Wilson Álvarez lanzó en la LVBP con las Águilas del Zulia, dejando registro de 8-0 con 1.47 de efectividad y 64 abanicados. Obtuvo la Triple Corona de Pitcheo sino el Lanzador del Año.

En el sector El Empedrao de la parroquia Santa Lucía de Maracaibo, en 1970, nace el “Intocable” Wilson Eduardo Álvarez, el pitcher venezolano más joven en llegar a las Grandes Ligas.

Desde los 11 años iniciaría su preparación en la liga infantil, prejunior y juvenil Coquivacoa para realizar una hazaña inolvidable para el beisbol nacional, la cual llevó a su término el 11 de agosto de 1991, al sembrar para la historia un juego sin hit y sin carreras contra los Orioles de Baltimore.

En el beisbol menor dejó demostración de su futuro como pelotero al lanzar para la historia 12 «no hit no run». En 1984 reseñó 21 ponchados en un solo partido; en un Latinoamericano Infantil colgó 16 abanicados en la pizarra contra México; y a Cuba lo dejó en un solo imparable. Álvarez fue además integrante del equipo campeón del Mundial Juvenil escenificado en 1986 en Fort Lauderdale, EE. UU.

El debut del estelar pitcher luciteño en las Grandes Ligas con los Rangers de Texas el 24 de julio de 1989, no fue color de rosa, enfrentó solo a cinco bateadores de los Azulejos de Toronto, a los cuales les concedió dos bases por bola, le conectaron un hit y le despacharon jonrones los dos últimos bateadores.

El segundo encuentro en el béisbol de élite ocurrió un domingo 11 de agosto de 1991, dos años después de su pésimo debut, Wilson domina los nervios y sale con mucha seguridad a la caja de picheo, esta vez vistiendo la camiseta de las Medias Blancas de Chicago, y le propina un «no hit no run» a los Orioles de Baltimore, toda una hazaña en esta disciplina deportiva. La televisión nacional transmitió el partido con el resultado que nadie esperaba,

Wilson se convierte así en el primer venezolano en lanzar un juego sin imparables y sin carreras, evento que lo marcó en toda su vida profesional.

Ese día, los habitantes del sector Santa Lucía salieron a celebrar, en esas mismas calles donde el futuro «Intocable» jugaba con sus amigos de infancia. Fue la noticia del año, un zuliano en su segunda salida en las Grandes Ligas, se crece monumentalmente al protagonizar una envidiable hazaña deportiva.

Pasarían quince años para que otro lanzador venezolano emulara la gesta de Álvarez, fue Aníbal Sánchez quien lo consiguió con los Marlins de Florida, después de ello, llegarían los juegos sin hits de Carlos Zambrano, Johan Santana, Félix Hernández y Henderson Álvarez.

El juego sin hits fue la puerta de entrada de Wilson en las Grandes Ligas y con ello las opciones de tener al primer ganador del premio Cy Young, aunque no logró el cometido, fue el primer lanzador en conseguir 15 victorias (1993), el primero en lanzar en Juego de Estrellas (1994), el primero en llegar a cien triunfos (2007) y primero en llegar a los mil abanicados (1999).

Leyenda del boxeo Latinoamericano

Betulio González es uno de los boxeadores más emblemáticos del Zulia, de Venezuela y de América Latina. Nacido en Santa Bárbara del Zulia el 24 de octubre de 1949, se inició en el boxeo a los 15 años, inspirado por el cine mexicano. Su carrera profesional comenzó en 1968, cuando noqueó a Elio Monzant en el segundo asalto. Desde entonces, acumuló un récord impresionante de 76 victorias, 52 de ellas por nocaut, 12 derrotas y 3 empates.

Betulio se destacó por su valentía, su pegada y su técnica en el ring. Fue tres veces campeón mundial del peso mosca, dos veces por el Consejo Mundial de Boxeo y una vez por la Asociación Mundial de Boxeo. El 1 de abril de 1971, obtuvo su primer título mundial, en lo que también fue su primera pelea en el extranjero. La lucha fue contra Masao Ohba en Tokio, a quien le ganó el título mundial de peso mosca de la AMB, por decisión unánime.

