sábado, abril 27, 2024
ANIVERSARIO 2023

La región zuliana ubicada en el noroeste de Venezuela alberga una combinación única de elementos naturales que son de una gran importancia tanto a nivel nacional como global, que comienza con el Lago de Maracaibo, el más grande de América Latina y uno de los más antiguos del mundo. Este lago no solo es una fuente vital de agua dulce para la región, sino que también juega un papel crucial en la regulación del clima y la biodiversidad. Sus alrededores albergan una gran cantidad de especies de fauna y flora, muchas de las cuales son endémicas y únicas en el mundo. Sus vastos yacimientos de petróleo han contribuido significativamente al desarrollo económico no solo de la región, sino de toda Venezuela

 

Aguas mágicas y ancestrales

El lago de Maracaibo posee una gran diversidad biológica, con más de 200 especies de peces, 20 especies de reptiles, 50 especies de mamíferos y más de 400 especies de aves

La grandeza del estado Zulia se mide por la inmensidad del ancestral lago que bordea sus municipios, uno de los más antiguos del mundo. Este Lago es un cuerpo de agua dulce que se encuentra en el occidente de Venezuela, entre los estados Zulia, Trujillo y Mérida. Tiene una superficie de unos 13 820 km², lo que lo convierte en el lago más grande de América Latina y el 19º entre los lagos más grandes del mundo. Se comunica con el golfo de Venezuela por un estrecho de 55 km, llamado la Barra del Lago de Maracaibo, siendo éste el único en el mundo que tiene una conexión directa y natural con el mar.

El lago de Maracaibo tiene una historia geológica muy antigua, que se remonta al Jurásico, cuando se formó como un rift o fractura de la corteza terrestre. Se estima que tiene entre 20 y 36 millones de años, lo que lo hace el segundo lago más antiguo de la Tierra. A lo largo de su historia, ha sufrido cambios en su nivel, salinidad y biodiversidad, debido a las variaciones climáticas y tectónicas.

El imponente lago marabino también tiene una historia humana muy rica, que se inicia con los pueblos indígenas que lo habitaban antes de la llegada de los europeos. El nombre del lago proviene del vocablo indígena “Maracaibo”, que significa “lugar donde abundan las serpientes” o «tierra de maracas». El primer explorador europeo que avistó el lago fue Alonso de Ojeda, en 1499, quien lo bautizó como San Bartolomé. Posteriormente, en 1529, el alemán Ambrosio Alfinger fundó la ciudad de Maracaibo en la costa occidental del lago.

El lago de Maracaibo posee una gran diversidad biológica, con más de 200 especies de peces, 20 especies de reptiles, 50 especies de mamíferos y más de 400 especies de aves. Entre su flora se destacan los manglares, las palmas y las orquídeas.

Esta inmensa laguna también alberga fenómenos naturales únicos, como el relámpago del Catatumbo, que se produce en la desembocadura del río Catatumbo y genera miles de rayos por noche durante casi todo el año. El lago de Maracaibo es un patrimonio natural y cultural de Venezuela y del mundo, que merece ser conocido y preservado.

El lago de Maracaibo ha sido escenario de importantes acontecimientos históricos, como la batalla naval del lago, en 1823, donde las fuerzas independentistas venezolanas derrotaron a la armada española y consolidaron la liberación del país. También es fuente de riqueza económica, por su actividad pesquera, comercial y petrolera. La cuenca del lago es una de las zonas con mayor producción de petróleo del mundo, con más de 15 000 pozos perforados desde 1941.

Naturales, únicos y fascinantes

El relámpago del Catatumbo es una danza electrizante y mágica de luces, única en el mundo, que ilumina el cielo nocturno sobre el Lago de Maracaibo. Es un espectáculo luminoso que se repite cada noche, como un ritual sagrado entre la tierra y el aire. Es una sinfonía de truenos que acompaña el ritmo de los rayos, como una orquesta de la naturaleza.

El relámpago del Catatumbo es una maravilla que se origina por la conjunción de varios factores: la humedad del lago, el calor del trópico, la altura de las montañas y la dirección de los vientos. Es un misterio que se ha mantenido por millones de años, desde antes de la llegada de los humanos.

El relámpago del Catatumbo es una herencia cultural que ha inspirado a generaciones de artistas, poetas, músicos y científicos. Es un símbolo de identidad que representa al estado Zulia y a Venezuela. Es una fuente de orgullo que ha sido reconocida por la NASA como la capital mundial de los relámpagos.