Sus peleas más memorables fueron contra el filipino Erbito Salavarria, el mexicano Miguel Canto y el también mexicano “Guty” Espadas, a quien le arrebató su tercera corona en una noche histórica para el boxeo venezolano.

Betulio González es considerado un héroe nacional y un orgullo zuliano. Su trayectoria ha sido reconocida con múltiples homenajes y distinciones, tanto dentro como fuera del país. Su nombre está inscrito en el Salón de la Fama del Boxeo Latino y en el Salón de la Fama del Deporte Venezolano. Su legado sigue vivo en las nuevas generaciones de boxeadores que lo admiran y lo toman como ejemplo. Betulio González es una leyenda del boxeo nacional.

La Grey Zuliana es su himno

Nadie puede hablar del Zulia y de su grandeza sin referirse al cantante y compositor de gaitas Ricardo José Aguirre González, recordado por sus célebres composiciones gaiteras, por lo que la historia zuliana lo reconoce como un auténtico patrimonio de la Región.

En el rincón cálido de Maracaibo, donde el sol se mezcla con el lago y la brisa trae consigo el aroma de la historia, nació Ricardo Aguirre, destinado a inmortalizar la esencia musical de la región zuliana. Ricardo Aguirre, con su voz de trovador y su gaita en mano, se convirtió en el embajador de un género que resplandece con la luz de las estrellas en el firmamento venezolano: la gaita.

Su potente voz lo llevó a ser reconocido a nivel nacional como “El Monumental de la Gaita” o “El Padre de la Gaita”, ya que fue el compositor del himno gaitero más popular del país “La grey zuliana”. Aguirre es considerado un baluarte en la tradición gaitera, y su familia le ha dado continuidad a su canto puro a través de la Dinastía Aguirre.

Su voz monumental no se olvida, pese haber muerto muy joven ese fatídico 8 de noviembre de 1969, fecha que hoy rememora su legado al decretarse la misma como el Día del Gaitero. Su música sigue fluyendo entre las dulces aguas del Lago marabino impregnadas en el alma de una tierra que le rinde homenaje al inolvidable «Monumental de la Gaita».

Las aulas de clases se convirtieron para el maestro Aguirre su centro de inspiración. Como un poeta de la música, Ricardo tejía sus melodías con hilos de nostalgia y alegría, pintando con notas las vivencias y emociones del pueblo zuliano, con una voz inconfundible y única.

«El Monumental de la Gaita» no era solo un músico virtuoso, sino también un cronista de su tiempo. Sus canciones eran crónicas de la vida en Maracaibo, reflejando la idiosincrasia de su gente, desde las festividades de la Virgen de Chiquinquirá hasta las travesuras de los niños en las calles. Cada acorde era un puente entre generaciones, un recuerdo de tiempos pasados ​​y una promesa de que la gaita siempre sería el latido del Zulia.

Pero más allá de su talento innegable, Ricardo Aguirre era un soñador incansable, un viajero en busca de nuevos horizontes musicales. Ricardo Aguirre, Patrimonio Cultural del Zulia, continúa siendo una fuente inagotable de inspiración y un faro encendido que guía a las nuevas generaciones de músicos a mantener viva la tradición gaitera.

La eterna Lila Morillo

Lila ha destacado también como cantautora, éxitos como «La jaula de oro», «La alondra», «El guayabo» «No amor, no» y muchos otros son de su autoría. Esta popular zuliana es considerada ícono musical del país, destacándose por llevar la música venezolana a los grandes escenarios de América donde actúa al lado de grandes figuras como Libertad Lamarque, Javier Solis, Olga Guillot y muchos otros.

Lila Rosa Bozo Morillo Parra nació en Maracaibo un 14 de agosto de 1940, es un emblema artístico del Zulia, donde es conocida como «La Maracucha de Oro», su éxito como cantante, vedette y actriz es señal indiscutible de un «Cocotero» marabino.
Las cualidades vocales y condiciones artísticas de Lila fueron deslumbrantes desde muy temprana edad. De niña participaba en todos los programas de aficionados que había en la radio local. Inició su carrera artística a mediados de los años cincuenta, de la mano del cantante Mario Suárez, interpretando música  venezolana con gran éxito y calidad.
Fue la primera artista en utilizar escotes atrevidos en su vestuario y trajes de lentejuelas ajustados, que inmediatamente la convirtieron en el símbolo sexual de los sesenta, imponiendo la cultura kitsch en el país, lo que le valió ser reconocida como la Diva de Venezuela.
Su extraordinaria voz la paseó por países como Cuba, Argentina, EE. UU. y México, donde con apenas 14 años actuó en el prestigioso teatro Blanquita del país azteca. Temas como «Tres meses de vida», «Mi vidita», «Fuego lento», «Mi corazonada», «Fichas blancas», «Propiedad privada», «Tronco seco», «Perdone usted» y «Anillo de promoción», fueron los primeros éxitos que la catapultaron como artista popular.
Su afinada voz le permiten interpretar todo tipo de ritmos, música folclórica venezolana, tangos, boleros, salsa, rancheras y gaita zuliana.

Lila era reiterada invitada en el programa televisivo Sábado Sensacional con Amador Bendayan, allí compartió con toda Venezuela su vida familiar junto al también cantante José Luis Rodríguez” El Puma” y sus dos hijas, hoy también cantantes y actrices, Liliana Rodríguez y Lilibeth Rodríguez, por lo que pasó a ser parte de la vida de millones de venezolanos que la convirtieron en «la mujer rating», título que mantiene vigente, ratificándolo en todos los programas donde participa.

Ha actuado en novelas como «Viva la Pepa» y «Cosita Rica» entre otras. En el año 2010 actúa en una miniserie cristiana para Enlace TV escrita por Carlos Roa Viana titulada Redención de amor al lado de su hija Lilibeth Morillo, con el actor venezolano Alfonso Medina. También actuó, esta vez como villana, en Pecado de Soberbia, otra miniserie del mismo autor y para el mismo canal, producida y transmitida en 2011.
En el año 2012 presenta su más reciente producción musical, un CD doble para el sello Velvet conmemorando sus 50 años de vida artística, recibiendo grandes reconocimientos en televisión nacional y en su tierra natal el estado Zulia, donde más de 10 000 personas asistieron al gran homenaje que la gobernación del Estado organizó en el sector de Santa Lucía. En los años sucesivos Lila ha continuado su carrera artística a nivel nacional e internacional. El año 2016 lo inicia con recitales en ciudades como Miami y Orlando.

Hollywood ¡Cámara! ¡Acción!

El talento venezolano, tanto en la televisión como en el cine, siempre se ha       hecho notar. Desde hace muchos años, artistas venezolanos iniciaron su largo             camino hacia un sitio soñado por muchos: Hollywood.

Aunque la caraqueña Rosa Castro Martínez, nacida en 1908 pero residenciada desde los 7 años en Nueva York e hija del expresidente venezolano Cipriano Castro y Doña Zoila Martínez; es considerada la primera actriz criolla en debutar en Hollywood en la década de los 20, por su participación en películas como: The House of Youth, El Escándalo, Pecados de amor y El vuelo de la muerte; fue la zuliana Lupita Ferrer la cara visible del sueño hollywoodense criollo.

Yolanda Guadalupe Ferrer Fuenmayor, conocida bajo su nombre artístico como Lupita Ferre, nació en Maracaibo el 6 de diciembre de 1947. Fue una de las primeras artistas latinas en conquistar Hollywood durante los años 70. Luego Venezuela alargaría su legado en la Meca del Cine con actores de la talla de María Conchita Alonso, Patricia Velásquez, Edgar Ramírez, Génesis Rodríguez; sumándose los nombres de Daniel Durán director de varias películas en Hollywood y de Pedro Eustache, quien ha intervenido en bandas sonoras de varias producciones cinematográficas.

En los 80′ y 90′ Lupita alternó la pequeña y la gran pantalla con grandes actores estadounidenses. Fue coprotagonista junto a Tony Curtis en “Balboa” 1986, del director James Polakof. En 1996 apareció en la comedia negra “Curdled” producida por Quentin Tarantino y que incluyó estrellas como George Clooney, William Baldwin y Kelly Preston a la orden de Reb Braddock. También intervino en la película panameña “Donaire y Esplendor”. Aunque en 1978 había realizado su primera actuación en Hollywood al coprotagonizar magistralmente la película “Los Hijos de Sánchez” con el gran Anthony Quinn, sin embargo, en los créditos del film ella aparece como el nombre de Melanie Farrar. En los años 60 Ferrer ya había trabajado en numerosas producciones cinematográficas mexicanas y venezolanas al lado de actores como Mario Moreno «Cantinflas».