El relámpago del Catatumbo es una joya ecológica que contribuye al equilibrio del planeta. Es un generador natural de ozono que ayuda a proteger la capa atmosférica. Es un atractivo turístico que ofrece una experiencia inolvidable a los visitantes.

El relámpago del Catatumbo es una manifestación de la belleza y la fuerza de la vida. Es una prueba de que la naturaleza es capaz de matizar magia y el Zulia es su lienzo.

Impacto geopolítico nacional

El estado Zulia ha sido históricamente reconocido como uno de los pilares fundamentales en la industria petrolera del país y de la región latinoamericana en su conjunto. La actividad petrolera en el Zulia no solo ha sido un componente esencial de la economía venezolana, sino que también ha tenido un impacto significativo en la geopolítica global y en la configuración de la sociedad zuliana.

La región zuliana cuenta con vastas reservas de petróleo, siendo uno de los mayores productores de crudo en Venezuela y en el mundo. Los yacimientos de petróleo y gas en la Costa Oriental del Lago de Maracaibo y en sus alrededores han sido una fuente vital de ingresos para el país.

Aunque su grandeza es casi mágica, porque viene desde la misma creación natural de esta tierra, su subsuelo este tapizado de petróleo, cuya explotación ha sido la principal fuente de ingresos para Venezuela desde su descubrimiento con la explotación del pozo petrolero Zumaque I en Baralt el 31 de julio de 1914, y luego con el hallazgo en el pozo Barroso II en Cabimas el 14 de diciembre de 1922. Los ingresos generados por la industria petrolera han financiado programas de desarrollo, infraestructura, educación y salud en el estado Zulia, así como en todo el país.

La presencia de la industria petrolera en el Zulia ha atraído a empresas relacionadas con la cadena de valor del petróleo, como la petroquímica y la fabricación de equipos. Esto ha impulsado la diversificación industrial en la región, creando un entorno propicio para la creación de empleos directos e indirectos y la transferencia de tecnología, contribuyendo al crecimiento económico y al mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes.

Dada la importancia estratégica del petróleo en la economía global, el Zulia ha sido objeto de atención por parte de diversos actores internacionales. La región ha estado en el centro de debates sobre políticas energéticas, acuerdos comerciales y relaciones diplomáticas.

Aunque la actividad petrolera ha brindado beneficios económicos, también ha presentado desafíos ambientales significativos. Derrames de petróleo y emisiones contaminantes han tenido impactos negativos en el ecosistema del Lago de Maracaibo y en las comunidades cercanas.

La actividad petrolera en el estado Zulia ha sido un motor impulsor de la economía venezolana y ha tenido un impacto profundo en la sociedad, el desarrollo y la política tanto a nivel regional como global. A medida que evolucionen las dinámicas energéticas y económicas, la gestión sostenible de esta actividad se vuelve esencial para garantizar un equilibrio entre el progreso económico y la conservación del medio ambiente.

 

Paisaje natural de ensoñación

Ciénaga de los Olivitos, es un humedal (Wetland su nombre en inglés) de gran tamaño, protegido como una Área Bajo Régimen de Administración Especial (ABRAE) y sometida por varios acuerdos internacionales. Está maravilla natural está ubicada en el occidente de Venezuela, en el extremo nororiental de la costa del lago de Maracaibo, en el municipio Miranda del Zulia.

Este reservorio de agua dulce lleno de historias y vestigios de las culturas indígenas, Nigale, Oribor, Quisiro, Iturre, es el hábitat natural de múltiples especies de la fauna acuática y terrestre, siendo de gran importancia ecológica y económica. Entre las especies que se pueden observar en la Ciénaga de los Olivitos se encuentran los flamencos, los caimanes de la costa, los manatíes, las tortugas marinas que se han adaptado al agua dulce, las corocoras rojas, el botuto y las aves playeras migratorias; constituyendo alrededor de más de 200 especies de fauna terrestre y acuática de interés ecológico. Además, la Ciénaga de los Olivitos es una importante fuente de pesca y de extracción de sal artesanal para las poblaciones cercanas.