La “Drama Queen” como es conocida Ferrer dejó una huella en la historia de                          la televisión y el cine nacional, con más de 30 telenovelas y más de 15 películas. Su trabajo más reciente fue en Ugly Betty, la versión estadounidense de Betty La Fea, donde sigue trabajando y cosechando éxitos; además Lupita está presentando con éxito su obra teatral “Lupita Ferrer: Drama Queen” basada en su vida.

El artístico lienzo de Bracho

Los Puertos de Altagracia no solo le dio al Zulia grandeza por la valentía de sus mujeres y el patriotismo de su gente, sino que es cuna de piezas claves para el esplendor de su cultura, y Gabriel Bracho, es una de ellas.

Bracho es un reconocido artista plástico venezolano nacido el 25 de mayo de 1915 en esa tierra costera, quien desde el año 1930 comenzó a transitar el camino a su éxito con la pintura al iniciar sus estudios en el Círculo Artístico de Zulia, en la especialidad de dibujo y modelado, bajo la tutela del profesor Neptalí Rincón Urdaneta. Una de sus obras de este período es el retrato de Simón Bolívar, actualmente resguardado en el Museo Centro Histórico.
También fue caricaturista del semanario Fantoches, y su obra estuvo influenciada por el impresionismo, el expresionismo y el cubismo. Más adelante en su carrera lograría crear su estilo particular en su trabajo. Desde 1939 hasta 1942 estudió en Santiago de Chile, en la Escuela de Artes Aplicadas, período en que el factor político cobraría mayor significación en su obra y su vida.
En 1940 recibió la Mención de Honor en el Salón Oficial de Santiago de Chile. A partir de 1943 comenzó su travesía por varios países, entre los que destacan Estados Unidos, Chile, Bolivia, Argentina, Uruguay e Italia, países donde quedó una muestra de su obra creativa.

En 1949 se residenció en París. En 1950 expuso en el Museo de Bellas Artes de Caracas. En México compartió experiencias con los artistas Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros, entre otros. En 1958 creó en Venezuela junto a otros pintores el Grupo Paracotos y el Taller de Arte Realista. En 1960 realizó el mural Cuba, en la Casa de las Américas de La Habana.
En 1980 se publicó en Moscú el libro Gabriel Bracho, de la autora Natalia Schelechneva. Hizo murales en edificios públicos de Caracas, así como exposiciones en museos de esta ciudad.

Huáscar y su flauta

Huáscar Barradas, el reconocido flautista zuliano que ha representado a Venezuela en una serie de festivales internacionales, producto de su capacitación académica en el «Conservatorio de Música José Luis Paz» de Maracaibo, Conservatorio de Brooklyn de Nueva York (se graduó Cum Laude), la Juilliard School of Music, de la Escuela Superior de Música de Frankfurt; es un digno representante de una región musical por excelencia, como el Zulia, y su trabajo como artista engrandece su gentilicio.

Este artista tuvo maestros como Eulogio Gómez, Bernard Golberg, Nastasy Nirijam, Robert Aitken, Nicolet Aurele, Peter Lukas Graf, Michael Scheneider, entre otros. Participó en los festivales Radio France et Montpellier, Flauta Europea de Frankfurt, Expo-Hannover 2000, National Flauta Convención de la Asociación de 2000, el Festival Internacional de Música Contemporánea de Bogotá, Festival Internacional de Folklore en Turquía, primero de América Latina, entre otros.

También estudió dirección orquestal con Vincent La Selva y Karoly Kope y Jazz con Shelton Berg y Ron Carter. Es miembro fundador de la Estudiantina Juvenil y la Orquesta Sinfónica Juvenil del Zulia. Ganó el Concurso de Texas Junior College en 1983. Fue patrocinado por la Sociedad para el Desarrollo Profesional de Jóvenes Artistas de Hannover, Alemania.

Huascar ha interpretado su música en conciertos del Maestro Simón Díaz, María Teresa Chacín, Cecilia Todd, Ilan Chester, Guaco, Pedro Castillo, Aldemaro Romero, «El Pavo» Frank Hernández, Martirio, y Chavela Vargas. Es flautista de la Sinfónica de Maracaibo y la Filarmónica Nacional, y la Sinfónica Municipal de Caracas, ha producido seis discos con su banda musical venezolana «Huáscar Barradas y Maracaibo». Además, grabó como solista con la Orquesta Nacional.

Voces de la conducción audiovisual

Si algo ha sido resaltante en los aspectos que hacen grande al Zulia es el trabajo realizado por dos de sus hijos, dos zulianos que son íconos de la locución y presentación de programas en el país, tanto que uno sustituyó al otro en el programa de variedad más popular del país. Uno, Gilberto Correa y el otro, Daniel Sarcos.

Presentador vitalicio

Gilberto Correa nacido en Maracaibo el 24 de febrero de 1943 inició su carrera artística tras graduarse de comunicador social en La Universidad del Zulia, presentando programas juveniles y musicales dentro del canal Venevisión, para luego ser, desde 1969 a 1982 el presentador del programa De fiesta con Venevisión, y luego de 1988 a 1996, el programa Súper Sábado Sensacional.

Gilberto Emiro Correa Romero fue conductor principal del Miss Venezuela por 24 años consecutivos (1972-1996) y tres veces como animador invitado (2002, 2003 y 2006). Actualmente se encuentra retirado de los espectáculos, aunque ha realizado varios comerciales para algunas marcas, además de haber recibido importantes reconocimientos por su larga y exitosa carrera artística.

La versatilidad del zuliano

Daniel Enrique Sarcos Cabrera nació en Maracaibo el 29 de septiembre de 1967. Su versatilidad artística lo han convertido en un personaje zuliano de gran popularidad. Sarcos es presentador de televisión, actor, monologista y cantante, conocido por haber sido uno de los anfitriones en Venezuela de los programas televisivos La Guerra de los sexos (2000–2021), Súper Sábado Sensacional (1996–2009), Mega Match (1996-1997) y Bailando con las Estrellas Venezuela (2005-2006). Además, fue presentador del certamen de belleza Miss Venezuela de (2004-2009).
Daniel condujo el programa Un Nuevo Día (conocido anteriormente como ¡Levántate!) de la cadena Telemundo. Formó parte del programa Aquí se Habla Español transmitido por Antena 7 en la República Dominicana y algunas temporadas en ese mismo país de La Guerra de los sexos en el canal 11 de Telesistema y el canal 9 de Color Visión.
En Ecuador, Daniel inicia su programa de concursos El Familión Nestlé y Trato Hecho en las cadenas de televisión GamaTV, RTS TCTELEVISION, el cual le dio la oportunidad de ser el animador del Miss Ecuador el 25 de marzo de 2010. En el cine ha trabajado en cinco películas. Un Macho de Mujer, Los Paracaidistas, El Plan Perfecto, Me Gusta la Tuya y Una Historia de Aquí, además de presentar su monologo Mi vida no es tan Sensacional (2009-2010) en los teatros nacionales con éxito gracias a su indiscutible talento.
Daniel Sarcos es un showman que maneja a su antojo las cámaras y al público también. Su voz, sus gestos, su carisma y, sobre todo, su amor a la televisión, son elementos clave que le han convertido en uno de los favoritos de los zulianos.

Guardianes de la tradición gaitera

Barrio Obrero de Cabimas es un conjunto gaitero de la segunda ciudad del Zulia, Cabimas, fundado en 1955, y que se ha destacado por defender el uso de instrumentos tradicionales en la gaita: 4 furros, 2 cuatros, 2 tamboras, maracas, charrascas, voces de hombres y mujeres.

Se inició cuando un grupo de jóvenes, por iniciativa de los hermanos Héctor y Alberto Silva Narváez, tomó la decisión de formar un conjunto de gaitas después de presenciar una parranda gaitera en la casa del señor Ernesto Prieto en Puerto Escondido, un pueblo costanero aledaño a Cabimas. Los fundadores de este grupo resolvieron canalizar sus inquietudes juveniles hacia el propósito del rescate y la defensa de los valores culturales tradicionales.