Por la gran variedad de aves que cohabitan en ella y por ser el único lugar del Mar Caribe donde se reproducen los togogos o flamencos rosados, y además desde hace unos quince años nacen las cotúas o cormoranes, siendo también un gran lugar para observar la llegada de aves migratorias de las zonas templadas del norte de septiembre a marzo; fue declarada sitio Ramsar el 4 de septiembre de 1996, como un refugio de fauna silvestre y reserva de pesca. Esto se hace con el propósito de proteger e incrementar las poblaciones de flamencos rosados del Caribe (Phoenicopterus ruber), dell caimán de la costa (Crocodylus acutus), y para que aniden en las playas de la laguna las tortugas marinas (Chelonia mydas y Eretmochelys imbricata).

Este importante ecosistema ocupa unas 26 000 hectáreas de superficie (equivalentes a 260 kilómetros cuadrados). Posee mareas y manglares, lagunas, marismas, salinetas, dunas y hábitats de playa; así como una planicie de explayamiento de los ríos Cocuiza y el Palmar que aportan el agua dulce del humedal. En este inmenso humedal es frecuente observar mapaches, conocidos como zorro cangrejero o zorro lavador en esta región, también las ratas grises y noruegas, el ratón de Los Olivitos, rabipelados, perros comunes. En ocasiones se han avistado en las zonas protegidas a mamíferos acuáticos como el manatí (Trichechus manatus). También podemos observar a las aves con buche (los buchones o pelícanos, las tijeretas o fragata, los botutos (Strombus gigas) y tantas aves playeras migratorias o no.

Según los biólogos, la Laguna de Los Olivitos es una “maternidad” donde nacen y se desarrollan su tierna fase de alevines, muchas especies de peces y camarones del Lago de Maracaibo y el Mar Caribe (el mero, el róbalo, el jurel, la lisa), también es protegida por lo cual en el área de la Laguna de Los olivitos está prohibido pescar. La educación ambiental, las actividades de los guardaparques del Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo, además de la asociación del pueblo, los pescadores, estudiantes de diferentes niveles de la Universidad del Zulia y grupos ambientalistas, hacen que se respete esta protección legal.

Esta ciénaga zuliana es un potencial turístico para los amantes de la naturaleza, digno de admirar. Sin embargo, hasta el momento no ha sido desarrollado de manera significativa. Los ecologistas catalogan su paisaje de ensoñador un encanto para el mejor observador de aves. Por lo que no puedes dejar de conocer la Laguna de los Olivitos.

Pesca de prestigio

El cangrejo azul (Callinectes sapidus) es una especie de cangrejo ampliamente distribuida en la costa atlántica de América del Norte y América Central. El Zulia es una de las regiones donde se encuentra presente, y cuya producción ha sido significativa, especialmente en los últimos años, por ello es aquí, en las costas zulianas, donde el azul del prestigioso cangrejo se fusiona con las aguas del Lago de Maracaibo.

La captura y comercialización de cangrejo azul se realiza principalmente en el Lago de Maracaibo, que es una importante fuente de recursos pesqueros en la región. La pesca de cangrejo azul en el Lago de Maracaibo es llevada a cabo por pescadores locales, quienes utilizan diferentes métodos, como trampas y redes. Es importante destacar que la producción y comercialización de cangrejo azul está regulada por las autoridades pesqueras y se requieren permisos y licencias para su captura y venta. Además, existen normas y regulaciones para garantizar la sostenibilidad de esta actividad y preservar la población de cangrejo azul.

 

Un pez como pocos

El Lago de Maracaibo, con más de 18. 300 kilómetros cuadrados, es el más grande de Latinoamérica. Asimismo, figura entre los contados lugares del continente donde habita el tiburón toro, una de las pocas especies de escualos capaces de vivir en agua dulce. Este pez puede lograr dicha hazaña gracias a una glándula especial que expulsa el agua dulce de su cuerpo y retiene la salada.

Turismo en la Sierra de Perijá

Cuando se habla de cuevas en Venezuela, inmediatamente viene a la mente la célebre Cueva del Guácharo, ubicada en Caripe, estado Monagas. Sin bien es la gruta más famosa del país, no es la más grande. Ese honor le corresponde a la Cueva del Samán, en la zuliana Sierra de Perijá. Mide 18,2 kilómetros y recién la descubrieron en 1990. Sin embargo, desde el 2011 se explora la cueva Imawarí Yeutá en el cerro Auyantepuy, en la Gran Sabana, en el sureste de Venezuela. Esta cueva de cuarcita que hasta ahora se ha topografiado un total de 15 kilómetros con 450 metros, pero podría tener unos 25 kilómetros en total.

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