Desde ese mismo momento se caracterizan por la interpretación de gaitas de protesta y de corte religioso, que constituyen el propósito primogénito de este género folclórico, y por su empeño en conservar las características típicas y folclóricas de la gaita pura y tradicional. «El Barrio Obrero» se destacó por su compromiso con la autenticidad de la gaita. Sus miembros se dedicaron a estudiar y preservar las raíces tradicionales del género, asegurando que cada interpretación capturara la esencia y la pasión de la música gaitera.

A sus filas se unieron dos figuras que lograron notoriedad al lado del conjunto, ellos fueron José Chiquinquirá Rodríguez “Chinco” y Bernardo Bracho, el primero compositor y el segundo gran intérprete de la obra de Chinco. Componiendo temas como “Así es Maracaibo”, “Gaita a Bobures”, “Cabimas la Cenicienta”, Obras de referencia dentro de la gaita y su historia, muy respetadas y apreciadas por el medio gaitero. Barrio Obrero se ha sembrado en el sentimiento popular, y les fue concedido el premio Ronda, por primera vez ganado por un auténtico conjunto de gaitas.

En 1982 es declarado “Patrimonio Histórico Cultural del Distrito Bolívar”, hoy Municipio Cabimas, y en 1990 “Patrimonio folklórico musical de Estado Zulia”. También recibió el “Botón de Oro de la Zulianidad” en 2021​ otorgado por la Gobernación del Estado, entre otros reconocimientos de igual importancia.

Barrio Obrero de Cabimas es el grupo activo más antiguo dentro de la gaita en el país​. Actualmente sus miembros ​​continúan transmitiendo sus conocimientos y pasión a las generaciones futuras, asegurando que la tradición gaitera de Cabimas perdure. Esta icónica agrupación musical ha desempeñado un papel fundamental en la preservación y difusión de la rica herencia gaitera de la región zuliana. Con su talento y pasión por la música, «El Barrio Obrero» ha llevado la gaita a nuevas alturas y ha mantenido viva una tradición que es el alma misma de la cultura zuliana.

Dos zulianos de la Billo´s

Dos zulianos como muchos y grandiosos como su tierra amada, esos son estos dos cantantes de una tesitura hermosa que los llevó al éxito frente a los micrófonos de la icónica orquesta venezolana Billo’s Caracas Boys: Felipe Pirela y José Cheo García

Felipe Antonio Pirela Morón nació en el barrio El Empedrao, cuna de eminentes poetas, compositores, cantantes, trovadores y gaiteros, el 4 de septiembre de 1941; mientras que José Rafael García Añez, lo hizo un 1 de mayo de 1926 en Maracaibo.

Al escuchar el nombre de Felipe Pirela inmediatamente te remonta al Zulia, porque este reconocido cantante romántico es uno de sus hijos más recordados. Cheo García no fue la excepción, por su afinado timbre de voz, la familia le estimuló y encausó para que desarrollara su talento.

Pirela comenzó su carrera musical en las orquestas de Juanito Arteta y Los Peniques, hasta que en 1960 el maestro Billo Frómeta le escuchó cantar y lo contrató para su orquesta, ya que según Frómeta, Pirela cantaba como los ángeles. García por su parte comienza a desarrollar su potencial como cantante en diversas agrupaciones bailables de su ciudad natal, ocupando plazas importantes con Enrique Manzanos y “Garrido y sus Estrellas”. También cantó con Juanito Arteta y Los Peniques.

El año de 1960 cuando la Asociación Musical depone el veto que mantenía al maestro Billo, este reestructurando la orquesta, y crea su «Tercera República», con Cheo García como su guarachero estelar, mientras Felipe Pirela era su bolerista estrella. Una llave verdaderamente exitosa, que mostró su talento en países como Colombia, Costa Rica, España y EE UU.

Con la orquesta Billo’s Caracas Boys, las voces de Felipe Pirela y Cheo García adquieren gran prestigio individual. Tras su éxito a Pirela le hacen una jugosa oferta musical desde México, la cual aceptó, llegando a consagrarse como «El Bolerista de América».

García por su parte, luego de 21 años junto al maestro Frómeta, se unió a la orquesta de Renato Capriles “Los Melódicos”, con la que se establece por casi dos años (1981-1982), pasando después a “La Tremenda” (1983), de la misma organización; hasta que decide fundar “La Gran Orquesta de Cheo y Memo”, cristalizando así un sueño compartido, que poco tiempo después debieron abandonar. En noviembre de 1994 García actúa con Frómeta en un reconocido club de la población de Paracotos, pero ese día mostró quebrantos de salud, posteriormente fallece el martes 20 de diciembre de 1994, en su residencia en Los Teques, estado Miranda.

A Pirela su fama y prestigio le permiten abrir las puertas de Hispanoamérica, graba el LP «Entre tu amor y mi amor», que adquiere impresionantes cifras de ventas traducidas en reconocimientos artísticos. Se radica en Puerto Rico, donde se sumerge en una fuerte depresión que afecta su carrera. Así llega la fatídica noche del 2 de Julio de 1972, cuando, luego de culminar su presentación en el bar «El Molino Rojo», sale del lugar y en el camino de regreso al hotel donde se hospedaba es interceptado por desconocidos en una oscura calle, y en circunstancias aún confusas, una bala extingue su vida.

El zuliano tropical

rgenis Carruyo conocido en el medio artístico como “El Volcán de América”, no solo es un cantante talentoso, sino también un embajador cultural de Venezuela, llevando consigo el rico patrimonio musical del país a diferentes partes del mundo. Su dedicación y pasión por la música han inspirado a generaciones de músicos y fanáticos por igual.

Nació el 22 de agosto de 1953 en Maracaibo e inició su carrera musical con el grupo juvenil Los Larkings, al lado de los hermanos García. Su estilo único y su habilidad para interpretar emociones a través de sus canciones lo llevó a convertirse en uno de los íconos de la música tropical no solo en Venezuela sino en otros países de América Latina, ganándose el corazón de muchos fanáticos en todo el mundo. Además de su habilidad vocal, Carruyo también es conocido por su capacidad para componer.

Considerado como uno de los más genuinos intérpretes de los géneros tropicales, Argenis Carruyo ha demostrado sus dotes de vocalista y su estilo propio con la conformación de su propia orquesta, con la cual ha logrado mantener la proyección conseguida con las agrupaciones a las cuales ha pertenecido.

A lo largo de su carrera, Argenis Carruyo se ha destacado por su voz potente y su estilo carismático en el escenario. Carruyo ha grabado numerosos éxitos que han resonado en la escena musical internacional, y su legado en la música perdura hasta el día de hoy.

Ha lanzado varios álbumes y sencillos que han alcanzado gran popularidad. Carruyo, es uno de los intérpretes venezolanos más genuinos no solo de la música tropical demostrado en su maestría para cantar el bolero, en fiel herencia Pirelista, la gaita (de las formas más difíciles y exigentes de interpretar), la salsa y la guaracha.

Formó parte de Los Juglares, Los Casinos, Súper Combo Los Tropicales, La Máxima, Los Melódicos y La Dimensión Latina, interpretando temas como “Tú y yo”, “Mi vecina”, “El baile del trompito”, “Indio tairona”, “Otra vez diciembre”, “El baile de los mangos”, “Compadre polo”, “No jugaste limpio”, “La verdugo”, “Mi debilidad”, “Disfruta la conga”, “Ansias de amar”, “Solo seguiré”, “El cantante”, “Acompáñame”, “Ofrenda”, “El regreso”, “El bejuco conversón”, “La novia del pescador”, “La quiero y qué” y “Señora del amor”.

Solo le basta abrir la garganta para demostrar que es un cantor popular completo, en cualquier escenario nacional o internacional.

Carruyo, con orgullo marabino proclama que al Zulia le debe el éxito y la fortuna que siempre le acompañaron desde que descubriera el enorme talento que llevaba en la sangre.

 

LOGO EL REGIONAL DEL ZULIA - BOTON PRINCIPAL

Suscríbete a nuestro boletín

Reciba nuestro resumen con las noticias más importantes directo a su buzón.